Sucesos no tan extraños.

Pasó un buen rato pensando en que hacer. Quizá debería llamar a su jefe, para explicarle por que no había ido a trabajar ese día. Pero, ¿que le diría?

—Hola jefe. Sabe, ayer me desvelé jugando toda la noche. Por eso hoy no trabajé.
Eso sería lo más estúpido que podía hacer. Le dio vueltas a la situación hasta que se decidió a dejarle ese problema a la Alex del futuro. Revisó su pequeño refrigerador en busca de algo que pudiera comer. Sacó los restos de un pollo rostizado del día anterior. También unas cuantas tortillas de harina, que medio calentó en su horno de microondas y se puso a comer antes de meterse al vr. Mientras tanto, revisaba el Facebook desde su teléfono. Estaba lleno de memes de perros, gatitos y animé. Además de los virales de turno. Pero había algo que llamó su atención. Una noticia.
"Apagón misterioso"
Decía el título. Alex leyó la noticia por puro morbo.
«Anoche, mientras la mayoría de chilangos dormían, ocurrió algo poco común. Estaba distraído en lo mio. Ya saben lo normal, mirar memes, redes sociales, troles de Twitter... No me esperaba lo que pasó. Eran como las 3 de la mañana. Estaba frente a la compu, muy contento y de pronto todo se quedó negro. Casi me cago en los calzones. Me levanté para buscar una linterna o algo. Ahí me ven, totalmente ciego, caminando con las manos por delante y dando pasitos de bebé. Hice un desastre. Tire cosas y me caí varias veces. Pero justo cuando estaba por conseguir lo que necesitaba, (no es cierto, pero tenía que sonar dramático xD) se hizo la luz. Amén hermanos! Lo raro de todo ésto es que hace años, el alcalde en turno trajo al la CDMX los generadores anti fallos. Con todas las nuevas tecnologías, sobre todo la vr, es muy peligroso que este tipo de incidentes ocurran. Aún no sé sabe bien que fue lo que provocó el apagón, pero el secretario de la OLDEM, en su cuenta de Twitter, publicó.
"No hay nada de que preocuparse. Fue un simple falló en los transformadores que tienen un tiempo sin actualizar. Ya trabajamos en ello."
»No se ustedes, pero eso no me tranquiliza. No dejó de pensar en que hubiera pasado si, en lugar de estar frente a la computadora hubiera estado en la vr...»
El comunicador seguía durante varias líneas despotricando sobre la estupidez del gobierno. Alex por su parte, se quedó pensativa. Ella había estado toda la noche sumergida en la vr. ¿Que hubiera pasado si el apagón llegara hasta su casa? Ella vivía en la Neza. Así que no estaba muy lejos de donde había pasado aquello. Se rumoreaba que algo así podía freír te el cerebro, aunque no estaba comprobado. Aún así, no era algo que quisiera comprobar. El susto solo le duró hasta que encontró un buen meme sobre un tipo que prefería una cosa sobré otra, de la manera mas ilógica posible.
Al terminar de comer su improvisada cena, cerró el FB, se quitó los pantalones y se cambió la blusa por otra más ligera. Luego se dirigió a la cama, donde se puso los lentes de vr. El equipo en la mesita era una especie de cpu de tamaño medio.
—Vr on!
Exclamó con dirección al aparato. Un led al frente se iluminó de verde, indicando que estaba activo. Alex se acostó en la cama y cerró los ojos. La máquina hizo varios procesos de identificación que ella había automatizado para más comodidad. En cuanto terminó y tras una corta "pantalla" de carga, por fin entró a "Ayapán". Al frente había una posada para los roleros. Era un edificio de madera de dos pisos que abarcaba toda una cuadra. El edificio estaba pintado de color hueso que hacía contraste con los techos de teja. Al centro, sobre unas puertas dobles lo suficientemente grandes como para que un Nord de los más altos pasara sin problemas, había un letrero pintado que rezaba:
"El pajaro en su monte". Alex soltó una risita. Ese letrero siempre le causaba gracia. Como ése había varios por todo el juego. Se notaba que los desarrolladores eran mexicanos.
Después de abrir el cofre diario y mientras limpiaba su inventario de las recompensas del día anterior, saludó a su clan.
Abrió el menú y seleccionó el canal apropiado.
«Hola!»
Dijo en su mente mientras organizaba su inventario.
«Hola Nuriel»
La voz de sus compañeros llegaba a su cabeza directamente.
