Una Luna para cada Lobo

Capítulo 8

   Julián se arregló ese día con traje y corbata. Estaba muy elegante. Recibió un mensaje ayer en la noche que se realizaría una reunión en la oficina bien temprano para terminar algunos asuntos del negocio.
—Cuanta elegancia -dice Johana al verlo y él da una vuelta.
—Tengo trabajo.
—Que aburrido es trabajar en estas fechas -comenta Óscar comiendo un helado.
—¿Nos vas a contar que te sucede? -pregunta Gus con insistencia después que Johana se alejó. Tenía que descubrir que era lo que ocultaba Julián.
—¿Sobre qué? -pregunta Julián sin percatarse de lo que decían.
—Tus actos han estado muy sospechoso -lo acusa Lion.
—¿En qué sentido?
—Varios sentidos -contesta Óscar que también lo había notado.
—Andas despistado y pensativo -dice Magnu. Todos se han dado de cuenta del cambio de Julián.
—Tengo cosas importantes en que pensar -responde él evadiendo el tema.
—Has estado viendo a Sandra con otros ojos.
—Y con una sonrisa de tonto -comenta Lion.
—¿Sonrisa de tonto? -pregunta Julián sin entender a que se referían.
—De tonto enamorado -responde Gus.
—Igual a Gus cuando se enamoró de Johana -señala Óscar.
  Gus cuando se fijó en Johana todos se dieron de cuenta,  hasta ella misma.
—Yo no me veía tonto.
—Es que... tenían razón. Me enamoré de Sandra -confiesa Julián. Sus amigos no se iban a detener hasta que lo dijera.
—Lo sabía -dice Lion con orgullo.
—Y tú siempre lo negabas -comenta Óscar.
—Me di cuenta ahora y no sé que hacer -contesta Julián. Tenía mucho miedo de confesar lo que sentía. 
—¿Cómo que no sabes que hacer? -pregunta Magnu exaltado.
—Tienes que declarartele -responde Gus con sinceridad.
—Es muy pronto -responde él.
—¿Pronto? