Un paseo por Chernóbil

El lado Este de la ciudad

Mientras Marco descansaba, Ernesto y su equipo fue a revisar el lado oeste de la ciudad, lugar donde se centraba la mayoría de la población.

--Hay que idear un plan para regresar, ¿qué hace este flojo dormido?--. Expresó Fernando mientras entraba al cuarto de Marco y Ashley.

--No es un flojo, solo que está cansado y ya, aunque es cierto, tenemos que idear la manera en que regresaremos--. 

--Hay que salir cuando todos estén dormidos, nadie se tiene que dar cuenta, que cada quien lleve un cuchillo, comida y provisiones--. 

--¿Para qué cuchillos?--. Preguntó Marco mientras sacaba de su mochila el C-100.

--Por si algo nos ataca--. Respondió Fernando mientras jugaba con su navaja mariposa.

--Los veo en la noche chicos, a menos que Ernesto nos llame para otra de sus absurdas misiones, estaré en mi cuarto, descansando--. Agregó Fernando mientras abandonaba el cuarto.

Se quedaron solos Ashley y Marco, Marco se acostó con los ojos abiertos mientras pensaba, "quien era ese hombre que estaba en aquel lugar, como nos pudo alcanzar tan rápido".
Marco no podía quitar de su mente la imagen del hombre, su silueta negra, parecía un espectro, pero no tenía cara.

--¿En qué piensas?--.

--En nada interesante, sólo pensaba en mi futuro--. 

--Muy bien, ¿qué quieres hacer al regresar a casa?--. 

--Pues la verdad no sé, simplemente yo acepté este trabajo pequeño, para ganar algo de dinero, yo trabajaría a lado de mi futura pareja--. 

--Bien dicho, a mí me gustaría ser maestra de Historia en alguna universidad prestigiada de América--.

--A mí me gustaría vivir en Dallas, es una bella ciudad, mis padres son de allí, pero se vinieron a México a vivir y fue dónde yo nací --. 

--¡Qué bien!--

--Bueno, voy a dormir un rato, cuando venga Ernesto me despiertas--. Expresó mientras bostezaba y se acomodaba en la cama.

Ashley se le acerca y le besa el cachete a Marco y mientras se aleja le dice:
--Está bien, descansa dormilón--.

Ambos durmieron hasta que fueron interrumpidos por la llegada del grupo de Ernesto, se levantaron y se alistaron, para recibirlos de manera cordial, Marco se peinó frente al espejo y Ashley se lavaba la cara, entró al cuarto y los miró a ambos arreglándose, trató de comprender lo que sucedía, sus cosas se encontraban tiradas, por lo que abstuvo de seguir entrando y prefirió dar el anunció desde donde se encontraba.

--Buenas tardes jóvenes, veo que "acomodaron" sus cosas, en fin, los esperamos en el comedor para platicar sobre lo visto, por cierto, la comida ya está servida--.

--Sí, ya vamos--. Contestaron ambos de manera simultánea.

Marco se levantó de golpe al escuchar que la comida estaba lista, pues no comía nada desde que todos se presentaron y valla que moría de hambre, luego de que ambos salieran al campamento, se dieron cuenta de que los 3 cuartos estaban conectados en una misma habitación en común, los trajes seguían recargándose en cada habitación y en medio de los 3 cuartos había una mesa con la comida servida, había otro cuarto de mando, que es dónde se encontraba el radar general del lugar, a ese cuarto el único autorizado a entrar era Ernesto, pensó que tal vez se relacionaba con lo que les tenían oculto.

Una vez que estuvieran los seis sentados en la mesa, dispuestos a comer, Ernesto se levantó y les dijo:

--Ashley, Marco, Fernando, ¿cuál es su informe de la misión?--.

Marco pensó en decirles la verdad.

--Encontramos un...--

Pero fue interrumpido por su compañera Ashley.

--Un bosque, un gran bosque con varios pájaros mutados por efecto de la radiación y nada más--. 

Ernesto notó que Ashley interrumpió a Marco, por lo que preguntó una segunda vez con la intención de que dijera la verdad.

--Interesante, ¿ te gustaría comentar algo Fernando, Marco?

--Nada, nada, no hay nada interesante que debamos decir--. Repuso Fernando.

Había tensión en la mesa, y eso se notaba en todos ellos, Marco quiso romper esa tensión mintiendo, pues el sabría que todo lo descubierto sería para ellos mismos.

--Sí, nada interesante, si algo interesante llega a suceder, nosotros le diremos--. 

--Hmmm, está bien, no se preocupen, en fin, nosotros; Adele, Tomás y yo, nos dimos cuenta que, al igual que ustedes, hay un bosque, luego nos adentramos más a la zona urbana, había una feria abandonada, los juegos estaban oxidados, el nivel de radiación era alto, las moléculas del aire estaban totalmente contaminadas, pero eso no es todo, había huellas en la tierra, huellas tamaño de humano, eso quiere decir qué hay vida en este lugar...-- Terminó de hablar Ernesto mientras veía al grupo de Marco.

Marco y su grupo se veían sorprendidos, no podían creer lo que Ernesto les dijo, a su mente se le venía la imagen de aquél hombre, un hombre cuyas capacidades no tiene cualquier hombre, Adele los observó, y por los rostros de miedo que tenían quiso tranquilizarlos dando la siguiente noticia:

--Eso no es todo, también había muchos compuestos químicos en estado de putrefacción, hay que ir a limpiar eso antes de irnos a nuestros países--.

--Exacto, pero eso no será ahorita, ustedes irán al lado Este de la ciudad y nosotros nos quedaremos a descansar y a recargar nuestros trajes para ir en la noche al lado Oeste de la ciudad, así que vayan a sus recamaras, preparen sus trajes, tienen 10 minutos--. Ordenó Ernesto al grupo de Marco.

Marco y su equipo no dijo nada y fueron a alistarse a sus respectivos cuartos, los tres se encontraban con la piel de gallina, pues regresarían a la misma zona del reactor.

--Ash, no puedo creer que Ernesto nos halla mandado a revisar el Este de esta ciudad contaminada--. Se quejó Ashley




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