Piero Ruso
Su beso es tan profundo y lleno de erotismo, sabia por otras personas que cuando encuentras a tu alma gemela solo el rose de su piel es el más perfecto sentimiento, pero hasta este momento no sabia si realmente era así, por fin lo pude comprobar y me alegra que sea este hombre quien me haga sentir esto.
Él no lo sabe, pero tengo un secreto que jamás he contado a nadie y espero que el día que lo descubra no me separe de él. No sé qué haría, tal vez moriría porque, aunque las personas comunes no lo crean, para un lobo morir de amor es posible.
Ya casi es de noche, las carisias de Marco van más allá de solo sexo o lujuria, con cada beso y palabra me transmite amor y protección, se que con el estaré seguro. El me cuidara hasta la eternidad.
_ ¿Te sientes bien? – Marco siente que algo mas pasa conmigo, lo huelo en su aroma.
_ Estoy más que bien, ¿Por qué lo preguntas? – digo tratando de mantener la calma, pues los pensamientos del pasado me están acechando constantemente.
_ Sabes que somos lobos ¿no?, puedo sentir cuando estas nervioso, asustado, feliz entre otras cosas. Y en esta oportunidad estas inquieto, así que dime que te pasa y lo solucionaremos. – dice apoyándose sobre su brazo derecho para verme mejor.
_ Son cosas del pasado que me siguen afectando, pero no tienes que preocuparte, estoy bien. – me acerco y le doy un casto beso.
_ No te voy a presionar. -dice no muy convencido. – cuando quieras hablar de lo que pasa, sabes que estaré aquí para ti, siempre que me necesites estaré aquí. – no dijo mas nada y doy gracias de que entienda, en este momento de verdad no quiero hablar del tema tal vez algún día le diga eso que tanto oculto.
_ ¿Sabes que me gustaría? – digo poniéndome de pie para sonreírle como un niño chiquito.
_ ¿Tenerme dentro de ti, una vez más? – este hombre me derrite y parece que se da cuenta de cuan caliente me pone.
_ (Risa)… No, quiero que cenemos juntos. ¿o tienes algo más que hacer. – espero que no de verdad quiero pasar tiempo con él.
_ Estas loco verdad, como crees que me voy a ir, ¿de echo quisiera saber si quieres dormir hoy conmigo en mi cabaña? – estoy emocionado, y a la misma vez asustado. No quiero romper esta burbuja de amor en la que estoy viviendo.
_ Bueno si, pero solo esta noche. Ya mañana dormiremos cada quien en su cabaña vale. – se levanta de un brinco y me mira con cara de terror.
_ ¿Por qué? – no tiene necesidad de preguntar otra cosa.
_ No pongas esa cara, solo no quiero que nadie sepa. – creo que no eran las palabras adecuadas.
_ ¿Te avergüenzas de mí?, es por ello que querías o quieres rechazarme, sabes que mejor no respondas, vale. – tomo su camisa listo para irse, pero no es lo que quería decir. Él no podría creer eso.
Me levante como un rayo directo hacia él, y lo abrase por la espalda. Jamás me sentiría avergonzado, por favor si el hombre era todo un dios ante mis ojos, mi lobo se sentía triste y yo también no quería que se fuera, si ya tenía mi corazón.
+ No permitas que se vaya, si lo haces no te lo perdonare jamás. – Josh mi lobo estaba muy molesto y con justa razón.
_ Lo mejor es que me sueltes y me dejes ir, tu sabes lo que estoy dispuesto hacer por ti, lo puedes sentir en mi aroma sabes que no te miento. Pero tu solo quieres que yo sea un secreto, algo oculto. Y así no puedo. – dijo entre molesto y dolido.
_ No es lo que quise decir, créeme. Aquí nadie sabe que yo soy gay. - dije
Su cuerpo se tenso y poco a poco se fue volteando para quedar frente a mí, cerro sus ojos y tomo mi rostro con mucho cuidado, acerco sus labios a los míos y me dio un sube y dulce beso.
_ ¿Crees que, a cualquiera de esta manada, le importe un poco que tu seas gay? – posiblemente a nadie le importe, pero jamás se lo he confesado a nadie, y mi mala experiencia me decía que no podía confiar eso a cualquiera, llevaba años forjando una imagen solida delante de todos. Como llegar un día y decirles lo que era.
_ No quiero ser juzgado. Eso es todo. – dije con pesar
_ Creo que no me entendiste, pero te lo voy a repetir para que te quede muy claro Piero Ruso. – subió mi rostro para que lo mirara muy fijo a los ojos. – Mientras yo exista. Nadie, Escúchame bien, NADIE podrá tratarte de manera diferente, ningún Lobo sea de mi manada o de esta manada podrá tratarte mal, o acerté sentir mal, por que yo mismo me encargare de arrancarle la cabeza, ¿me comprendes? – su aroma me decía que no mentía, el estaba dispuesto a todo conmigo.
Sus ojos cambiaron de color era impresionante jamás, en todos mis años de vida había visto algo como él. El iris que se supone cambia de color en él se ponía todo blanco, solo en leyendas y mitos se escuchaba de ellos, pero jamás pensé que fuera real.
+ Marco te habla con la verdad, el daría su vida por proteger la tuya. – la voz de Alex el lobo de Marco era hermosa, no me puedo imaginar como seria él. Me gustaría mucho conocerlo. – Pero ahora soy yo quien te hace una promesa, la Diosa Luna te unió a mí, y yo estoy más que complacido en tomarte, mi vida entera te pertenece, Aquel ser humano, Lobo, Ninfa, Vampiro o ser sobre natural que te insulte o te agreda yo lo are pagar con sangre, por que tu Piero me perteneces, eres MIO para la eternidad y mi amor y todo lo que soy es tuyo. – si la promesa de Marco era firme con lo que me dijo Alex quedaba mas que convencido.