Te soñé sin pensarlo,
solo te vi y no pude contener
las ganas de abrazarte,
solté lo que llevaba y
corrí a tu encuentro,
abriste los brazos como
cuando aun estabas aquí,
con aquella sonrisa enorme,
te abrace tan fuerte
que las lagrimas empezaron
a rodar por mi mejilla y
mientras lloraba el sueño
se iba disipando, desperté
llorando pero a la vez con una sonrisa ,
porque después de tanto tiempo
pude soñarte, abrazarte y
lo sentí tan real como
si no hubiera sido un sueño.
Pero luego comprendí una vez más
que tu recuerdo siempre dolerá.