Capítulo 13. Cumpleaños para una hermosa bailarina.

Kate.

–¡Baja eso con cuidado! –le gritó Jin a Hobi, corriendo hacia él –Te juro que si lo tiras, voy a golpearte.

–Estoy teniendo cuidado, lo juro –se defendió él.

–Cuando estas de mandón, caes mal –lo acusó Yoongi, pasando a su lado.

–No me importa tu opinión, quiero que todo quede perfecto.

–¡Kate! ¡Dile algo! –me suplicó Jimin, haciendo un puchero con sus labios.

–Lo siento, soy una esclava al igual que tu –me disculpé, alzando las manos en un gesto de paz.

–Ya, dejen de quejarse y mejor trabajen –exigió Jin.

Evité reírme, así que continúe llevando los recipientes con comida al pequeño salón que habían rentado para la ocasión. Debo admitir que Anya, JungKook y Jimin se lucieron con la decoración, era muy bonita, con unos tonos rosas y morados muy tenues y lindos. No sé a quién se le ocurrió poner pequeñas bailarinas de papel en cintas y colgarlas, pero fue una excelente idea.

–¡Todo es muy bonito! –chilló Rosie emocionada, que llevaba las servilletas y cubiertos.

–Gracias, nena, tu opinión ha sido la mejor hasta ahora –le agradeció JungKook, acariciando con ternura su cabello.

–Ve hacia donde caminas, JungKook –le advirtió Jin.

–Tranquilo, Hyung, todo está bajo control –lo tranquilizó, pero al estar levemente distraído, casi choca con la puerta, pero gracias a Namjoon que lo sostuvo de la sudadera, no pasó.

–¡Niño! ¿Qué fue lo que te dije?

–Lo siento, fue mi error.

–Estoy seguro que tanto tiempo que has pasado con Anya, ha hecho que se te pegue su torpeza.

–Gracias al cielo, a nadie se le ha pegado tu manía de ser un mandón cuando estas estresado –se burló Anya, quien sólo llevaba un mantel –. Si sigues así, las canas no dudarán en hacer una aparición en tu cabello.

–Para eso existen los tintes de cabello, cariño –le guiñó un ojo, haciéndola reír.

Luego de eso, seguimos preparando todo. La única que faltaba era Meredith, quien fue por Farijh a la universidad, entreteniéndola en lo que terminamos. Estábamos calentando la comida, acomodando la mesa, los platos, vasos y cubiertos, mientras que Rosie nos ayudaba en lo que podía, haciéndonos reír por sus ocurrencias y actos tiernos. De repente, recordé lo que me pasó ayer con Jin.

No esperaba ese cambio de actitud y confianza, pero me agrada muchísimo. Jin de verdad tiene una gran pasión por la cocina, se le nota a la distancia, y si no fuera Idol, estoy segura que sería un gran chef, por una sencilla razón: Él cocina con el corazón. Preparo esta cena sólo por querer dar un detalle, sin pedir nada a cambio, y eso es precioso. Me detengo un momento para observarlo.

Independientemente de lo mandón que se pone, se dedica en hacer que todo se vea hermoso y perfecto. Sonrió sin evitarlo, Jin realmente tiene un gran corazón, y eso lo sé, aunque no llevamos mucho tiempo de conocernos. Ayer, cuando se quedó dormido en mi regazo, daba gracias a Dios por la oportunidad de conocerlo y ayudarlo. Él merece ser feliz, y si tengo la oportunidad de darle esa felicidad, no duden en que lo haré.

Continúe con mis deberes, pensando en lo afortunada que era de conocer a este increíble hombre, y que espero, seguir conociendo con el tiempo.

•••••

La cara de Farijh cuando gritamos “Sorpresa” fue épica. Primero gritó asustada, y al vernos, se sonrojó tan rápido, que temí que le diera alguna clase de colapso. Todos le dimos un abrazo y felicitaciones, para luego, pasar a la mesa, donde Jin dio un discurso tan bonito, que no dude en aplaudir primero. Por supuesto, las felicitaciones hacia nuestra cena no se hicieron esperar, y si, nos quedó muy deliciosa.

Una cosa que no creí ver, es lo amantes que son los chicos de BTS con las fiestas. No sé en qué momento, sacaron unos altavoces y pusieron música, improvisando una pista de baile. Hobi bailaba con Rosie, Taehyung con Meredith. Namjoon y Yoongi estaban en una especie de sofá, conversando y riendo. Anya y JungKook comían dulces, mientras que Jimin y Farijh están muy juntos conversando.

Él parecía darle un regalo, y Farijh emocionada, le dio un gran abrazo. Supongo que se apenó por su acto, porque se separó y se sonrojo, así que ambos se quedaron sin decir nada, hasta que él la invito a bailar. Me dan ganas de ir y hacer que se tomen de la mano, es obvio que se gustan, pero son muy cautelosos entre ellos, como si no quisieran espantar al otro con sus acciones.

–Ah, aquí estabas –dijo Jin, llegando a mi lado.

–¿Me buscabas? –pregunté curiosa.

–Sí, dejaste el celular en la mesa, que no dejaba de sonar. Vi que decía acosador o algo así.

–Ah, debe ser mi ex de nuevo –rodé los ojos, dejando el vaso de soda en una de las pequeñas mesas, tomando mi celular de sus manos, para ver cuál había sido su record.

Sólo cinco llamadas, nada mal.

–¿Ya fuiste a ver lo de la denuncia?

–Me he estado infirmando sobre eso, se supone que iré a ver a un especialista en dos días.