Una gordita llena de amor

Capítulo 1

Eugene - Oregón, Estados Unidos 2024

Horas antes de que todo se valla al carajo.

Atenas Ivanov

Pasó por algunos locales, pero no veo que tengan letreros en busca de empleados, algunas veces me bajo del auto de mi mejor amiga, cual me presto por hoy es un Fiat 500X de color azul y negro, que consiguió con mucho trabajo y ahorros, también el hombre que selo vendió le dio buen precio, gracias a ella lo estoy utilizando para poder preguntar en varias fábricas como de ganado, procesadoras de alimentos, empresas pequeñas de , también en uno que otro pequeño supermercado, también una que otra farmacia, pero nada tampoco, no sabía que buscar un empleo siendo recién graduada de la universidad fuera tan difícil, esto apesta, es una mierda porque donde quiera que pregunto me piden experiencia que no tengo, joder apenas llevo dos meses desde mi graduación, ya me andan pidiendo experiencia de dos años en adelante. Necesito el empleo con urgencia, no puedo permitir que Zachary siga pagando sola el alquiler del pequeño apartamento en el cual vivimos, tanto como el gas, la luz, el agua esta incluido con la facturación del alquiler, también esta la compra que se hace cada dos semanas para sobrevivir.

El dinero que tenía guardado de emergencia lo tuve que gastar en la universidad, entonces le prometí a Zachary, que cuando me graduara de la universidad conseguiría un empleo para poder dividirnos las cosas entre las dos, ella como siempre me entendió, fue tan buena conmigo, mi deber como amiga es ayudarla, aliviarle un poco el peso que tiene sobre sus hombros de pagar todo, pero repito joder nunca pensé que fuera tan difícil.

Llevo casi más de seis horas recorriendo las calles, pero no encuentro nada, así que me rindo por hoy, estoy muy cansada, enojada por no conseguir algún empleo, tomo la decisión de ir de vuelta a casa. Me toma más o menos meda hora llegar a casa, vivimos en un barrio tranquilo en Friendly al centro sur de Eugene, vivimos en una pequeña casa terrera, la cual se compone de dos habitaciones, un baño completo, tenemos la sala donde tenemos un pequeño sillón de color negro todo gastado fue un regalo de uno de los vecinos, cual se dio cuenta que no teníamos absolutamente nada cuando llegamos hace cinco años atrás, si el condenado lleva varios años con nosotras, estoy segura que puede durar algunos años más, la cocina es de un estilo clásico pero aun así me funciona excelente y por ultimo una marquesina que es donde estos momentos me estaciono.

Apago el auto, me bajo de este con cara cansada, llena de tristeza y enojo, entro a casa y escucho ruidos en la cocina, así que supongo que ya llego Zachary del trabajo, camino por el estrecho pasillo que me conduce de la sala hacia la cocina e habitaciones, entro a la cocina y exactamente está ella cocinando o eso intenta, creo que no es su fuerte, ella al escuchar mis pasos se voltea sonriente, pero al ver mi cara se le borra, deja hacer lo que estaba haciendo y camina rápidamente hacia mí, ella sin pensarlo dos veces me abraza, yo hago lo mismo.

-Hola mi gordita, ¿porque traes esa carita?, ¿Que paso? -me pregunta preocupada

- Hola mi Zee – le devuelvo el saludo sin ánimos.

No puedo evitar reír un poco por la forma en la que me llama, desde que nos conocemos desde niñas siempre me ha llamado de esa manera y no me molesta para nada es un apodo cariñoso de su parte, yo le digo Zee por la Z de Zachary más lo encuentro muy lindo, ella es la típica amiga de un cuerpo noventa, sesenta, noventa muy hermosa, mide 168.4 cm de altura, es de tez media morena, cabello lacio de color chocolate hasta un poco más abajo de los hombros, tiene ojos verde claros, nariz respingada con algunas pecas lo bastante notables, también unos labios pronunciados, ella es un claro ejemplo de una modelo de Victoria Secret.

Todo lo contrario, a mí.

Yo soy lo que la humanidad cataloga como una chubby girl, a pesar de que tengo varias libras de más, tengo buenos pechos y un trasero grande, mido un 160.3 cm de alto tengo el cabello ondulado hasta la cintura de color negro, soy de tez media clara ojos un poco grandes de color azules claros como el cielo, mejillas regordetas, labios gorditos. Aunque no lo crean me amo como soy, así gorda he tenido la oportunidad de poder ligar con algunos hombres, cosa que casi nunca salen bien, pero ya eso es otro tema que no quiero tocar.

Suspiro para luego despegarme solo un poco de mi mejor amiga, sonrío levemente mientras la miraba.

- No encuentro empelo en ninguna parte, sabes que no quiero que sigas pagando los gastos de la casa tú sola-le digo a ella con voz cansada.

- No te preocupes gordita, sé que me quieres ayudar, como también sé que pronto encontraras un empleo bonito – me contesta con comprensión.

Eso en vez de aliviarme hace que me siente más preocupada, porque necesito ayudarla.

- Antes de que me digas algo más déjalo estar mi gordita bella – vuelve a decirme mientras me sonríe con ternura.

Me suelto de su abrazo, luego me siento en la silla giratoria que está cerca de la barra que divide la cocina de la sala, Zachary se va hacia al otro lado de la barra, me mira sonriente, eso hace que me estremezca porque es una sonrisa distinta a la que medio segundos antes, es una sonrisa de que se va a salir con la suya, es esa típica sonrisa de que tiene una idea buena pero que en realidad termina siendo una mala idea, yo niego una y otra vez y ella hace los mimos pero asintiendo sin dejar de sonreír.




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