Capítulo 2. Inesperada invitación.

Jin.

–¡Jimin! ¡Apresúrate o llegaremos tarde! –le gritó Namjoon por quinta vez.

–No tiene caso, vamos a llegar tarde –dijo Yoongi, sin quitar la vista de su celular.

–¡Te escuché! –le gritó Jimin a lo lejos.

–¡Esa era la idea, Park!

–¿Podrían dejar de gritarse? Intentó llamar a Tae, para saber si lo esperamos o lo vemos allá –dijo Hoseok, con el celular en la mano.

–Mejor vete a la otra habitación, Hyung, aquí el ruido no se va a acabar –le sugirió JungKook, haciendo que Hoseok asintiera, yéndose de la sala –. ¿Hyung? ¿Estás bien? Te veo algo decaído –me dijo él, mirándome con preocupación.

–Estoy bien, me he estado desvelando estos días –fue mi respuesta, pasando una mano por mi cabello.

–Debes descansar mejor, no es bueno para tu salud.

–Voy a hacerlo, bebé –bromeé, dándole una pequeña sonrisa. Él la devolvió, antes de prestar atención a su celular, y por su sonrisa, supe que era Anya.

Una de las mentiras más comunes que decimos, es “estoy bien”. Sé que no tendría por qué mentir acerca de mi estado de ánimo, pero, ¿cómo puedo expresar algo que ni yo mismo entiendo? Me siento perdido, confundido y frustrado desde hace un tiempo, estoy estancado.

Han pasado demasiadas cosas estos meses, no todas tan malas. JungKook entró en una relación, aunque con su inexperiencia casi lo arruinó, pero ya todo está bien. Taehyung parece ir por el mismo camino, sólo que Meredith es más cautelosa y recelosa, así que su único obstáculo, puede ser que ella logré abrirse un poco más. No veo a los demás con intenciones de entrar en una relación, y por supuesto, yo soy el último de la lista.

No, no me malentiendan, no odio el amor o algo como eso, sólo que no me encuentro en un buen punto de mi vida ahora, como para ofrecerle una relación estable a alguien. Ahora estoy dedicado al grupo, a nuestra música y a las ARMY´s. Sí, entrar a BTS ha sido una de las mejores decisiones que he tomado, encontré a amigos y hermanos de por vida, pero, ¿por qué me siento tan vacío?

Es como si hubiera perdido la pasión, mis objetivos y deseos. Estos pensamientos han hecho que no logre conciliar el sueño, porque quiero una respuesta que calmé mis nervios, sin embargo, no encuentro ninguna que me satisfaga o que las contesté, lo que hace que me irrite y ponga de mal humor. Trató de no mostrar esas emociones, de mantener un perfil bajo sobre esto.

¿Quién podría entenderme, cuando no ha pasado por algo así?

–Ya estoy listo, ya nos podemos ir –anunció Jimin, llegando con el regalo que habíamos escogido para la dulce Rosie.

–Tu impuntualidad va a hacer que te golpeé algún día –murmuré, tratando de hacerlo enojar.

–¡Oye! No fue intencional –sonreí al ver que había logrado mi objetivo.

–Recuérdalo cada vez que vayamos a salir, a ver si eso hace que no lo hagas de nuevo –como siempre, el enojo de Jimin me parece tierno, así que me rio un poco.

–Tae dice que nos verá allá, que va en compañía de la chica que ayudó con lo del pastel –avisó Hoseok.

–Pongámonos en marcha, y como castigo, Jimin va a tener que esperarlos en la enteada de la academia –dijo Namjoon.

–¡Eso no es justo!

–La vida no es justa, pequeñín –me burlé, pasando a su lado, para ir a la camioneta.

Sí, recuerdo que Taehyung dijo que le pediría ayuda a Kate para que le ayudara a decorar el departamento de Meredith, para que nosotros nos alistáramos. No recuerdo haber conocido a alguien como ella, demasiado dulce y transparente. Sentí algo de pavor cuando me reconoció, pero me relajé cuando aseguró que nadie sabría que estaba ahí. Estos días he querido estar solo y tranquilo, sobre todo, cuando me arriesgue a ir al restaurante por un pedazo de pastel.

Fue demasiado riesgo para sólo ir a comer un pastel, pero por extraño que parezca, al probarlo por primera vez, me sentí energético, motivado y feliz. Disfruto la comida, cocinarla y prepararla, pero la disfruto mucho más, cuando la saboreo hasta casi atragantarme. Mis maneras de disfrutar son raras, pero hay algo en la comida que te hace sentir feliz y satisfecho, y ese pastel hizo más que eso, me hizo sentir en calma y paz.

Fueron como veinte minutos de paz y armonía que necesitaba, donde no existía ninguna pizca de desánimo, y fue una sensación muy cómoda. Ahora que lo pienso, ella va a estar en la pequeña reunión para Rosie, tal vez podría aprovechar y pedirle la receta de ese pastel, cocinar puede ayudarme a reflexionar acerca de estos pensamientos que he estado teniendo desde hace un tiempo.

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–¡Hyung! Agarraste muchos bocadillos –se quejó Jimin, al ver mi plato exageradamente lleno de todos los dulces de la mesa.

–No veo ningún letrero que indiqué algún limite, así que puedo llenar tanto como quiera mi plato –aseguré, sacándole la lengua.

–Any, dile que dejé de tomar tantos, nos dejará sin nada –le pidió a Anya, que veía la escena con diversión.

–Minie –lo llamó de manera cariñosa, como si se tratará de un niño –, todos sabemos que Jin come como si no existiera un mañana, pero no es tan cruel para dejarte sin nada.