Capítulo IX

-Y bien querida, ¿Dónde está Ariana? -Michelle se tensó, no esperaba que le preguntara por ella. -La he corrido madre -dijo con bastante serenidad.
- ¿Por qué la has corrido Michelle?
-Por el hecho de tratar de seducir a mi esposo, madre.
-Vaya, que descaró de su parte. Y ¿A dónde ha ido esa joven?.
-No lo sé madre, la he echado a la calle, supongo que estará mendigando o algo parecido.
-Está bien, ya no tendré que preocuparme por ella.

Ethan seguía en Inglaterra y en sus momentos libres pasaba tiempo con su prima Naomi, esperando tener respuesta de la dama con la que bailo aquella noche y que parecía haber desaparecido.

-Buenos días querida prima -dijo Ethan llegando al comedor.
-Buenos días primo -dijo Naomi con una sonrisa.
- ¿Has descansado bien?
-Si, espero que tú también primo.
- ¡Ah! No lo suficiente Naomi -dijo Ethan con un tono de cansancio en su voz.
-Otra vez pensando en aquella joven sobrino -dijo la Señora Bradford.
-Si tía, no puedo dejar de pensar en ella.
-Mejor olvídala jovencito, si no la has encontrado en estos meses, es difícil que lo hagas.
-Tal vez tío, lo mejor será que regrese a Francia.

Con el pasar de los días Ariana se instruía más en cómo ser una señorita de sociedad, gracias a su hermana Danielle y a su esposo.
Los días se convirtieron en semanas y las semanas en meses, hasta que se acercó la hora de que Danielle diera a luz.

-Ariana, necesito hablar contigo.
- ¿Qué paso Danielle?
-Como sabes, muy pronto nacerá mi bebé y nuestra madre estará presente, me ha informado por medio de una carta que pronto llegara y se quedara algunos días.
-Está bien.
-He hablado con Naomi y sus padres, han aceptado que te quedes con ellos en esos días.
- ¿De verdad? 
-Si Ariana, entiendo que es lo mejor.
- ¿Y cuando me tendré que ir?
-Esta misma tarde, vendrá un carruaje a recogerte y te llevara a Salisbury.

Días después de que Ariana se fuera con Lady Naomi, Danielle entro en labor de parto, su madre, junto a sus dos hermanas pequeñas Lady Marissa y Lady Michaela habían llegado a tiempo para estar con ella en ese día tan especial y cuidaban de ella, esperando que el médico llegara pronto a Witley Court, estaban arremolinadas en su habitación junto con algunas criadas a quienes Lady Christine ordeno que a Danielle se le proporcionaran  paños limpios y agua tibia, así como hacer que se le atendiera durante las contracciones que cada vez eran más fuertes. Cuando el médico llego, pidió que las hermanas esperaran afuera y empezó con su trabajo.

El señor Jonh (esposo de Danielle) llego junto con el médico a Witley Court y espero fuera de la habitación por horas para saber sobre su mujer y su futuro heredero a su ducado, el cual esperaba fuera un varón. Jonh daba vueltas de una lado otro cuando escucho el llanto de dos pequeños.

-Señor Jonh, lo felicito, su mujer ha dado a luz a un niño y una niña muy sanos -dijo el doctor al salir de la habitación. -
-Puedo verlos Doctor.
-Claro, puede pasar.

***

Él Conde Víctor Alnwick acepto que Ariana se quedara una semana en su casa, era la mejor amiga de su hija y una joven muy bondadosa, pero no ese no era el mejor momento para recibirla, por lo que planeo que ella y su querida hija Lady Naomi fueran a la casa que su familia tiene para pasar el verano, ubicada muy cerca de la playa Cornualles, no quería que su sobrino Ethan siguiera enamorado de aquella dama y se involucraran amorosamente, pese a ser una joven  amable a diferencia de las hijas de sus amigos y conocidos, Ariana no era de la nobleza como parecía y tampoco tenía un dote que ofrecer a su familia. 

Ethan aun no planeaba regresar a su país por cuestiones de trabajo, estaba invirtiendo en fábricas y se necesitaba su presencia en dichos negocios y afiliaciones por lo que se quedaría en la mansión de sus tíos algunos meses, esperaba que en este tiempo su prima por fin le diera información sobre la dama con la que bailo aquella noche.

***

A Michelle le llego una carta con la noticia de que su hermana Danielle había dado a luz a dos pequeños, por lo que en ese momento se dirigió a Witley Court para hacerle compañía a su hermana y conocer a sus nuevos sobrinos. A su llegada se encontró con sus jóvenes hermanas que causaban un alboroto con la muchedumbre.

-Le digo que esta sopa sabe horrible, retírela inmediatamente de mi vista -dijo Marissa, tenía una voz aguda que solía ser irritante.
-Y el té no es de mi agrado, cámbielo -dijo Michaela con enfado.
-Niñas compórtense por favor -dijo Lady Christine entrando al comedor.
-Si madre -dijeron ambas jóvenes al unisonó.
Al voltear vieron a Lady Michelle entrando a la estancia.
- ¡Oh! Querida, me alegro que hayas podido venir.
-Yo también madre (dijo Michelle muy seria).
Cada día Lady Michelle era más desdichada con su vida y eso la volvía más amargada.
-Bueno, Michelle porque no vas a ver a tu hermana y conoces a tus nuevos sobrinos.
-Si madre, en seguida subo.

Danielle descansaba en su habitación a lado de sus dos pequeños cuando su hermana Michelle entro.
-Hola Danielle, ¿Como te encuentras?
-Bien, gracias Michelle, me alegra que estés aquí.
-A mí también hermana, fue algo difícil convencer a mi esposo de dejarme venir pero al saber que estaría nuestra madre, acepto.
-Tu esposo es muy amable Michelle.
-Si -dijo Lady Brown con cierto pesar.
-Perdona mi atrevimiento hermana, pero advierto en ti cierta melancolía.
-No es así Danielle, solo es cansancio -dijo Michelle con leve suspiro. -Se que no vivimos lejos la una de la otra, pero el embarazo dificulta el venir a visitarte.
-Disculpa, yo también pase por eso y entiendo lo que sufres -dijo Danielle apenada.
-Gracias por comprender hermana.
-Si, ahora quiero presentarte a mis niños.
Danielle acerco con mucho cuidado a sus hijos para que su hermana pudiera conocerlos.
-Son unos niños muy hermosos hermana. ¿Y ya elegiste algunos nombres?.
 -John y yo hemos estado pensado que la niña se llame Emily y el niño se llame Adam.
 -Son unos nombres muy bellos para estos pequeños tan adorables.