Me levanto de la cama y bajo las escaleras, mi madre está en la cocina...
—má ¿sabes dónde está Dimitri? — le pregunto un poco alterada.
—el salió muy temprano, la verdad no sé qué tenia, se veía preocupado— me dice con un tono de preocupación.
—vale, gracias má— subo de nuevo a mi habitación.
Tomo mi celular, no tengo ningún mensaje, lo llamo, pero me manda al buzón de voz, le envió un mensaje
Yo:
- ¿estás bien? ¿Por qué te fuiste sin avisar?
El mensaje no le llega, eso me hace preocupar aún más, me metí a bañar. Al salir me empecé a vestir super rápido, tome mi maleta y Sali de mi habitación, baje las escaleras, tome el pomo de la puerta...
—hija ¿A dónde vas tan temprano? — pregunta mi madre.
—al instituto, tengo que hablar con unos profesores antes de entrar a clase— miento
No espero respuesta y solo salgo de casa, corro hacia el instituto
-
He llegado al instituto, los chicos del equipo de futbol están entrenando, me acerco para ver si Dimitri está ahí, pero choco contra alguien y caigo al suelo...
—perdóname no te vi— levanto la vista — ¿Daniel? —
—tranquila no te preocupes— como siempre iba a salir a correr, pero lo alcanzo a tomar del brazo.
—Daniel ¿sabes dónde está Dimitri? — me mira extrañado.
—la última vez que lo vi fue anoche, ¿pero por qué preguntas? — se ve que esta igual de preocupado que yo.
—no sé dónde está, esta como desaparecido— pronuncio.
—pero estaba en tu casa— replica.
— lose, pero esta mañana no estaba— respondo.
— ¿se acostaron? — me pregunta, mi cara queda en un total desagrado.
— ¿Qué? ¡NOOO!, ¿Qué tiene que ver esa pregunta con lo que estamos hablando? — estoy muy enojada por esa pregunta.
—perdóname la pregunta, no me hagas caso— dice apenado.
No respondo nada y solo me voy, entro al instituto, busco unas cosas en mi casillero, después me dirijo al aula, al entrar veo que tampoco está aquí, solo tomo asiento, saco mi celular, ya le llego el mensaje, pero aún no responde, no sé si me está evitando.
Llega el profesor a clase, su cara se ve un poco preocupada, pero me da tan igual eso, solo quiero saber dónde está, el profesor empieza su clase, la verdad no presto atención.
-
No tengo hambre, a pesar de que no desayune. No sé dónde buscarlo, no sé dónde vive, no sé nada de él, mi celular vibra, lo saco pensando que es el...
NUMERO DESCONOCIDO:
-Aléjate de él, no es bueno para ti.
Que me aleje de quien, no entiendo esto, porque siempre tengo mensajes así de personas que nunca he visto o conozco...
Yo:
-alejarme ¿de quién?
el mensaje ya no le llega, "ten cuidado" y "aléjate de él, no es bueno", no sé de quién habla, no sé si este mensaje es de Daniel, todo esto es muy raro, que le habrá pasado.
El director me llama, me acerco...
—sé que es amiga del señor Jones, ¿usted sabe por qué no vino? — me pregunta.
—la verdad no sé, no me responde mensajes, no sé nada de el— digo mirando hacia abajo.
—muchas gracias por la información, si sabe algo me avisa— solo asiento con la cabeza y me voy.
Que el director me pregunte sobre el, solo me confirma una cosa, algo grabe debe estar pasándole, no sé qué, pero se que debe ser algo grave...
tres semanas después...
Estoy acostada en mi cama, aun no sé nada de él, le he escrito varios mensajes, pero sigue sin responder, me preocupa lo que le haya pasado, ¿abre hecho algo mal?, ¿Por qué se fue así de la nada?, según yo estábamos bien.
—hija ¿Cómo sigues? — pregunta mi madre, entrando en mi habitación.
—preocupada— respondo por inercia.
—hija ya aparecerá, no te mates más la cabeza— pronuncia preocupada.
— ¿hice algo mal? — pregunto con un tono de llanto.
—no creo hija, él te quiere mucho— sonríe — voy a terminar de hacer la comida— sale de mi habitación.
Me siento en mi cama, miro hacia todos lados, pero en específico a su atrapa sueños, en verdad me a servido mucho, no he vuelto a tener pesadillas... me levanto, bajo las escaleras, le digo a mi madre que saldré, pero que no llego tarde.
Me dirijo hacia el sendero, mientras estoy llegando mis ojos se empiezan a llenar de lágrimas, pero no las dejo salir, empiezo a caminar por el sendero de la lana roja, al llegar al final, empecé a subir la montaña, ya en la sima, miré el árbol, en verdad el solo verlo te llena de alegría.