Olivia
Me voy a tatuar
Ya no hay vuelta atrás, ya hemos decidido que tatuaje hacernos, al principio no entendía el porque de ese tatuaje pero después Taylor me explico.
Nos vamos a tatuar el punto y coma.
Que significa? Pues te digo es algo un poco profundo.
Las personas que se hacen este tatuaje quieren representar su propia lucha contra el suicidio y su victoria sobre él.
Cuando Taylor me lo dijo no pude evitarlo y me derrumbe a llorar, el estuvo conmigo todo el tiempo, accedí hacerme el tatuaje y ahora me encuentro en una silla con mi espalda recostada en esta y mirando el techo el cual está decorado con imágenes de superhéroes.
-No seas cobarde copito- me dice Taylor y frunzo el ceño ante su estúpido y cursi apodo.
-Copito?- repito incrédula
-Nos conocimos en una noche de diciembre en medio de la nieve pienso que copito es muy bien apodo-dice mirándome fijamente.
- No tienes algo mejor?-pregunto
- No que tal mala suicida- dice con un tono divertido
- ja ja ja, que divertido, enserio me lo vas a repetir toda la noche- exclamo
- Si- responde.
No había pensado en eso que pasará después de hacernos el tatuaje, nos iremos cada uno a nuestras casas y seguiremos con nuestras vidas, yo seguiré con mi miserable vida y jamás lo volveré a ver.
Si, eso es lo que pasará.
-Está lista- pregunta el señor que me tatuara, deduzco que tiene unos cuarenta años, está totalmente lleno de tatuajes y perforaciones, un niño de cinco años le tendría miedo.
Asiento y el se prepara para empezar.
La mano de Taylor toma la mía y las entrelaza, nose porque pero un extraño cosquilleo se forma en mi estómago.
Brinco cuando siento la pequeña aguja en mi piel, pero lo extraño es que me empiezo a reír, carcajadas salen de mi garganta, los dos hombres me miran con el ceño fruncido.
No paro de reír y eso causa que Taylor imite mi acción, ahora los dos estamos partidos de la risa con un intimidante hombre que nos mira confuso.
-Lo siento pero me dieron cosquillas y no lo pude evitar- digo algo agitada.
-Vamos niña ni que te colocarás alguna aguja o navaja en tu piel y ya no te cause daño-bromea, pero para mí no es una broma e inmediatamente me pongo seria y Taylor lo nota porque me mira con el ojos entrecerrados, el señor no se dió cuanta de mi reacción y continuo con su trabajo.
El tiene razón ya no me causa efecto ver algún objeto cortopunzate, pues tengo que admitir me he hecho daño varías veces ya sean con navajas, tijeras, lápices o algo que sea afilado, es que no puedo evitarlo los ataques llegan así de pronto y esa acción es lo único que me tranquiliza.
-Tu te cortas?- pregunta Taylor lo suficientemente bajo para que el señor no nos escuche.
-Si- susurro
- No tienes marcas en tus brazos- dice
Yo bajo la mirada, no me cortó en los brazos porque se que serían visibles, así que me corto en las piernas, porque se que es un lugar no visible para las personas y solo yo puedo ver, por eso no último ni faldas ni vestidos cortos porque aunque mis cicatrices no se ven con vestido o falda prefiero ser precavida y que nadie lo noté.
Taylor entendió a qué lugar me refería y apretó su agarre y devolvió la mirada al tatuador el cual ya había terminado su trabajo.
-Listo- dice
Inmediatamente dirijo mi vista al tatuaje, un punto y coma que se encuentra en mi mano izquierda pero más específicamente en mi muñeca, Taylor se va hacer el mismo tatuaje ya que el dice que también logro salir victorioso de aquel acontecimiento.
Veinte minutos después ya son casi las dos de la mañana y Taylor está en el baño mientras yo lo espero sentada en uno de los sillones que hay en el local.
- Nos vamos- dice Taylor llegando a mi lado, asiento y nos encaminamos por las calles todavía se ven personas caminado, algunas parejas van agarrados de la mano y sonrien felizmente.
Cuando yo podré sonreír así?
Creo que nunca....
- que quieres hacer?- dice Taylor quitándose la capucha de la cabeza, mis sospechas son ciertas, su cabello es de un negro noche que combina perfectamente con sus ojos azules.
- No lo sé-digo
Mi mirada se dirige a The London Eye es uno de los lugares más emblemáticos de toda la ciudad, Jimmy insiste en que suba con el ya que es su lugar favorito en todo el mundo mundial como el dice, pero yo le temo a las alturas y se me es imposible respirar bien cuando estoy en un lugar tan alto, ni se cómo no me desmaye cuando estaba en el puente.
Taylor sigue la trayectoria de mi mirada y sonríe.
-Quieres subir?-pregunta y niego con la cabeza.
- Vamos, no me sigas que le tienes miedo a las alturas copito, hace un rato estabas en un puente con una altura favorablemente alta, así que no me vengas con ridiculeces.
-Les tengo pavor a las alturas, ni se cómo me logré subir al puente- no sigo hablando y cierro mis ojos, una punzada en mi cabeza hace que quede en blanco- a parte vomito si me subo.
- No me importaría limpiar tu vomito- dice y se encoge de hombros.
hago una cara de asco ante su comentario y se hecha a reír.
Un flash hace que cierre mis ojos, cuando los abro en cuento a un Taylor partido de la risa.
- Que te pasa-le pregunto.
- La gente pagaría millones por esta fotos, te ves demandó graciosa-dice entre risas.
-Eres estúpido- digo y le doy un golpe en su hombro que lo hace tambalear.
-Venga vamos a la rueda- dice y hace un puchero que logra hacer que se vea realmente tierno.
-Está biennn-de un momento a otro Taylor sostiene mi mano y estamos corriendo en dirección a la rueda, aunque dudo que este abierta a estas horas de la noche.
Cuando llegamos había un hombre con uniforme de oficial, apreté mi agarre con el de Taylor porque siempre le he tenido un pavor a los policías después que pasó eso.
-Buenas noches señor-le mira la placa que está en su camisa- Méndez, lindo apellido, en mi antigua escuela había un profesor Méndez ese hombre era un ogro malvado, pero ese no es el punto, la rueda está abierta-finaliza con una sonrisa en dónde muestra todos sus dientes, yo lo miro e imitó su acción el hombre nos mira con una cara que grita "odio mi vida y a estos jóvenes"