Vi el mensaje de Kellsy cuando me levanté, eso me dio ánimos para empezar el día con el pie derecho.
Te contaré, no me hagas esperar. Besos
Ya salgo, no te sulfures que te salen arrugas como a Carter ✔✔
Tras ver el visto en los mensajes con más rapidez de la habitual logre salir de la casa para encontrarme con la rubia en frente de su hogar no muy distinto al mío, dos pisos, colores opacos y sin jardín delantero por dentro a diferencia de mi casa ellos tenían pocos retratos familiares y más cuadros de arte algunos abstractos que al sol de hoy aún no le veo forma, las incontables veces que la madre de Kell intentó explicar su significado remontándose a la época en la que fueron pintados o inspirados con energía contestaba mis preguntas nunca entendí mucho de arte y esto no fue la excepción más que entender buscaba no agobiar a la señora Flynn con preguntas sobre su trabajo o cosas similares por le contrario quería hacerla sonreír mientras aclaraba todo sobre el tema.
—Quiero detalles— No hubo saludo llegue directo al grano —no importa si son sucios, soy toda oídos
—Ya sabes a quien invite no hagas preguntas del cómo lo conocí, conformate por ahora con saber que sucedió ayer —El viento se filtraba por la falda elevandola un poco, evitamos pasar por los oscuros callejones como rutina.
—¿Se tomó bien la noticia?- di el primer paso que continuará con el relato
—Lo espere para hablar, al principio pensó que era un chiste — se aclaró la garganta su actitud llena de nervios fue una faceta nueva para mí —le dije que no era una broma, después de un rato lo convencí y accedió con una condición
—¿Qué condición?—enganche nuestros brazos al pasar la calle para evitar algún accidente ella estaba tan concentrada reviviendo ese momento con ojos soñadores ocultos en sus exagerados gestos
—Ir con un amigo, no me negué de esa manera tu puedes venir conmigo — dio un sonrisa de alivio mordiendo la esquina de su labio — una salida casual de cuatro amigos
—No sería una salida de cuatro amigos Kell, ni los conozco — jugué los rizos de su cabello articulando mi opinión — igual te acompañaré, una última cosa, ni se te ocurra emparejarme con el amigo de tu bibliotecario
—Te estás conservando para el joven misterioso —sus palabras sonaron como las de una abuela aconsejando a su nieta — soné como una anciana
—Una anciana con estilo de escoba — me burlé del desorden de su cabello — ¿no encontraste el cepillo?
—No tuve tiempo de arreglarlo, no todos tenemos el privilegio de tener el cabello lacio, no haces nada para tenerlo así — señaló mi cabello, una diadema con diminutas cerezas impedía que se esparciera por mi rostro— ¿desde cuándo te gustan las cerezas?
—Al menos puedes hacerte los rizos en unos minutos, mi cabello no acepta esa forma, se desarman en un santiamén — me incline para acomodar un zapato cuando ví el calzado de mi acompañante— ¿Y tus tacones?
—Cuando salí de la escuela estaba lloviendo además las zapatillas son más cómodas que esos horrendos tacones que solo usamos por etiqueta
—Sabes que te pueden sancionar por no acatar el código de vestimenta oficial, si la directora te ve estás jodida
—Puedes hablar en mi defensa
Entramos a la escuela ante las miradas extrañas que nos lanzaban los alumnos, a quien engaño es a mí a la que miraban como bicho raro algo exagerado de su parte ni que nunca hubiesen visto alguien examinar a las personas como yo el día anterior, evite mencionar algo si no hablo no se da cuenta de las miradas.
—¿Por qué nos están mirando así ? —no fui la única en darse cuenta de las miradas acomodo su corbata — ¿Tengo algo en la cara?
—No,¿Yo tengo algo en la ropa?—fingí no saber porque éramos el foco de atención acomodando la diadema — Se les perdió algo
Mi grito hizo que por fin despegarán su molesta mirada de nosotras y siguieran con lo suyo como si nada, al entrar al pasillo el ambiente era tenso nos miramos sin entender porque todos hablaban del último chisme, corrían con caras de susto y otros de emoción por saber qué está pasando algunas de la clase de gimnasia pasaron sin mirar a nadie solo se perdieron en dirección de los baños codeándose entre ellas con los ojos abiertos con un sentimiento indescifrable en sus rostros.
—¿Qué sucede?—me acomode la mochila y tomé el brazo del que iba pasando
—Susan—la solté y la rubia pronunció un largo "y" — su novio la engaño, está en la boca de todos nadie la ha visto
Susan pertenece a la élite, esa infidelidad es una de las polémicas en toda la escuela, sin ser una secreto para nadie que eso no se quedaría así no cuando se trata de ella, no permitía que nadie se burlara de ella y el que se atrevía lo pagaba con la influencia que poseía lograba hundir al que se le diera la gana sacando secretos al aire sin pudor alguno sus límites no estaban en juego solo su orgullo herido y contando que está en la boca de todo la escuela el pobre desdichado iba a pagar muy caro esa infidelidad.
—¿En el mundo existiría un chico que sea fiel, romántico, protector?— nuestras taquillas estaban cerca así que ella aprovechaba los últimos minutos juntas para hacer su drama como el hombre perfecto— es imposible encontrar algo así
—En el mundo en algún recóndito lugar tal vez, el que te encontrarás con uno sería un verdadero milagro — veía las chicas pasar musitando la posible reacción de Susan , otras se burlaban de su desgracia con veneno conspirando la situación — si lo encuentras serias la mujer más afortunada de la tierra o supongo que así te sentirías