Una Jugada Del Destino [libro #01]

- CAPITULO 27 -

NOTA: NOMBRE DE LA CANCION 

BRAIN DAMAGE ECLIPCE DE PINK FLOYD

, SI QUIERES LEE LA LETRA DE LA CANCION 

Ya casi me estoy terminado de arreglar, por primera vez me estoy maquillando, aun no puedo creer que este haciendo esto por un chico y si, no es un simple chico, pero esto no lo haría ni porque mis padres me lo pidieran, me le levanto del tocador y me miro, aun sigo sin creer que de verdad estoy haciendo esto, me veo bien, pero... no me lo creo.

Llevo un vestido negro corto, la parte de arriba me queda ajustada hasta la cintura, de ahí hacia abajo cae el vestido y se detiene un poco arriba de la rodilla, tiene una tela traslucida de color negro con estrellas estampadas en él, con unos botines con un poco de tacón del mismo color del vestido. Mis ojos tienes una sombra negra difuminada con un azul noche y con un toque de brillos para que se vean como estrellas, tengo un poco de rubor y mi boca esta pintada de color negro.

Lo más probable es que Dimitri llegue a las 6 de la tarde, apenas son las 4, ya lo quiero ver con su disfraz se verá muy chistoso de color amarillo, aunque el con cualquier cosa se ve bien.

DIMITRI:

Son las 4 de la tarde y aun no me he arreglado, pero y como si me la he pasado dándole vueltas al asunto de la cita, no sé qué hacer, ni a donde llevarla, ¿por qué cada pequeño detalle con ella tiene que ser perfecto?, por alguna razón no pudo hacer nada simple, tiene que ser especial para ella, algo que nunca olvide. Me levanto del sofá en donde estaba y me dirijo a mi closet para sacar mi ropa. Después de colocármelo me empiezo a poner un poco de maquillaje.

wow, ¿de verdad? Llegar a usar maquillaje por una chica, no sé qué me pasa, me tiene mal.

Bueno por fin logre terminar, llevo un pantalón algo elegante pero no es ni un amarillo intenso ni uno pálido, es más como un amarillo quemado, combinado con una camiseta color amarillo pálido, llevo una corona que tiene rayos de sol y por último mi maquillaje, me coloque un poco de amarillo en los cachetes, junto a unas estampitas de sol, wow sí que esto loco, solo a mí se me ocurre decir que nos disfracemos, ósea mírame un chico de 20 años disfrazado de sol y una chica de solo 19 años disfrazada de luna, ¿Qué somos? ¿unos niños de primaria?

Salgo de mi habitación y por mala suerte encuentro a mi padre en la cocina bebiendo un poco de agua, al notar mi presencia se atoro y se empezó a reír descaradamente.

―no digas nada― lo señalo con el dedo.

― ¿a dónde vas ricitos de oro? – se vuelve a reír.

―cállate ― respondo enojado, pero él se sigue riendo.

―ay las cosas que se hacen por amor, de verdad te tiene mal― pronuncia mientras termina de beber su agua.

―no me esperes esta noche ― no espero que diga algo más y me voy directo a mi auto.

-

La estoy esperando frente a su casa, acabe te tocar el timbre de su casa, nuevamente por mala suerte el señor Harrison abrió la puerta y se hecho a reír también descaradamente, me estoy empezando a arrepentir de hacer esto, solo le doy una sonrisa.

―solo lo hago por su hija― él se pone a reír tan fuerte que tiene que agarrarse el estómago.

―ay por favor, mi hija lo está haciendo por ti, a ella nunca le han gustado los disfraces ― perfecto, ese dato me hubiera servido antes para no hacer esta estupidez.

―oh vaya ― exclamo falsamente.

―Mer llego ricitos de oro ― al parecer no solo mi padre cree eso, ¿Qué más tengo que soportar?

― ¿ricito de oro? ― la escucho bajar la escalera.

Al verla me quede impactado con lo hermosa que se ve, es la primera vez que la veo maquillada y aparte usando un vestido que de verdad le favorece, no me equivoqué al elegir la dueña de mi corazón, ella es la única capaz de destrozarme y a pesar de lo que le hice sigue aquí, yo de ella hubiera preferido que me marchara, pero ella es tan hermosa. Bueno y ahora sé que me veo ridículo al lado de ella.

― si aquí está en la puerta esperándote ― responde el padre aun entre risas.

―la crueldad se hereda―pronuncio en broma, escucho su pequeña risa, pero su padre para de reír repentinamente.

MEREDITH:

Voy bajando las escaleras pregunto por un tal ricitos de oro, cuando por fin logro bien quien es, noto como mi padre se ríe a carcajadas, pero lo ignoro, el lleva un pantalón amarillo que se le ajusta bien, con una camisa del mismo color, de verdad el con cualquier cosa se ve hermoso, mi padre me dice algo, pero no lo escucho, lo siguió mirando, ¿tiene maquillaje? De verdad se tomó el disfraz en serio, este chico es una cajita de sorpresas, ojalá y no me salga con una desagradable, pero de algo que estoy segura es de que quiero seguir un buen tiempo con él.

―la crueldad se hereda― me rio de su comentario y un poco más al ver la cara de mi padre.

― ¿Qué? ― exclama alterado.

―ay papa es un chiste entre nosotros no te enojes― le doy unas palmaditas en el hombro.

― ¿le puedo tomar una foto a la bruja y a ricitos de oro? ― pregunta burlándose.

― sol y luna papá, no te burles y toma la foto – toma la foto con una cámara instantánea, tomo 3 una para mí, una para Dimitri y otra para él.

Dentro del carro, nos empezamos a reír a carcajadas, nuestras miradas se cruzan y él toma mi cara con su mano.

― ¿no te cansas? ― me quedo extrañada con su pregunta.

― ¿de qué? ― respondo dudosa.

―de ser tan insoportablemente hermosa ― siento como mis mejillas empiezan a arder, no sé porque me gusta tanto que me diga insoportable.

―ya cállate y vámonos ― él se ríe y enciende el auto.

Él me tiene tantos apodos, luna, lunita, lunita mandona, insoportable, cruel, y yo solo le digo sol, pero es que él es algo que no tiene definición, él es un todo, él es simplemente eso, la luz que alumbra mi vida, veo por el retro visor y noto que trajo su guitarra, eso es algo que también me gusta de él, sus canciones definen tan bien lo que somos, lo que fue o es nuestra relación, pero definitivamente mi canción favorita es la que me canto ayer en la mañana look after you, me la dedico con tanto sentimiento, que de verdad le creí cada verso.




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