Una Flor En Otoño

Capítulo 11

En la mañana salí más animada y con una sonrisa malévola que se borró al ver quien me esperaba en el porche de la casa con una flor amarilla pequeña en sus manos. 

 

—¿Me disculpas? —me extendió la flor— no quería ignorarte, estaba ocupado no estaba enfadado ni nada por el estilo 

 

—¿La arrancaste del parque? —pegue el grito despidiéndome de mis padres y seguí mi camino— buen intento... 

 

—¿Pero?

 

—Es un tanto asqueroso, la conservo por cinco minutos sólo porque aprecio tu sacrificio— irónice manteniendo la flor alejada 

 

—Eres difícil de complacer 

 

Por el rabillo del ojo noté la camioneta estacionada en frente de la casa, Frido no vivía con sus padres y habla muy poco de ellos por no decir que no sabemos ni cómo se llaman o si están vivos.

Vive sólo por lo que se mantiene de su trabajo, asistente de mensajería, hace unos dos años se compró un auto de segunda y lo presume como si de un tesoro se tratase, no está tan mal para mi sus defectos sólo son dos; la desgastada pintura opaca gracias a esto se ve un poco deteriorado y por supuesto su dueño ese es el mayor defecto del coche. 

 

Acomode las cuerdas de la mochila ajustándola. 

 

—Sube al auto Issy

 

—Si no te has dado cuenta aún tengo dos piernas en perfecto estado que me sirven para caminar hasta la escuela —le di a espalda mirando el cielo— así que te puedes ir, tendrás muchos asuntos importantes que atender no pierdas el tiempo con está inmadura 

 

—No quise decir eso, ¿vale?.No eres inmadura 

 

—Hasta luego

 

—Te llevo a la escuela, luego si quieres me ignoras o me mandas al diablo 

 

Mire la hora en el móvil, no me vendría mal su ayuda. 

Hasta una señal adivina podía ser para que no caminara. 

 

El se subió primero encendiendo el motor, al estar en los asientos traseros vi a Kellsy con otra flor. 

 

—Perdón —dijeron al tiempo 

 

—Solo llévame a la escuela —anuncie al verlos con la intención de darme un abrazo 

 

—Cómo órdenes —me abrazaron de todos modos— Cuéntame,¿que sucedió con el chico? 

 

Me asome entre los asientos 

 

—Deja de ser chismoso 

 

—Me pediste que te preguntara a ti, no ha terceros y eso estoy haciendo 

 

—No es tu problema 

 

—¿Tienes algo que ver con lo que pasó ayer? —giro dudativa hacia mi interrumpiendo a Frido

 

—¿Sucedió algo ayer?

 

Abrí los ojos fingiendo sorpresa 

 

—Dios, su fuiste tu —se carcajeo Frido— me debes 5 

 

—¿Apostaron? 

 

—Claro que si terroncito de azúcar

 

—¿Cómo se enteraron?,¿Las cosas se pusieron feas?

 

—Cuando salí escuché que decían algo sobre un chico que retó al capitán 

 

—Yo te fui a buscar pero cuando llegue ya te habías ido —siguió el relato el afro moviendo la cabeza al ritmo de una canción— así que apostamos 

 

—El dijo que habías sido tú y yo dije que no, te defendí Issy 

 

—No asegure que fuese yo 

 

—No hace falta te conozco, eres impulsiva 

 

—Kellsy dile algo —me ofendí por su comentario 

 

—Las cosas no terminaron mal como tu dices de lo contrario Mick me habría contado 

 

—¿Volvió a ser Mick? — conectamos  miradas en el espejo retrovisor con Frido

 

—Qué cosas dices Terroncito…

 

—Ves, el si tiene sentido común y no dice disparates —el color carmesí cubrió sus mejillas

 

—Es evidente que nunca dejó de ser Mick —terminó la frase imitando el apodo del bibliotecario— ¿vas a formalizar?

 

—No hay nada que formalizar Frido, somos amigos nada mas que eso ni hoy ni nunca

 

—Los amigos no se miran como ustedes lo hicieron ayer —la delató el chico al volante—¿cierto Issy? 

 

—Lo miro como a todos los hombres que me cruzo en el camino 

 

—No te pregunte a ti Kell,¿ puedes responder Meissa?

 

—Eso no te lo crees ni tu misma Kell, estamos en confianza puedes confiarnos tus sentimientos por el bibliotecario 

 

—¿Es guapo? —lleno el silencio con sus preguntas— No pude ver con claridad su rostro ayer 

 

—Eso si lo puedes responder tu Kell, eres la indicada para eso — parecía que lanzaba dagas con la mirada, las ignore

 

—¿Estás disfrutando el momento? —estrujo su falda con sus ojos ahora en Frido 

 

—Si, toma esto como una mini venganza con esto quedamos a mano 

 

—Hey, a mi no me mires así yo no soy el que se está burlando de la situación — se quejo mirándonos 

 

—Ojos en la vía pedazo de burro —pegue el grito señalando la vía, una horrible costumbre de Frido, conducir sin mirar el camino— puedes estrellarte con algo 

 

—No va a salir algo o alguien de nada Issy, relájate 

 

—No compares a un pobre burro con este animal —golpeó su nuca ante la respuesta 

 

Empezaron a discutir entre bromas y uno que otro insulto, el auto que atravesaba las rejas de la escuela llamó mi atención, regresando a unos días atrás, el mismo auto donde la señora nos gritó como loca estaba vez no hubo mucha diferencia, pues se abría espacio sonando claro claxon como si no hubiese un mañana le abrieron un pequeño espacio ante tanta insistencia incluyendo a Frido que con mara se hizo a un lado sacando el dedo del medio por la ventanilla.

 

—Loca estirada —se volteó hacia nosotras con una mueca de irritación— ¿no han pensado en cambiar de escuela? 

 

—¿Alguna vez pasaste por un salón o tocaste un libro? —pregunto Kell desafiante



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En el texto hay: juvenil, juvenile romance, romonace

Editado: 29.06.2022

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