Un Recuerdo De Lo Nuestro

Cap. 5

Elisa Beltrán
octubre 2022

Nada hay más surreal que la

Realidad.

—Salvador Dalí

 

 

Después de haber tenido un lindo capitulo de la historia de Lucia y Gabriel, decidimos acercarnos, pues hasta apenas he reaccionado sobre que solo los observábamos, y eso en parte me hacia sentir… rara.

Y digo que rara por que nunca he tenido una relación formal, he salido con chicos sí, pero lo único que ellos querían era… divertirse, y lo único que yo buscaba era tener algo parecido a los libros.

En fin.

Nos acercamos y es ahí donde ellos parecen salir de la burbuja que habían creado…

—¡Chicos! No los vimos llegar… —murmura Gabriel.

—Como nos iban a ver, si estaban ambos dispuestos a dar un capítulo de telenovela. —dive Erick.

—Eso no es cierto. —asegura Gabriel.

—Si claro —dice Erick dando a entender que no piensa seguir con la conversación—. Bueno, vamos a las ¿maquinitas, o a dónde?

—Las maquinitas estarían bien, ¿no? —pregunto observando a los chicos, quienes enseguida asienten.

Caminamos haciendo paradas entre los puestos para poder ver como juegan las personas, y hubo un punto donde todos nos reímos sin poder evitarlo de un niño al observar cómo se le cae su helado, y este lo único que hace es llorar.

También nos paramos en un puesto donde venden ositos de peluche, y entre todos ellos, hubo uno que me llamo demasiado la atención…

—¡Miren! Ese osito es adorable…

—Si lo es, —dice Lucia— Lo bueno es que aquí hay caballeros, que nos compraran todo lo que queramos. ¿No es así Erick? —dice observando fijamente.

—Claro, por que no. —responde con una sonrisa en el rostro.

—¿Qué? No, no. Yo puedo comprarlo, en verdad no es necesario que lo hagas…

—Eli, si es necesario.

—Claro que no. Yo puedo compararlo, en verdad no quiero ser una molestia…—me corta.

—Elisa, tu no eres, ni serás, ni podrás, ser una molestia nunca. Al contrario, siempre será un placer poder tenerte cerca, y saber que es lo que te gusta, y que es lo que te molesta. Pero nunca una molestia, porque si así fuera, créeme, que hace tiempo yo me hubiese alejado de ti, desde el primer día lo hubiese hecho, pero no. Aquí estoy, y estaré, para poder verte cumplir todos tus sueños, y poder estar contigo en las buenas y en las malas. No importan las circunstancias, no importa si estoy del otro lado del mundo, siempre estaré para ti, y nunca será una molestia comprar algo que a ti te gusta. Mas bien será para mí un verdadero placer y honor, poder hacerlo. A si es que, si me lo permite bella dama, ¿Cuál es el osito que le ha gustado? —pregunta con una sonrisa en los labios.

Con vergüenza le señalo cual es. Y enseguida lo compra. La señora del puesto solo nos mira con una sonrisa, y estoy 100 % segura, que piensa que somos una pareja, pues ha susurrado que el amor esta en el aire, y que le recordamos mucho cuando ella conoció a su marido.

—Así es chicos, a mi marido lo conocí en la feria. El estaba con su mama y sus hermanos, y yo estaba con mi abuelita. El encuentro fue algo… divertido —ríe nostálgicamente— Yo iba jugando a no salir de la línea amarilla, mientras comía de mi helado, mi abuelita solo se ocupaba en decirme que no me cayera, para no lastimarme. Y bueno, como todo niño hace, no hice caso, y caí, pero… oh sorpresa, caí encima de un chico mas grande que yo por solo unos 3 años, y lo que más me divirtió fue que al mirar quien era, el helado había caído en su cara, provocando que una vergüenza y a la vez risa aparecieran en mí. Mi abuelita al ver eso enseguida se dirigió con pasos rápidos para ayudarnos, también lo hizo su mama de él. Y sus hermanos, … sus hermanos solo reían. Cuando me separe de él, pude observar que mi helado se había terminado sin ser aun disfrutado, y pues bueno, lo único que se me ocurrió en ese momento hacer, fue embarrarle el helado por toda la ropa que llevaba puesta, recuerdo perfectamente la cara de sorpresa que me dio cuando hice eso, la sorpresa en los ojos de mi abuelita, las ganas de reír de sus hermanos y de su madre, y no entendía por que en lugar de enojarse por tal bajeza que había cometido, solo empezaron a reírse ellos, hasta que su hermano dijo que por fin alguien lo había puesto en su lugar, su cara de el era un poema difícil de entender, primero por que tenía su cara llena de sorpresa, segundo por que se mezclo con la ganas de reír, tercero por que la vergüenza que también lleno su rostro, y cuarto porque nunca nadie se había atrevido a humillarlo. Fue tiempo después en el que nos volvimos a ver, y también fue cuando el me explicó esa parte, y que si se había prometido en encontrarme era para poder pagar lo que había hecho… —sus ojos se cristalizan— Sin saber que me hizo pagar de la forma más hermosa del mundo…

—¿Cual fue? —pregunto.

Me mira con las lagrimas casi escurriendo— Hacerme su esposa, hacer de mi la mujer mas feliz del mundo, haber encontrado mi yo real, el haberme ayudado a salir adelante con todos los demonios que solo yo llevaba, por no haberse ido, por siempre estar conmigo. Y en verdad esa es una parte que siempre recordare de él, y que también le agradeceré el resto de mi vida. —carraspea tratando de controlar el llanto que provocó ante esa confesión. —Pero bueno, lo que paso, paso. Y lo único que nos queda es disfrutar de todo lo que nos ha dado la vida. A si es que chicos, en verdad espero que su amor se para toda la vida, y que sean felices, como lo fui yo con él.



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En el texto hay: #amor #drama #dolor

Editado: 09.09.2024

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