Me sigue observando con una ceja enarcada, a lo que me obligo a salir de mi trance.
Bueno no besa tan mal, ¿Por qué no utilizarlo? Total ellos lo hacen con nosotras, así que cuando pide permiso para introducir su lengua se lo permito. Entre abro mis labios y siento como juega con mi lengua. ¡PUTA MADRE! No besa nada mal. Poco a poco mis manos que se encontraban en su trabajado abdomen suben hasta su nuca donde las uno y lo atraigo más a mí. Y el baja sus manos hasta mí cintura baja despacio y que al parecer quiere agarrar mi trasero pero se resiste por los demás. Me despego lentamente de él para tomar aire y junto nuestras frentes y nos miramos fijamente.
Nunca había detallado sus cejas están perfectas, quisiera tenerlas así de gruesas ósea las tengo bien formadas pero no tan gruesas. Tiene los ojos color cafe claros, no miel como los míos, pero ahí se da. Su cabello es de color cafe claro, su nariz es resignada. No esta nada mal, pero sigo diciendo no quiero nada de novios. Me separo poco a poco y observo a mis lado y todos están con cara de shock. Las tres niñas están super emocionadas porque a ellas se les hace romántico. Y cuando me acuerdo que acabo de besar a Leobardo, maldigo porque fue mi primer beso y no cualquier beso ¡ FUE UN PUTO BESO!, como nunca imagine que lo daría.
Al llegar al hotel, el se despide de mi con una presión de labios, al parecer ya no quiere hacer otra puta escena y deseo que no porque Dios, no lo puedo creer di mi primer beso con alguien a quien no amo. Al entrar a la habitación con Esmeralda detrás de mí.
Esmeralda niega con la cabeza y en cuanto terminamos de enseñarnos todo lo que compramos y guardarlo en la maleta su teléfono suena.
Al llegar al living escucho que me llaman y al voltearme es el sin vergüenza de Esteban.
Llego al piso donde están nuestras habitaciones y voy directo donde esta Esteban.
Al entrar y dejar las cosas sobre la mesa que se encuentra al entrar, Esmeralda me pregunta: ¿Qué pasó?, a lo que yo le explico todo.
Me quedo pensando cómo carajos le va a mandar el dinero en efectivo, ósea es ilógico. Apenas que es señor se le ocurra venir. Esmeralda al verme con cara de confusión decide hablar.
(…)
Hoy es el ultimo día en esta bella ciudad. Ya no a ocurrido lo de los besos y eso por suerte, en serio es demasiado desagradable cuando no se siente algo mutuamente, aunque no lo niego el puto beso me gusto.
Nos encontramos en unas de las calles dirigiéndonos al Empire State. Vamos cruzando el peatonal cuando siento la mano de Leobardo queriendo tomar la mía, camino más rápido para alejarme de él. Parece que no entiende que no me gustan las demostraciones publicas, pero claro a el le encantan y luego ven mal a uno. Cuando menos acuerdo nuestras manos están entrelazadas y volteo a verlo con el ceño fruncido a lo que él me corresponde con una sonrisa.
Entramos al edificio y a la primera oportunidad me separo de su lado y me acerco hacia Esmeralda para sacarle platica.