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hace cien años atrás, las personas vivían de un modo distinto al de hoy, con un sonriso de punta ha punta bailaban y disfrutaban cada segundo como si fuera el ultimo. Invierno siempre fue mi estación favorita del año, veía las casas cubiertas por la nieve y los niños acompañados por sus padres haciendo ángeles de nieve, y nunca faltaban los vendedores ha la misma hora de cada día en la misma calle – periódico navideño – , – tortas calientes –.

sin embargo, del lado más oscuro al final de la cuadra vivía un señor, la gente disparaba cada que cruzaban frente ha su casa.

Esa misma noche, los niños estaban haciendo muñecos de nieve al igual que yo, tarde en la noche se hacia y volver ha casa debía, al tomar el camino más ligero, pasando frente ha su casa sentía la neblina muy tensa – ALEJATE, ALEJATE DE MÍ SER MISERABLE – gritos, gritos que despertaron mi atención hasta el punto de querer entrar ha la casa.

La casa era igual de asustadora por dentro, con mis manos sujete el candelabro que estaba sobre la pared ha mi derecha y subiendo los escalones fui, la casa estaba muy silenciosa y oscura, una vez en el segundo piso sigilosamente busque... Cuando de pronto, una sombra frente ha mi.

Podría decir que fui lo hábil suficiente como para poder escapar pero, ahí no tendría historia que contar.

“ El brillo de las estrellas alumbraban la colina más alta, la ansiedad anda sobre el paso elevado, salimos los dos ha pasear bajo el cielo iluminado del Crepúsculo. Caminando ha paso firme, detrás de la valla del ferrocarril la piel fría que rosa sobre mi palma lentamente – ¡ Oh, tu piel está tan fría ! – el viento soplaba, su piel delicada temblaba...”

- Sr Sanchez –¡ Smith, hasta ahí... excelente, lo hiciste muy bien–.

Frente ha todo el salón me obligue ha leer una pequeña parte de un poema romántico en versos. Las chicas me veían fascinadas mientras que los chicos imaginaban lo idiota que podría llegar a ser. – eres realmente increíble – , – lo hiciste muy bien, yo no podría leer con tanta firmeza –.

me senté y sin contestar me quede, eran obligadas ha sentirse atraídas por mi ser depredador, son como títeres, las puedo usar ha mi favor y no se darían cuenta.

- ¿ Emiliana ? Pasa al frente.

- Seguiré de donde lo dejo.

La veía recitar los versos faltantes, se veía tan dulce he inocente que me hacía olvidar los acontecimientos sucedidos en el pasado, sentía una sensación como si ya la conociese, esa chica tenía algo extraño, algo que aún no conseguía descifrar. Suena la campana final, faltando veinte para la media noche... de camino ha casa iba en bicicleta como ha cualquier chico normal que asiste al colegió. – ¿ no crees que Brown da miedo ? – , – un poco, aveces nos mira de manera extraña, algo inquietante – , – ! cierto ¡ – , – si fuera chica no quisiera salir con alguien como el, no se que le ven las chicas – , – menos mal que no soy una chica, estoy muy confortable siendo un chico jajaja – , – de todas formas, nadie se fijaba en ti antes de que llegara – , – OYE, soy más guapo que TÚ –.

Me parecía algo tan estúpido, ya había presenciado ese tipo de conversaciones antes y ya no me hacia tantos problemas por demostrar lo contrario, la sangre de ellos era como basura para mí... podía oler ha esa pequeña distancia en la que iba de ellos sus olores corporales, no era nada agradable de oler. Del lado derecho sobre la calle Pase de largo sobre ellos ha una velocidad reducida observándolos fijamente, llegue ha sentir su excesiva inquietud.