Al entrar a clase solo puedo pensar que en hacer, desconfiar por algo tan pequeño como esto es patético, muy a mi pesar algo en mi interior me impulsa a descubrir qué está pasando, no se puede describir con facilidad es inexplicable ese impulso que surge en medio de mi indecisión.
¿Ese trabajo es tan importante como para mentirme?
No puedo tener la mente enfocada en lo que el maestro explica con suma atención, las fórmulas van y vienen resolviendo problema tras problema, el tiempo para decidir se va agotando poco a poco.
¿Seguirlos es traicionar su confianza?
La intriga vence a mi razonamiento en este enfrentamiento, al terminar la clase mandó un mensaje a mis amigos.
Deva
Tengo prisa, me voy a casa ya.
Tal vez si estoy rompiendo su confianza, nunca miento para hacer algo así, no hay vuelta atrás cuando mandó el siguiente mensaje a Alice.
Deva
Te voy a pedir un gran favor,no te puedes negar.
En verdad es importante
Alice
¿Sucede algo Dev?
Deva
Tengo un asunto que resolver, es urgente y mis padres no pueden saber
Alice
¿Estás bien?
¿Necesitas ayuda?
¿Dónde estás?
Deva
Cuando tengamos un momento a solas te contaré, por ahora solo cúbreme.
Si mis padres te llaman, les dirás que estoy contigo.
Alice
Mierda Dev, sabes que no puedo mentir además tu madre me da algo de miedo.
Deva
Solo es un rato, no te lo estaría pidiendo de no ser necesario Ali...
Alice
De acuerdo
Me imagino su cara de nervios al tener que mentir.
Deva
Te debo una Ali, una cosa más, ni siquiera Lucas se puede enterar de esto.
Alice
Más te vale no tardar, me debes una muy buena explicación
No respondí más, salí deprisa para tomar el autobús, me dejaría en el centro del pueblo, caminaría un poco más y estaría justo en mi destino, la comisaría del pueblo, el lugar de encuentro de los sospechosos.
El recorrido es corto, me bajo con las manos temblorosas y sudorosas.
Saludo con amabilidad a quienes pasan cerca, por un lado quiero imaginar que ellos nunca acudirán a ese encuentro y estarán todo la tarde en su despacho como me dijeron, y un lado un poco rebelde que no se de donde demonios sale me dice todo lo contrario.
No puedo estar tan cerca así que me escondo tras unos árboles justo viendo la entrada, no hay muchas personas dentro, sólo las mismas que han trabajado allí por años.
Los minutos pasan y aun no aparece nadie, la calle se mantiene igual de solitaria ni un alma pasa, justo cuando iba a sentir alivio de que mis sospechas no fueran ciertas los vi.
Van de la mano charlando, ambos con su vestimenta elegante de siempre, no resaltan por el contrario se camuflan con el ambiente lastimero que envuelve Billmurth.
Sus pasos eran decididos sin una pizca de duda en su mirada, no iban a tomar una taza de té y hablar sobre el cambio climático, conocía esas expresiones, las suelen usar cuando de trabajo se trata, los abogados Moretti se toman muy en serio su labor contra la injusticia.
Mintieron, es el primer pensamiento que se me viene a la mente al ver cómo saludan al oficial Jones, terminó recostada en el tronco de un árbol analizando lo sucedido.
No quieren que me enteré de lo que está sucediendo, eso está claro.
Antes de poder evitarlo estoy rodeando el lugar en busca de la ventana que da directo a la oficina de Jones, supongo que ahí estarán hablando.
La ventana es reducida y con un marco ancho, a simple vista parece antigua al igual que todo el edificio, es pequeño de tan solo dos plantas pero cuenta con recepción, más adelante oficinas y una sala pequeña que usan como zona de comidas y el corto pasillo una reducida sala de espera, justo en el fondo una puerta un poco más pesada indica en camino a los calabozos o celdas.
En la segunda planta hay un montón de estantes con carpetas de diferentes colores y tamaños, con un par más de oficinas.
La de Jones es una de las primeras oficinas de un costado, mantengo los pasos alertas a cualquier ruido extraño, las paredes desgastadas permitían que el sonido saliera con claridad.
—Los rastros son inconclusos, las víctimas han desaparecido de un momento a otro
—Algo de todo esto nos debe ayudar
—Una pista es el único recurso que tenemos, la más concisa hasta el momento
Me apoye más en la venta, logre ver un sobre con una etiqueta azul, un azul demasiado oscuro.
—¿Qué estamos esperando? —se alzó la voz ansiosa de mamá
—Debemos ser precavidos, estamos ante un peligro inminente señores
—Perder el tiempo también se convierte en un peligro.
—Lo entiendo, por eso cuando inicie la búsqueda le notificaremos personalmente.
Se levantaron con la clara intención de irse poco satisfechos.
—Cuide muy bien los documentos Jones
Esa fue su gentil despedida después de su charla como amigos de toda la vida
Su rostro denotaba profesionalismo, no le dirigieron la mirada a nadie en su camino a la salida.
Espere tras la pared unos minutos, no se que hacer, pensar con claridad es un poco difícil todo se vuelve confuso con la conversación anterior que se mantiene aún presente en mi mente.
Su voz de Jones me trajo de vuelta
-Lena, cariño.....
Salió de la oficina para atender la llamada de su hija, los documentos que revisaron ya no se encuentran en la mesa.
No se si estoy haciendo lo correcto, solo escucho esa punzada en el pecho que me guía, algo un tanto irreal pero a mi parecer es solo curiosidad.
Esos papeles con la etiqueta azul, no es la primera vez que los veo, son recuerdos borrosos aún así están ahí; mis padres saliendo del despacho, Bianca con unos documentos tras su espalda y lo mas notorio de estos es la etiqueta en la esquina superior derecha de un azul tan oscuro que casi llega a negro....
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Editado: 22.09.2024