Capítulo 12: Malentendido y compromiso
Alucard sintió la intensa mirada que su hermano menor Arthur le daba, una sensación de felicidad le llegó al saber que tiene un hermano menor en este mundo.
Terminando de comer, Alucard tomó la iniciativa de hablar al ver como todos habían terminado de hablar — Padre y madre, sé que pensaste en abandonarme— miró las caras sorprendidas de ambos, antes de que interrumpieran continuo hablando— Estos seguro de que esta vez mi talento mágico es fuerte y soy digno del nombre Welgotolok. Por favor, prueba mi talento mágico y no me abandones— dijo con una cara sería.
Ambos adultos continuaron pareciendo solemnes y miraron la cara sería de Alucard, la Reina hablo — Bien, pero no creas que serás heredero— dijo con una cara sería.
A lo que el Rey agregó — Sí, ya vi tu poder mágico, no hay necesidad de que muestres. Aun así deberías de mantener ese ritmo y ser más fuerte, claro. Estábamos pensando en hacer un contrato de matrimonio con la hija del reino amarillo, pero se rechazaron los dos reyes, no cumples los requisitos. Ahora tu matrimonio será con Bextril Lomok— dijo con una voz llena de majestuosidad que no dejaba discusiones.
Alucard miró la cara sorprendida de Bextril y también como lo miraba con aquellos ojos llenos de energía.
Se sintió extraño, nunca hubiera pensado que algo así se desarrollaría solo por querer vivir en este castillo y tener los recursos.
Arthur miró toda esta interacción con una mezcla de emociones indescriptibles y se sintió feliz, aun así no sería dejado de lado. Es el heredero de la casa Welgotolok.
Alucard miró como los dos adultos se levantan con gracia y se retira con la cara en alto, se sintió divertido por esas extrañas cosas que hacen los habitantes de este mundo y no se olvidó de mirar a Bextril para darle una sonrisa que trata de transmitirle una sensación de calidez y que no se preocupe, pero parece que fue un malentendido y ella se sonrojó para salir corriendo.
Solo quedaron los dos hermanos Welgotolok en la mesa, ambos con una cara fea sin saber como romper esta atmósfera incómoda y Alucard respiro hondo para hablar— Entonces Arthur, ¿te gusta alguna chica?— termino de preguntar y sonrió con calma.
Nunca hubiera esperado que Arthur Welgotolok se levantara y lo mirara con un rostro lleno de odio, tristeza y violencia oculta.
Alucard se asombró y no sabía que decir, pero no fue suficiente para salvarse de esa mirada. Arthur se marchó con pasos fuertes y violentos llenos de una ira como un demonio o un borracho sin alcohol.
Alucard miró la espalda de Arthur y se preguntó en voz baja — ¿Qué dije?— termino de hablar y un suspiro salió de su boca.
Entonces le llegó como un rayo, recordó que este niño mimado en realidad tiene sentimientos encontrados por Bextril Lomok y según la novela, fue lo suficiente fuerte como para unirse a la batalla contra el reino amarillo y destruir a Layta.
Alucard miró en silencio las sillas vacías y maldijo por lo bajo — Mierda— dijo de manera solemne.
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Editado: 25.09.2024