Dos horas, no se cuantos kilómetros nos separan, mi cabeza no para de repetir la distancia si aceptó la propuesta, el espacio reducido no me permite dar vueltas para calmar mis nervios así que la única forma era mover con frenesí un pie con una melodía descoordinada.
Al sentir los pasos de alguien en las escaleras escondí todo lo relacionado con la beca debajo del colchón.
—Se te va hacer tarde para la escuela — sus palabras quedaron en el aire al verme sentada y arreglada — ¿Porque estas despierta tan temprano?
—Tu misma lo dijiste, no puedo llegar tarde a la escuela — recogí la mochila un poco pesada por los libros,cuadernos y un par de ensayos que debo entregar hoy mismo — debo irme estos trabajos son para hoy
—¿Estás bien? —tomó mi brazo antes de poder cruzar el umbral de la puerta
—Si, debo correr antes de que se Kell se vaya sin mí —le di un beso en la frente soltando mi antebrazo de su agarre — nos vemos en la noche, cuídate
—Lo mismo hija— gritó saliendo de mi alcoba para ir a la suya
Una manzana, saludable y rápido en pocos palabras el desayuno perfecto, mire la sala con polvo en algunos muebles, el fin de semana nada de fiestas me dedicaría a dejar reluciente toda la casa, eso le quitaría un peso de encima a mamá debe descansar y yo puede hacer las labores del hogar perfectamente como lo he venido haciendo desde hace años, es lo mínimo que puede hacer por ellos.
—La chica espacial — el grito no detuvo mis pasos sólo los aceleró — esa falda hace relucir tu trasero,¿pero sabes donde se vería mejor?
Me abracé a mi misma mordiendo mi lengua para no responder, sus asquerosidades no pararon ante mi rechazo sólo aumentaron, restregué las manos contra la falda quitando el sudor.
Mire de reojo para encontrar a un hombre de avanzada edad caminando sin coordinación alguna al otro lado de la calle con una botella en la mano,una sonrisa mostrando los dientes podridos sentí una arcada invadirme al notarlo.
Mire la hora en mi reloj percatandome que a esta hora el transporte aún no pasa, lo ignore tomando con fuerza las llaves como única arma defensora,otra obscenidad brota de esos partidos labios desatando un ataque de sinceridad.
—Tiene la lápida pegado al trasero y aun así está detrás de chicas que pueden ser sus hijas en la calle, solo es un vagabundo depravado — gesticule con las manos cada palabra que soltaba con enojo — da asco ver como debe perseguir mujeres para sentir que es alguien
No espere una respuesta, corrí pasando un semáforo camuflandome con las personas que esa zona llenaban las calles, respire sintiendo alivio al estar rodeada de más gente me abrace hasta llegar al lugar donde Kell me esperaba comiendo algo, ese asqueroso encuentro me revolvió el estómago y me quito el hambre.
—¿Y esa cara?, parece que vas a vomitar en cualquier momento — guarde las llaves en un bolsillo —así que aléjate de mí, no quiero cambiar mi loción por "vómito fresco"
—Tan decente como siempre Meissa, porque no lo gritas a los cuatro vientos para que todos se enteren
—No pensé que tu cita de amigos despertará tanta inseguridad en ti
—Hoy tengo examen a eso se debe todo esto — se señaló señaló a ella misma
—¿Cómo irás vestida?
—No lo he decidido aún, ¿y tú?
—Unos vaqueros,alguna camisa y una chaqueta de mezclilla, no pienso cambiar mi atuendo por nada Kell
—Cómo digas Issy, ¿me puedo cambiar en tu casa? — pronunció con lentitud temerosa a la respuesta
—No hay problema — le sonreí intentando calmar sus evidentes nervios.
Al entrar al ostentoso lugar, buscamos asientos en los primeros puestos, compartimos clase de estadística y para Kell no era una asignatura fácil en cambio para mi las matemáticas nunca fueron un problema de hecho me iba bien y eran de mi agrado algunos temas no los entendía a la primera pero con un par de asesorías se podía resolver.
El caso de Kell fue más complicado,se le dificulta en demasía mi paciencia nunca fue suficiente para poder explicar hasta que entendiera así que sólo le daba una introducción al tema y con tutorías extracurriculares medio entendía los temas que tratábamos en las múltiples clases de matemáticas.
—¿Había tarea? — sentí un pinchazo en el hombro — Issy
—Dios Kell,¿dónde tienes la cabeza? — desconcertada medito mi cuestionamiento -está el primera clase del año
Ella dibujaba líneas sin sentido alguno en las esquinas de la hoja, mi mente estaba igual de revuelta que esos dibujos no podía parar de pensar en la gran oportunidad, la distancia, los gastos diarios, al salir de la escuela tenía que aportar dinero a mis padres de alguna manera, ellos no me lo han pedido al contrario suelen repetirme que me concentré en mi.
—No soy la única que tiene la cabeza en las nubes hoy — artículo mirando mi cuaderno sin anotaciones — ¿algo que quieras decirme?
—No es el momento adecuado para hablar Kell — desvíe la mirada al frente, la punta del zapato se estrellaba con una de las patas de la mesa cuando balanceaba los pies
—Tiene que ver con tu visita a la oficina de la directora
No respondí, los alumnos tomaban notas, los de atrás hablaban de una fiesta el fin de semana, el profesor llamaba su atención aclarando su garganta, en ocasiones su edad fue uno de los acertijos más escuchados en los rincones no hay que negar la verdad, el docente tenía un aspecto joven en comparación de sus colegas.
—Un ángel, te aseguro que en otra vida eso debió ser — a pesar de estar en ultimo año muchas tenían fantasías inalcanzables