Sábado...
Me levanto, aún es temprano, sigo sin saber qué ponerme, bajo a preparar algo de comer, y me percato que no hay nada, vuelvo a subir a mi habitación y empiezo la búsqueda de que ponerme...
Suena mi celular, era Dimitri:
Dimitri:
-lista para nuestra cita.
no puede ser, sin darme cuenta ya eran las 3:30 de la tarde, que hago aún no sé qué ponerme, me metí en mi closet y saque lo primero que vi, — ¡MIERDA LO DEJE EN VISTO ¡-—grite.
yo:
-sí, te espero.
Ahora que hago, solo tengo este saco grade de color beige, con esta chaqueta beisbolera, este pantalón negro, con estas medias blancas y con estos zapatos, ahora que maleta llevo, tengo 3 una negra, una gris y una blanca, bueno de tin Marín..., gano la blanca. Me cambio super rápido, cuando termino, escucho el timbre, no puede ser no me alcance a amarrar el cabello, de seguro es Dimitri, ay mi chico caca jajajaja aún no lo supero.
Bajo las escaleras casi volando y abro la puerta
—hol...— se queda con la boca abierta.
—hola, chico caca— lo saludo riendo
—estas hermosa— aún se queda con esa cara de idiota
—te sientes bien chico caca o ¿ya te quedaste ciego? — respondo confundida.
—deja de llamarme así y no, no me quede ciego, estas hermosa— afirma.
— ay, aja — le digo bromeando, me toma de las manos...
— créeme, ¿vamos? — su tono de voz es muy alegre
— vamos — le digo emocionada
Salimos de mi casa, camino al cine, como queda cerca nos fuimos caminando. Mientras caminábamos me volvió a tomar del hombro, esta vez no me aleje, me gusta que lo haga, me siento segura a su lado.
— ¿Por qué crees que eres fea? — pregunta con una ceja alzada, yo miro así abajo, como si no quisiera hablar, pero respondo...
— siempre me han denominado de ese modo, llego hasta un punto donde me lo creo, no soy bonita y es que mírame, mira cómo me visto, no soy nada sexy como lo es Samara — mis ojos se empezaron a llenar de lágrimas, el para y se pone enfrente de mi...
— no llores, de que sirve una belleza exterior si por dentro están podridas — toma mi mentón y me besa la frente. Wow como un chico como el, tan guapo y rodeado de chicas hermosas, me escoge a mí, pero como estoy segura de que le gusto, que tal me esté tratando solo como una amiga.
—gracias, de verdad tienes un don para levantarme el ánimo— lo miro con ojitos de perrito, — quien pensaría que el chico caca sería tan tierno— me rio y burlo de él.
—deja de llamarme así sumisa— me mira con una sonrisa pícara mientras seguimos caminando, no entiendo ¿por qué esa sonrisita?.
-
Después de una larga caminata llegamos al cine, pero no sé qué tengo, me siento rara, siento que puedo reír me siento bien será que estoy conociendo la felicidad, nunca la he sentido a sí que podría ser, — ¡HARRISON ¡despierta — grita Dimitri.
— ¿Qué paso? — respondo confundida.
— en que mundo andas, te estoy hablando— me dice riendo.
— perdón, ¿Qué me decías? — digo aun perdida...
— ¿Qué película quieres ver? — me lo dijo mono espaciado.
— no soy una idiota para que me hables así niño caca— le digo mirándolo mal.
—veamos una de terror— el me mira con cara de que no que esa no...
— no me gustan las películas de terror, pero bueno lo que quiera la sumisa— me lo dice mientras reposa sus manos en sus rodillas para poderme ver a los ojos, él es un poco más alto que yo.
Después de comprar los boletos, fuimos al área de comidas, y el pidió dos vasos de gaseosa grande, al igual que las palomitas, entramos a la sala, empezamos a ver los avances de las demás películas, hasta que por fin empezó la nuestra.
Después de unos minutos empezó lo bueno, quien pensaría que este chico que se ve tan fuerte, sea tan miedoso, toda la película se la paso tapándose los ojos y cubriéndose con mi pequeño cuerpo, no sé si solo es drama o de verdad le da miedo...
— ¿Qué aparte de ser el chico caca también el chico gallina? — le digo burlándome de lo miedoso que fue, el me mira enojado...
— te dije que no me gustan esas películas, sumisa— me mira con esos ojos verdes que me matan, se acerca mucho a mí, —aparte tu eres la que no le gusta que la asusten—
— pero las películas de terror no asustan— le digo sintiéndome superior.
me toma de las manos, sus mejillas se ponen rojas intenta hablar, pero no le salen las palabras, hasta que...
— ¿qui- qui- quie? —, no puede ser será que me quiere decir si quiero ser su novia, nunca he tenido novio, no sé si me gusta, no sé cómo sentirme al respecto, este chico es un bipolar de primera, bueno si me dice eso le diré que sí, aunque no se AAAHH me siento frustrada otra vez.