7. Retomando la lista (¿Bailamos?)

7. Retomando la lista
 

Desde que estoy viviendo en el apartamento con Sergio, despertar se ha vuelto un desafío, una cama cómoda y unas almohadas envidiables, pero hoy no es el caso, siento dolor en todo el cuerpo, más exactamente en la espalda baja, así que el levantarme esta como complejo.

Después de unos minutos lo logro, camino y trato de estirarme y logro llegar a la primera parada del día ... el baño. Siempre me demoro mas de lo normal, no soy muy fan de los espejos, no me gusta verme reflejada en ellos, pero hoy me mire y algo me llamo la atención.

Estoy sangrando por la nariz, me desespero y busco con que limpiarme, me quito la toalla que tengo enrollada en el cuerpo y me tapo la nariz, levanto la cabeza a los minutos, siento que ya ha parado y la bajar la cabeza así lo confirmo, me lavo la cara para tratar de que las lágrimas se diluyan con el agua.

Sabia que esto en algún momento iba a empezar a suceder y más por la ausencia de mis periodos, hace meses no me baja nada, eso es producto de la enfermedad. Por unos momentos recuerdo donde estoy y que debo aligerar la lista

Salgo de la habitación con la mejor cara, buscando a Sergio, pero todo está en silencio, sus golpes no se veían bien, así que después de colocar hacer un poco de café, voy hasta su habitación y toco varias veces, hasta que escucho que la puerta que da a la calle se abre y entra Sergio con una bolsa de roscones

- A este ritmo serás el cliente estrella de la panadería – asiente y me entrega la bolsa de roscones –

- Ese es mi objetivo que me den roscones gratis – se sonríe –

- Sabias que existe algo llamado "ñapa" – frunce el ceño –

- No, ¿Qué es eso? – saco dos vasos los lleno de café y le paso uno y me quedo con el otro –

- Es una gratificación pequeña con que se recompensa un servicio eventual, en este caso como eres un cliente constante en algún momento te darán ñapa

- Ah ya ... mañana la pido

Conversamos de como paso la noche con respecto a los golpes y el susto, me dice el monto que nos robaron, 2 millones de pesos, mas o menos 2 salarios mínimos colombianos; al menos el monto mas grande esta guardado en mi cuenta.

- Te voy a dar el control de la cuenta Sergio – niega –

- No, es tuya, tu llevaras el control – me encojo de hombros –

- Como quieras

Es un riesgo que yo tenga el control de la cuenta, así que decido ir hasta el banco y dejar eso cuadrado, me arreglo para salir y lo dejo solo haciendo el almuerzo, una jugada arriesgada porque es sabido que el ex ricachón no es bueno en las artes culinarias, confiemos en que mis clases les hayan servido.

Se ofrece a llevarme, pero declinó la oferta, aunque es atrayente, al final decido que no, el no debe saber lo que voy a hacer. Tomo la libreta donde tengo la lista y observo el último ítems o el que debería estar ahí, pero no lo escribí... acercarme a mi familia.

Hoy es el día, no hay otro, quizás no me alcance y me queda con la sensación de que pude ir hasta donde ellos y explicarles lo que estoy viviendo y pues me demostrarán un átomo de cariño así sea en estos momentos tan dolorosos.

Esa parte si se la digo a Sergio, él está optimista en que ellos van a hacer algo, que ese algo no sabe que tan algo puede ser ... bueno. De todas maneras, me entrega un papel con el número de teléfono del apartamento, ante cualquier eventualidad que llame, él estará pendiente.

Salgo y me dirijo hacia la estación mas cercana del Transmilenio, esta vacío y le día que empezó tenebroso, se va tornando más agradable; primera parada el banco, hago todo el papeleo y dejo como segunda persona encargada a Sergio Jiménez, verifico los montos que han ingresado y doy el visto bueno a que si algo me pasara la única persona que puede hacer uso de la cuenta es él y que del dinero que es mío se los entregue a mis padres.

La chica que me atiende me queda mirando raro y le explicó que estoy enferma y que él es mi pareja, una mentirilla que no hará daño a nadie. Salgo de ahí directo hacia donde mi hermano, esta lejos así que tomo otra vez el Transmilenio y hago varios transbordos hasta llegar hasta mi destino.

Al caminar hacia la unidad residencial donde vive, siento la sensación de correr hacia atrás y no volver, pero pienso que no tendré otra oportunidad. El vigilante me hace el gesto que entre, me da la sensación como si me esperaran, no le hago caso y sigo hasta el apartamento de ellos, a lo lejos diviso a mis dos hermanos y sus respectivas esposas, noto la molestia de ellas al verme llegar

- Hola ... - mi hermano mayor se me acerca –

- Hola Constanza ... ¿Qué haces aquí? – me tenso y miro a mi alrededor y es cuando noto que hay licor, música y están por empezar a hacer un asado –

- Vine ... vine ... - mi cuñada me interrumpe –

- Viniste a ver si tenemos fiesta, no lo niegues sabias que hoy estamos de aniversario – frunzo el ceño porque no sé qué fecha es –

- No sabia ... - se ríe de mi –

- No está invitada ¿verdad mi amor? – le pregunta a mi hermano y él asiente –

- Yo no vine por eso – bufa –

- No puedes estar aquí, esto – señala todo- es una fiesta de parejas y tu no tienes pareja

- Ya me lo dejaste claro Sandra – se me acerca en compañía de mi otra cuñada–

- A tu edad nosotras ya estábamos casadas ... mírate, no te arregles, ese cabello esta sin vida, estas verde ni para maquillajes tiene, mejor es que te vayas, los invitados pensaran que tengo muchacha de servicio – me señala la salida, tengo los puños apretados –

- Tranquila ya me voy ... ¡engendros del demonio! – grito con todas mis fuerzas y voy hasta donde están haciendo los asados y volteo todo eso –

Corro sin mirar atrás, por momentos sentía que me perseguían y que mis hermanos gritaban cualquier cantidad de malas palabras; cuando siento que mis pulmones arden por el esfuerzo dejo de correr y me caigo sentada en el frio pavimento, las lágrimas salen solas, el pecho duele y la garganta la siento casi cerrada.