Una flor para la Luna

Has escuchado hablar de una flor que solo vive durante una noche? Tal vez si, tal vez no. Lo que si no has de saber, es la historia detrás de ella. Muy bien, yo te la contaré.  
Hace muchos, muchos años el Sol estaba recordando a su amada Luna. Lo puso tan triste el recuerdo de que sólo una vez cada muchos años podía encontrarse con ella que derramó una lágrima sobre la tierra; de aquella lágrima creció una planta de hojas grandes y verdes. Aquella noche, la Luna vio la planta con curiosidad, preguntándose por qué su amado había enviado algo tan simple.  
Unas noches después, de aquella ordinaria planta crecieron pimpollos, también de color verde. Todos los observaron con esperanza.  
Pasaron días, noches, y no florecía. Pero una noche, cuando la Luna ya se había dado por vencida y estaba ya un tanto decepcionada, aquella simple y ordinaria planta comenzó a despertar.  
Los animales a su alrededor avisaron a la Luna lo que estaba sucediendo.  
Y allí fue cuando ella vio como de aquella planta, crecían las más hermosas flores jamás vistas. Eran de un color blanco, con un montón de pétalos largos y puntiagudos. Al abrirse, por unos segundos se podía apreciar un brillo, un hermoso rayo del Sol.  
La Luna contempló aquellas hermosas flores toda la noche, pero vio, que mientras más se acercaba el amanecer, más marchitas se iban poniendo, hasta morir. No entendía por qué su amado le había dado un regalo tan hermoso como para luego destruirlo en tan corto tiempo. Ella deseaba verlas otra vez.  
Cuando la Luna se ocultó y el Sol salió, los animales le dijeron a éste que la Luna se había ido triste porque no podría ver más aquellas flores tan hermosas que tanto había amado. El Sol, sonrió tristemente y les dijo a los animales, que cuando la vieran otra vez le explicaran algo.  
Por la noche, la Luna apareció y vio sus amadas flores marchitas en el suelo. Estaba tan triste que pidió a las nubes que la escondieran, pero antes los animales pidieron hablar con ella.  
Ellos le explicaron que el Sol había enviado esa planta como obsequio, un obsequio especial. Pero antes de decirle el significado, debían explicarle lo que sucedería.  
Le advirtió que con el paso de los años sólo florecería dos o tres veces, lo que puso triste a la Luna. Saber que solo las podría ver tan pocas veces era doloroso. Pero no sabía que su amado le tenía preparado algo más. Los animales le dijeron que todos lo años derramaría otra lágrima para que otra planta como aquella crezca para ella. Y que cada vez que ellos se puedan encontrar, derramaría tantas lágrimas como pudiera, solo para que el resto de los años sin estar juntos, pueda tener miles y miles de flores que podrán abrirse todas las noches.  
Por último le contaron el significado del regalo. Le dijeron que al amanecer las flores morían para que al anochecer, cuando otras nacieran, pudiera, con aquellos pequeños rayos de sol, acariciar su rostro, tocar su piel, besar sus labios.  
Cada flor era un “te amo” que debía multiplicar por los pétalos de cada una de ellas, y luego por las estrellas, para así saber cuánto la amaba, y aún así no estaría ni cerca de saberlo.  
Esa noche el cielo se despejó, la Luna, en su forma más radiante observo como la primera flor comenzaba a abrirse. Al hacerlo, aquel pequeño rayo de sol lo sintió como un beso en sus labios.  
La Luna decidió nombrarla “Dama de la noche”, anhelando que el día que se encuentre con su amado, aquella hermosa flor, sea quien los acompañe, no sólo en aquella ocasión, sino durante el resto de sus vidas.  

Luego de escuchar esta historia muchos dirán que sólo es una leyenda, pero entonces, por qué cuando aquellas flores se abren, la luna las espera en su forma más radiante y con la noche más hermosa?