«Nuriel! —Exclamó una voz diferente de la anterior— ¿Sabes del nuevo calabozo que descubrieron cerca del bosque de zeltos?»
«¿Nuevo? No, no me enteré. Últimamente he jugado solo la historia. He estado desconectada!»
«Ya veo! Ve a verlo cuando tengas un tiempo, dicen que tiene buenas recompensas.»
«Eso haré. Gracias por el dato.»
«Dale suerte!»
Tampoco tenía mucho más de que hablar, así que la conversación quedó en eso. Pero otra voz le llegó a la cabeza. Esta por fuera del canal de clan.
«Nuriel! Cómo estás? Hoy también irás a la historia?»
Era Tanke, Alex lo reconoció rápidamente.
«No, hoy no. Hoy toca farmear. Estoy bien por cierto y tu que tal?» Su voz había sonado neutral, como siempre que se comunicaba por medio del sistema de mensajes del juego. Pero en realidad estaba muy emocionada.
«Yo bien. Oye, si quieres podemos ir a un mapa alto para farmear y de paso prácticas tus habilidades.»
Se pusieron de acuerdo sobré donde encontrarse y a que mapa ir, no tardaron demasiado, pero aún así Alex terminó con su inventario antes de que estuvieran de acuerdo. Cerró el inventario mientras seguía hablando con Tanke y se quedó con la mirada perdida al frente. Estaba distraída, así que tardó un rato en darse cuenta de que otro jugador la miraba fijamente. Eso la inquietó, por lo que, en cuanto decidieron donde verse Alex se teletransporto al punto más cercano posible.
Los mapas con niveles más altos, estaban lejos de los puntos de Tp. Así que, cuando estuvieran juntos, aún tenían que recorrer un buen tramo montando. Alex invocó a su lobo huargo, que era la montura que más le gustaba y esperó a Tanke jugando con el animal. No pasó mucho tiempo para que Tanke la alcanzara. Ella volteó cuando lo escuchó nombrarla por el canal local. El huargo gruño reaccionando a la inesperada acción de su dueña. Tanke la saludó desde lejos agitando una mano.
—Alex.
Lo escuchó desdé una distancia considerable. Era uno de los poco fallos que tenía Ayapán. Ayudaba mucho en una pelea, pues escuchabas al enemigo con anticipación, pero en una mazmorra podía provocarte unos sustos de muerte.  Parecía sonreír, pero conforme se fue acercando, se dio cuenta de que no era así.
—¿Qué pasa?
Preguntó preocupada. En el mensaje le había parecido muy animado.
—Lo lamento. —Se disculpó Tanke—. Ocurrió algo afuera. No podré acompañarte ésta vez.
Su expresión era de pena absoluta. Alex se sentía devastada, pero lo oculto lo mejor que pudo.
—Claro no te preocupes. Espero que se resuelva.
—Gracias. Solo vine a avisarte. Ya debo irme.
Se despidió con un ademan. Enseguida su pj se quedó mirando hacia la nada. Un momento después desapareció. Alex se quedó desanimada en el mismo lugar. Ya no tenía ganas de hacer nada. Su huargo se acercó y restregó su cuerpo contra el de ella de forma cariñosa. Parecía que comprendía lo que pasaba pero solo era una IA. De todos modos Alex acarició su hocico. Puede que no fuera real, pero igual era relajante. En ese momento miró a su alrededor. Había un pj que la miraba fijamente. La primera vez creyó que estaba admirando su vestimenta, eso ocurría a menudo. Sobretodo cuando te vistes de manera muy llamativa, o con artículos de alto nivel. Pero este era el mismo tipo de antes. Acaso la estaba espiando o algo así. Apartó la mirada y se alejó llevando a su montura por las riendas.
—Lo estabas esperando.
Eso no era una pregunta. El tipo que la había estado observando le hablo. Fue algo muy perturbador pues lo escuchó muy cerca, aunque el tipo estaba al otro lado de la calle. Alex lo ignoró y siguió caminando.
—Lo conoces verdad. Se nota. Vi como su sonrisa se borró en cuanto se dio cuenta de que estabas aquí.
Eso la hizo enojar. ¿Qué le interesaba a este tipo nada de lo que había pasado? Además, Tanke estaba triste por que no podía quedarse, no por que la hubiera visto.
—¿Que quieres?
Le preguntó dándose la vuelta para verlo de frente. Se sobresalto, el tipo estaba justo a sus espaldas. Ni siquiera lo había escuchado moverse. Se preguntó si había sido por un bug.
—Solo quiero hablar. —Aseguró.