Un vuelo de esperanza

El comienzo

Al entrar a aquel gran edificio lo primero que ví fueron las fotos de todos los escuadrones y ases que estubieron en ese aeródromo, después sali a la parte de los hangares dónde había 7 hermosos planeadores de color blanco con franjas rojas en las alas.

Salí de los hangares hacia la pista de rodaje y en el cielo ví un planeador color negro con franjas rojas en las alas y con un emblema de una rosa, el planeador se enfila con la pista y se dispone a aterrizar, realizó un aterrizaje tan suave que ni polvo levanto, del avión sale una hermosa joven, Manfred se me acerco y me dijo – ella es mi hija Lucil y tiene tu edad–
Me quedé maravillado por la elegancia de su vuelo era una joven de cabello castaño, relativamente corto y unos hermosos ojos color cafe, we me acerco y me dijo – hola tu debes ser Gerhard, yo me llamo Lucil y voy a ser tu instructora para que emprendas tu primer vuelo– la verdad solo escuché tu primer vuelo de lo impactado que estaba.
Lucil me empezó a enseñar cómo utilizar los instrumentos pero al ya conocer la mayor parte de los aparatos estaba preparado para el despegue antes de lo esperado.

Me enfile con la pista y control en tierra me engancho a una camioneta, está aceleró a unos 100 km/h y el avión empezó a elevarse. 
Durante el vuelo ví algunas vueltas sobre el aeródromo y empeze a agarrar confianza y empeze a dar giros más cerrados y en es el avión empezó a entrar en perdida, entre en pánico y por instinto jale la palanca hacía mi pecho, el avión empezó a temblar estaba llegando a su límite así que puse mis pies en el tablero y jale más fuerte y el avión elevó el morro muy bruscamente y recupere el control de vuelo y el avión se estabilizó, jamás había sentido una experiencia así, no quería bajar quería quedarme surcando los vientos que elevaban mi avión, un mensaje de radio llegó que decia– pájaro 22 enfila te con la pista 3 y prepara el aterrizaje– ( yo era pájaro 22) así que baje y trate de igualar el aterrizaje de Lucil sin embargo creo que me conformo con no haber dañado mucho el avión, después padre se acerco diciendo –hora de irnos– en eso Lucil se me acerca y dice –jamas había visto a alguien recuperase de una perdida a alta velocidad en su primer vuelo, tienes talente– lo único que pude hacer fue sonrojarme y decir gracias tímidamente después Lucil me dijo –tienes talento espero verte la próxima semana– me quedé sorprendido, podré volver a volar, podré volver a verla.
Así que después de eso regresamos a casa con un pase para volver cada vez que quisiera y claro lo aprovecharía al máximo.

 



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En el texto hay: aviones, batallas aereas

Editado: 16.03.2021

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