Una joven de cabello lacio largo negro, que llevaba puesto un vestido de color blanco, que se encontraba acostada sobre una gigantesca roca que daba hacia un manantial, abría sus parparos lentamente, al tiempo que un aire fresco sintió a su alrededor.
—«¿Dónde estoy?, se supone que estaba en la biblioteca, leyendo un libro» — pensó la joven, mientras se miraba así misma extrañada. ¿En qué momento me cambié de ropa y solté mi cabello?, si estaba en la biblioteca, ¿En qué momento lo hice? — dijo en voz baja, mientras levantaba la mirada y quedo pasmada al ver el lugar.
El lugar era mágico, aunque un tanto tenebroso, una hermosa casca cual velo de novia caía hacia las azulinas aguas de una laguna, sobre la cual había un bote, en este ella pudo notar la imagen de alguien que, cubierto con una capa oscura de cabeza a los pies, empezó a hablarle, mientras unas mariposas de colores revoloteaban sobre él.
—Acércate, no temas, no pienso hacerte daño, solo quiero que cumplamos la promesa — dijo la persona que estaba sobre el bote con cierta nostalgia.
—¿Quién eres? — dijo Lizy, al tiempo que en los tallos de los árboles que rodeaban la laguna, se formaron unos rostros y empezaron a murmuran entre ellos.
—Lo sabía, ello no resultaría — pronunció uno de los árboles.
—Lo mismo pensé, pero el insistió — agrego otro de los árboles, haciendo que la joven giré a ver quiénes más estaban en el lugar, pero su sorpresa se incrementó al ver a los árboles con rostros y brazos hablar entre ellos.
—Debe ser un sueño — dijo para sí Lizy.
—¡Por favor! sube al vote — volvía a insistir la gruesa e entristecida voz.
—Te equivocaste Treyton, acéptalo, aceptemos nuestra derrota — decía otro de los árboles.
—Ello nunca — contestó el hombre de manto, girando en dirección a donde estaba la joven, para agregar — ayúdame a cerrar esta historia.
—¿Qué? — pronunció Lizy, al tiempo que un pensamiento le paso por la cabeza — Al libro le faltaba una hoja, ello me dijo la bibliotecaria cuando me lo entrego, ¿Es eso a lo que él se refiere?, de ser así, este si es un sueño.
—Por culpa de ese malvado nomo y sus malvadas calabazas, nuestro pacifico pueblo termino hechizado y tú y yo separados, él me dijo que la única manera de romper el hechizo era que yo pudiera encontrarte y llevarte frente a él, y tras más de 150 años de búsqueda al fin te encontré — decía el hombre del manto, mientras se bajaba la gorra para dejar ver parte de su rostro.
—Tú eres el príncipe del Reino Encantado — dijo Lizy.
—Así es, soy Treyton, príncipe del Reino Maravilla, o más conocido como Reino Encantado — contesto el nombrado, girando completamente, dejando ver el otro lado de su rostro el cual era como la corteza de un árbol, solo que en forma de rostro humano.
Lizy lo miro un tanto sorprendida, mientras el joven bajo del bote y se acercó a ella, una vez que estuvo frente a ella, tomo sus manos y la miro fijamente, por algunos segundos.
—Solo ayúdame a volver todo a la realidad, luego te dejare ir, lo prometo — dijo Treyton, tomando las manos de la joven.
—¿Qué debo hacer? — respondió Lizy.
—Solo ir conmigo con el nomo, y terminar la ceremonia de enlace, luego de ello, tu regresaras a ese otro mundo y yo me quedare en este, la idea es que todo vuelva a la normalidad y el nomo y sus calabazas liberen a nuestro reino — agrego Treyton.
—Bien, te ayudaré — contesto Lizy, mientras pensaba — «Como es un sueño podré manejar el mismo como yo lo desee, ¿no?»
—Entonces vamos al bote — acotó el joven, tomando las manos de la muchacha, para que juntos caminaran hacia el lugar donde dejaron el bote, tiempo después ambos estaban a bordo del mismo.
Treyton remaba, mientras Lizy miraba absorta el lugar, el cuál era realmente mágico, flores de diversos colores, mariposas y algunos peces un tanto extraños que por momentos daban saltitos en el lago.
—Todos tus recuerdos se borraron, por culpa de ese nomo — pronunció Treyton, mientras remaba, al tiempo que su cabellera rubia sobrevolaba debido al viento.
—¿Qué tipo de recuerdos? — dijo Lizy con calma.
—Todo lo que viviste aquí, con los tuyos y conmigo — contesto el joven.
—¿Yo también era una princesa? — respondió Lizy, aunque ya sabía la repuesta, pues se había leído gran parte del libro.
—No, pero lo parecías, por ello el nomo te uso para seducirme y lo consiguió, pero con lo que él no conto es que tú terminarías enamorándote de mí, y debido a ello lo traicionaste, los dos nos íbamos a casar, pero el nomo al enterase de ello, hizo uso de su cochina magia junto a sus malvadas calabazas y te envío a otro mundo y a mí, y a todo mi reino nos lanzó el hechizo de convertirnos en árboles, claro conmigo su hechizo no funciono por completo, gracias al talismán que tú me diste cuando prometimos que nos casaríamos — dijo Treyton, dejando de remar, al llegar al otro lado del lago.