“Hola de nuevo…
Hoy te vi llorando, no me gusto en absoluto, mucho menos por los motivos, por favor no pienses que te espió, lo que pasa es que yo estaba ahí viéndolo todo; no sabes cuánto me hubiera gustado poder interrumpir aquello. Odio el verte tan débil ante Sandy, odio pensar que cada que ella te dice de cosas y se ríen de ti, no te defiendes, lloras… pero sobre de todo, odio no poder hacer nada para evitarlo.
Tu amiga Leigh-Anne (bueno, no sé si sabes esto) merece mis respetos, ¿por qué? Porque ella ha dicho lo que todo el mundo ha querido decirle a Sandy, incluido yo. Después de que Jesy se fuera detrás de ti, Leigh-Anne se ha puesto a defenderte, por desgracia, en medio de todos los gritos ha llegado la supervisora Saunère y la han llevado a la dirección junto con Sandy.
Perrie, espero que estés mejor ahora, y aun con todos los celos que tengo en mi cuerpo (ya que estas con Jesy y no conmigo), espero que ella te esté haciendo sonreír, porque simplemente tu sonrisa eso lo más hermoso que hay en el mundo. Aquella sonrisa que tienes me atrapa, y es horrible admirarla desde lejos, pero es todo lo que merezco, alguien como yo no puede merecer a alguien como tú, y si admirarte desde lejos es todo lo que puedo hacer, siempre lo haré.
Quiero que sepas que, Sandy, ni Carolina ni Jade, merecen ver tus lágrimas, no merecen ver cuánto te afectan, porque eso es lo que ellas buscan al decirte todo ese tipo de cosas. Tú eres fuerte Perrie, las palabras que ellas dicen no cambian lo especial ni lo sumamente hermosa e inteligente que eres. Estoy segura de que cualquiera mataría por ser tú, o por simplemente poder recibir una de tus hermosas miradas azules o de tus radiantes sonrisas, como yo lo haría. Y cuando ese día pasé, seré la persona más feliz del mundo.
No quisiera dejar de escribirte, pero tengo que hacerlo, mis compañeras están a punto de llegar de donde sea que hayan ido, y no quiero que empiecen a molestarme con respecto a quien le estoy escribiendo, ya que muy rara vez lo hago. Me matarían si supieran que es a una chica, más por el hecho de ser tú. ¿¡Puedes creerlo!? No entendiendo porque te odian, si eres la mejor persona que hay en el mundo, debe de ser envidia. Pero si se llegarán a enterar, te defendería aunque eso implique mi propia muerte. Siempre estarás tú por sobre de todo.
Espero que tu día mejore y que nadie más te diga o haga algo. Y quisiera recordarte que, te quiero.
Atte.: A la que le robaste el corazón”