Prólogo

13 de febrero del 2015

Viernes por la noche, me di una ducha y me vestí de manera rápida para llegar a la hora pactada. Me miré en el espejo y aprecié mi bonita blusa color vino en combinación con mis pantalones cortos negro y botines del mismo color. Delinee mis ojos y apliqué un labial del mismo color de mi blusa, dejé mi cabello detrás de mi oreja y me di el ultimo visto bueno. 

Bajé las escaleras y acomodé mi bolso en el hombro. Escuché a mi prima hablando con su amigo.

-¿Vas a ir a algún lado? - me preguntó mientras pasaba por la sala de la casa de mis tíos. 

-Si. Saldré con mis amigos. 

-Es muy tarde, ¿no crees?. Es peligroso que una chica tan linda ande por la calle a estas horas.-Dijo Yesung, uno de los mejores "amigos" de mi prima. 

Lo miré fijamente.   

Aún recuerdo la primera vez que nos conocimos, cuando cerré la puerta y le aplasté los dedos. Y aunque me sentí culpable aquella vez por ese incidente, ahora solo quiero patearlo en la entrepierna. 

Yesung, muchas veces tenia esos comentarios de podían arruinarte la noche en microsegundos. Y sus comentarios eran más fastidiosos y molestos cuando se juntaba con mi prima.  

-No es muy tarde. Además, voy con amigos. Y, disculpa, pero yo no tengo porque dar explicaciones y mucho menos a ti. 

Él rió entredientes, claramente divertido por lo que pasaba. 

-Cuídate, ¿Quieres?. Y cuando digo cuídate, es cuídate. 

La fulmino con la mirada. Sé exactamente lo que quiere decir mi prima. 

-Ya soy mayor de edad, sé cuidarme sola. 

Mi prima sacudió la cabeza e hizo un sonido con su boca - Todavía tienes diecisiete años, te faltan meses para ser mayor de edad. 

Rodé los ojos. 

-Solo falta dos meses. Me voy, o van a arruinarme la noche. Adiós. 

-¿Ya llamaste a mis tíos? ¿Les dijiste que vas a salir a esta hora?

Me giré con indignación, mi prima podía ser amable y tierna unos días, pero otros se comportaba como una desgraciada. 

Ella enarcó una ceja, con su celular en la mano. 

-Yo...voy a llamarlos cuando me encuentre con mis amigos. 

Ella asintió. 

Busqué mi celular en mi bolso pero no lo encontraba, gruñí molesta. Eso retrasaba mi salida con mis amigos. Lo busqué en la sala y di con la mesita que se encontraba a lado de Yesung. 

-Oye, Yesung. ¿Tu no ibas a salir? - le preguntó mientras yo revisaba las notificaciones del celular que se mantenía cargando. 

-Iba. Mi mejor amigo canceló nuestra salida porque le va a dar una sorpresa a la chica que le gusta. Como mañana es catorce de febrero, él quiere adelantarse y sorprenderla sin que nadie sospeche. 

-Oww, que lindo. ¿Aún existen chicos así?. 

 Yesung me dio una breve mirada. Yo fruncí el ceño.  

-Si, especialmente cuando es la chica que te gusta demasiado. 

Me recorrió de pies a cabeza y volteé a mirarlo alzando una ceja. Él me guiñó un ojo.

Menudo idiota. Patán. Sinvergüenza. 

Desconecté el celular con ligera brusquedad, agarré mi bolso y salí sin siquiera despedirme. 

Cogí un taxi y fui al lugar donde habíamos quedado con mis amigos de la universidad. Les mandé mensajes pero ellos no me respondían. Eso me resultaba muy extraño. 

Esperé quince minutos más y a lo lejos vi a Kyuhyun. Por fin alguien que podía hacerme compañía. 

Perfectamente vestido con pantalones jeans junto a una camisa color verde agua, su cabello castaño peinado a un costado, no tan exagerado como algunos chicos lo hacen, y con una sonrisa en los labios, se me acercó.

Le sonreí contenta de verlo.     

Kyuhyun, es un amigo que conocí en los pasillos de la universidad por lo torpe que fui en los primeros días de clases. Él, muy amablemente me ayudo a orientarme en no confundir los edificios. Aún me fastidiaba con ese episodio cuando nos mandábamos mensajes por las noches. 

Él es muy atractivo, inteligente, y perfecto. Él me gusta y ¡Dios! podía delirar solo estando a su lado. 

-Hola. - dijo manteniendo las manos detrás de su espalda. 

-Hola. 

Miró detrás de mi. - ¿Nadie ha llegado aún?

Negué con la cabeza. - No. solo yo. 

-Bien, esto es para ti. - extendió frente a mi un pequeño ramo de rosas rosadas. Me quedé estupefacta.  

-¿Para mi?

-Para la chica más linda que he conocido en mi vida. 

Solté una risita nerviosa. 

-Oh, gracias. 

-Podemos ir al cine si gustas. 

Lo miré embobada. - Pero tenemos que esperar a nuestros amigos. 

Movió la cabeza. 

-Voy a llamarlos entonces. 

Unos minutos más tarde, nos sentamos a esperar a nuestros amigos que llegaban con sus parejas. Quedamos en ir al cine y sujeté del brazo a Kyu porque él se había ofrecido, caminamos juntos mientras nos dábamos miraditas cómplices y nos sonreíamos en todo momento.