Una Jugada Del Destino [libro #01]

- CAPITULO 14 -

17 DE JULIO DEL 2020

Estas últimas semanas, las hemos pasado muy tranquilos, su padre no volvió a molestar, al igual que sus pesadillas no volvieron, estas semanas nos encargamos de disfrutarlas al máximo, bueno también haciendo otras cositas, pero más que todo nos la hemos pasado en la playa y en la piscina.

— ¿ya tienes todo listo? —me pregunta mi sol.

—si ya está todo — le informo.

Subimos las maletas al carro, nos dirigimos al aeropuerto, el sueño me está venciendo. Estacionamos el auto y empezamos a hacer todos los trámites para poder abordar...

Ya en la sala de espera, me pongo a pensar en todo lo que hemos vivido este mes, el simple hecho que del primer hombre del que me enamore fue al primero que le entregue todo mi ser, es algo que me hace feliz, él me gano por completa, a pesar de sus cambios de humor, me gano el corazón...

Nos llaman para abordar el avión. Al ya estar sentados dentro del avión, me empieza a dar sueño, así que me acurruco en el hombro de Dimitri...

Una hora y media después...

Una fuerte sacudida me despierta, nos empezamos a bajar del avión, pero veo que Dimitri esta todo serio y aparentemente sin habla.

Abro la boca para pronunciar algo, pero vuelvo y la cierro, en las afueras del aeropuerto hay dos autos...

—tú te vas a ir en ese y yo en este, antes de que preguntes ¿por qué?, es porque me quiero ir a dormir a mi casa estoy muy cansado y me imagino que tú también— me dice en un tono frio.

—mañana te escribo— le respondo.

—emm si aja como digas — se sube al auto y emprende camino no sé porque cambio tan rústicamente.

Ya no te quiere...

Como siempre mi mente haciéndome malas pasadas.

Yo me subo al otro auto, que me lleva directo a casa, en el camino empiezo a recordar sus palabras, había usado un tono tan frio que me duele, saco mi celular, pongo mi canción favorita, sign of the times, no soy de escuchar música la verdad, pero esta canción me tranquiliza muchísimo, me ayuda a lidiar un poco con mis malos pensamientos.

-

Llegamos a mi casa, le agradezco al conductor por traerme, abro la puerta, me bajo, al cerrar la puerta del auto, este arranca y ahí estoy yo, frente de mi casa, no sé, pero se siente un poco raro estar aquí después de un mes, a pesar de que he estado conversando con mis padres a diario, pero también creo que el clima no ayuda mucho, el cielo está completamente gris y frio.

Se aburrió de ti...

No es cierto, solo tenía prisa, su padre es un testarudo es eso, no voy a dejar que mi mente juegue un papel tan sucio con mis sentimientos.

Camino hasta la puerta de mi casa, entro y como esperaba está vacía, mis padres a esta hora están trabajando, pero encima del mesón de la cocina veo un pequeño pastel y una nota

«perdón por no recibirte como te mereces, pero como sabes tenemos que trabajar, esta noche cenaremos juntos, ¡BIENVENIDA!»

tomo el pequeño pastel, junto a una cuchara, me dirijo a mi habitación, boto mi maleta al suelo, me siento en mi cama y le doy una cuchara a mi pastel, saco mi celular y entro a la conversación con Dimitri, en línea, eso duele, que este en línea y no me escriba que ya llego a casa, suelto el pastel y le escribo...

Yo:

- mi sol ya llegué a casa.

-

Me termino mi pastel, tomo nuevamente mi celular, Dimitri me dejo en visto, no sé qué hice ahora que lo hizo enojar, ¿Por qué no me escribe?, de seguro fue por su padre, tal vez está demasiado molesto con él como para escribirme con rabia, de seguro mañana me hablara para salir, es el último fin de semana libre, el lunes ya entramos a clase de nuevo...

Lunes...

Ya estoy lista para salir de mi casa, ya paso el fin de semana, a pesar de que le he escrito, no me responde, no sé qué paso, ¿Qué fue tan grave que no me pueda escribir?...

Salgo de casa, tomo el mismo camino de siempre, me encuentro a la misma chica extraña que vi en aquel parque ese día...

— te lo advertí — me dice para luego salir a correr.

Me pongo tensa con lo que acaba de decir, tanto que hasta me llegue a poner pálida, sigo mi camino al instituto.

-

Al llegar dirijo mi vista a la cancha y ahí está él, como siempre, entrenado junto a sus amigos, me siento en la silla de siempre para verlos, al parecer él nota mi presencia, pero su mirada es de desagrado, no sé qué le hice.

Me dirijo a mi casillero, al abrirlo, una hoja blanca cae al suelo, me agacho para recogerla, al abrirla, dice "estas perdida" ¿perdida? ¿En qué sentido?, solo rompo la nota y la boto a la basura, cierro mi casillero, entro a clase de la profesora Merry y me siento en el lugar de siempre.

Ya ha pasado media hora, tocan la puerta y si es él, nuestras miradas se cruzan, pero él me desvía la mirada, se sienta en uno de los puestos de enfrente, eso duele. Una lagrima sale de mis ojos, siento como lentamente se arrastra, hasta que por fin cae en mi cuaderno.




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