Un último deseo

13

Llega la mañana y a pesar de haber pasado casi toda la noche bebiendo, y haber dormido tan solo unas dos o tres horas, afortunadamente, no presento síntomas de resaca.

No puedo decir lo mismo de los chicos, quienes justo ahora tienen un aspecto de muerte. Pareciera que en cualquier momento puedan llegar a colapsar a causa de la gran resaca que llevan consigo. Están terminando el desayuno que gustosamente les preparé. Era evidente que yo, siendo la única en buenas condiciones, hiciera el desayuno. Me parece de lo más chistoso verlos comer los últimos bocados de su comida, prácticamente se están obligando a masticar mientras hacen gestos de querer vomitar.

Morgan se levanta de su asiento al haber terminado de comer. Lleva su plato al fregadero con intenciones de lavarlo pero su cuerpo no se lo permite. Posa las manos sobre sus sienes para masajearlos emitiendo una especie de gruñido.

No puedo evitar sentirme mal por ella, así que camino hacia donde está y la tomo por los hombros "Descuida, Morgan. Yo me haré cargo... Ni siquiera puedes contigo misma. Ve a sentarte" le digo tranquilizadoramente, guiándola de nuevo a sentarse con los chicos. Parezco una madre cuidando de sus hijos.

"Arg! Recuérdenme por qué tuvimos que comprar tanto licor" pregunta.

"Dijeron que beberíamos toda la noche y eso fue lo que hicimos" le respondo, regresando al fregadero.

"Lo dijo Cora. No yo" se queja, echando su cabeza hacia atrás.

"Y tú estuviste de acuerdo" sigo insistiendo.

Lleno unos vasos de agua para llevárselos junto con unos analgésicos que tengo siempre guardados en casos de emergencia. Me acerco a ellos y les entrego uno a cada uno.

Kevin agarra rápidamente uno de los analgésicos y se lo lleva a la boca junto con el agua, no dejando de tomar hasta tener el vaso vacío "Gracias, Elizabeth... Eres nuestro ángel. ¿Qué haríamos sin ti?" me agradece dramáticamente mientras me abraza fuertemente hasta casi hacerme crujir los huesos.

"¿Cómo puedes estar así de bien?" pregunta Cora.

Sonrío "Porque a diferencia de ustedes tres, yo si tengo limites... Sé cuándo debo pararle a la bebida"

Trato de soltarme del abrazo de Kevin sin conseguirlo, y mientras más lo intento, él enreda mucho más sus brazos sobre mí, como si fuera una serpiente.

"¿Podrías dejar de abrazarme? Me estás asfixiando" le pido con esfuerzo.

"No! Solo déjame abrazarte un poco más, por favor" dice, apretujándome. Al parecer todavía sigue ebrio.

No insisto más y dejo, en contra de mi voluntad, que siga abrazándome "Está bien, está bien. Me rindo"

"Ya son las once. Deberíamos irnos, se está haciendo tarde y seguramente vas a visitar a tus padres... No queremos importunarte más" dice Cora al mirar el reloj que cuelga en la pared de la cocina.

"Saben que pueden quedarse todo el tiempo que quieran. No los estoy despachando, chicos" les digo, acercándome a la mesa con Kevin tras mi espalda y envuelta todavía en sus brazos.

"Lo sabemos. Pero de todos modos creo que es mejor irnos. Llegamos solo en mi auto y tengo que dejar a estos dos en sus casas antes de ir a la mía" responde, comenzando a arreglarse y a recoger sus cosas.

"Ah! mi hermosa Elizabeth. Por mucho que adoro pasar tiempo con ustedes, también debo irme" Dice Kevin, soltándome de sus garras por fin "Debo ponerme guapo porque mi hombre espera por mí"

"Así que piensas reemplazarnos, ¿eh?" digo en broma "Pero prométenos que pronto conoceremos a ese tal Adam"

Kevin rueda los ojos "Por supuesto que sí. Planificaré algo para que lo conozcan"

"Claro que nos lo presentará. Porque si no lo hace, lo obligaremos" acota Morgan, acercándose a mí para darme un abrazo de despedida "Adiós, cariño. Te quiero... Pero no olvidaré la paliza que nos diste en todos los juegos, Quiero la revancha" dice a modo juguetón.

Me rio ante su comentario "Revancha aceptada" le respondo acompañándolos hasta la salida "Mantengamos el contacto, chicos"

"Cuídate! Adiós" se despide Cora, abrazándome.

"Adiós!" me despido de ellos cerrando la puerta.

Decido regresar a la cocina para terminar de limpiar los platos sucios pero de repente choco con el cuerpo de Allyson, quien aparece de la nada "¿Qué rayos?" me quejo, tratando de enderezarme para no caer.

Ella se pone las manos en la cintura y pone la mirada más seria que pueda mostrar "Nos divertimos mucho con tus amigos. Pero ya es momento de ponernos serias. Es hora de trabajar"

"¿Al menos me dejarías limpiar la cocina?" pregunto señalando el lugar mencionado.

"No! Estamos perdiendo el tiempo" niega, respondiéndome "Tenemos que aprovechar al máximo tus vacaciones. Vamos! En marcha" me hala del brazo llevándome nuevamente, como ayer, al sofá de la sala.

"Oye! Ten cuidado" me quejo al ser prácticamente lanzada al sofá.

No hace caso a mis quejas y desaparece por la pared hacia mi habitación. Así como desaparece, vuelve a aparecer llevando consigo la libreta que me estaba mostrando anoche. Se sienta a mi lado y la pone sobre mis piernas.



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En el texto hay: humor, amor, amistad

Editado: 11.02.2023

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