Emma
Emma se remueve en la cama y solo siente la suavidad de las sabanas de seda, era increible como su vida habia cambiado, habia dejado de dormir en un viejo colchon sin sabana y una almohada llena de mohoo a dormir en una cama ortopedica con sabanas blancas de saten y una almohada esponjosa y suave, ademas de que el lugar que fue su hogar de niña nunca le proporciono calor ni tranquilidad, el otro le propociono calor pero la tranquilidad nunca la encontro, al menos no hasta que comenzo a meterse de lleno en el mundo empresarial, algo que la envolvio por completo y que fascino desde el primer momento en que Elma la habia llevado a su empresa. Para ella fue una figura que admira y aun años despues de su partida seguia admirando.
Emma abrio un ojo y se dio cuenta que el sol entraba por las puertas de su habitación, las cuales habia dejado abierta y el viento movia un poco las cortinas, miro el techo y era blanco con decoraciones en yeso, una lampara araña elegante y pequeña.
El baño relajante que se habia dado, le dio un sueño profundo y sin tener ninguna pesadilla, a parte del vaso con leche caliente que ella y el pequeño Jas habia preparado.
Ese niño se estaba ganando el cariño de Emma, claro esta que ella no lo aceptaria o lo diria, pero era así, de todos era el unico que se habia dado la tarea no solo de hacerle compañia en su soledad, si no que de estar con ella cuando despertaba de sus pesadillas y él como todo un inocente compartia sus pequeños secretitos para olvidar lo malo, un gesto que a ella le habia tocado su oscuro y frío corazón.
Emma debia admitir que desde que llego a la casa de los Arafat, para ella habian cambiado algunos puntos de vista y que sin decirlo se estaba sintiendo comoda con la manera en que la trataban y como le daban espacio para ella sociabilizar, aunque aun no lo hacia, ella no era como Charlotte que ya hasta tenia una relación con el arabe amigo de la familia.
Emma quiso discutir con eso pero al ver a Charlotte sonreir junto a Omar y ser feliz, prefirio guardarse su opinión solo por esta vez, ella no sabia por que lo habia hecho, solo sabia que desde que piso Dubai habia cambiado... la estaban transformando y tenia que parar eso, no se sentia mal, de hecho ella lo sentia bien y esperaba siguiera asi... solo que ella vivia en un mundo donde debia ser fría, dura, odiosa, distante, una perra manipuladora, todo eso con el fin de siempre estar a flote y no permitir que su barco se hundiera.
- Señorita Emma
Los golpes en la puerta tras la voz de Jas, saco a Emma de sus pensamientos, bajo la mirada hacia la puerta y volvio a escuchar al pequeño tocar, ella aparto las sabanas y se levanto colocandose sus pantuflas y luego su bata de dormir, se hizo una cola alta improvisada y abrio la puerta, al hacerlo se encontro con un muy sonriente Jas.
- Buenos días señorita Emma, veo que hoy se encuentra muy bien.
Emma sonrio de manera ladida, pues ese pequeño le sacaba mas de una cuando estaban juntos y todo era por que él pequeño Jas decia que se veia mas hermosa cuando lo hacia, todo un galan pensaba Emma, no tenia la edad suficiente y ya sabia como alagar a las mujeres.
- Buenos días Jas ¿que se te ofrece?
- Oh si claro, mis padres me han pedido avisarle que saldremos de viaje.
Emma fruncio el ceño, ¿salir de viaje? ¿a donde y para que?, no tenia sentido, estas personas estaban haciendo de su estadia en Dubai mas que todo como unas vacaciones, todo lo contrario a lo que penso, ella necesitaba volver a New York por su empresa y terminar unos papeles con respecto a su nueva inversión, mas el hecho de que los Borkan irian a visitarla para terminar de plantear la manera en que ella manejaria y estaria al pendiente de el 20% de sus nuevas acciones.
Emma despidio al pequeño diciendo que ya bajaria y se encamino a alistarse, para buscar respuestas, ya solo faltaban tres días para la boda y cada vez era mas corta su estadia en Dubai, no se podia quejar lo habia pasado bien obviando lo malo y las veces que tuvo que colocar en su lugar a ciertos idiotas cabernicolas.
- Buenos días
Emma bajo las escaleras y se notaba el alboroto, maletas de aqui para allá, personas hablando y riendo, ella entro al comedor y no encontro a nadie, penso se habian marchado ya hasta que escucho risas en la parte trasera de la casa, justamente donde se encontraba un hermoso jardiín.
Una sirvienta hizo una reverencia a Emma y siguio su camino, Emma aun no se acostumbraba a eso pero Jawad le habia dicho que lo hacia por respeto, algo adsurdo por que emma no era ni de la realeza ni alguien muy importante. Sus zapatos de tacon fino era lo que se escuchaba hasta que salio al patio encontrando una mesa bien arreglada y a todos comiendo muy menudamente. Y cuando digo todos me refiero a todos; la familia Borkan, la familia Arafat, la prometida de Rohit y su familia y Omar, como olvidar al mejor amigo del novio.
- Buenos días querida!
Zayane habia notado la presencia de Emma y se levanto para hubicarla en su asinto, justamente a su lado, tenia que ser él, penso Emma, de todos los lugares en la que la pudieron hubicar tuvo que ser al lado de Azrael Borkan.
Emma se acomodo y trato de hacer como si nada, la mirada penetrante de Azrael estaba sobre ella y era que Emma se habia vestido de una manera muy sexy para el, se le hacia dificil desviar la mirada, pero cuando esta lo miro con el rabillo de su ojo el miro su plato.
- Buenos días
Dijo Emma haciendolo en general, todos respondieron hasta Azrael que al hacerlo la miro y eso causo un cosquilleo extraño en ella, pero enviando todo eso a lo profundo de su ser Emma hizo como si nada.
Editado: 31.12.2019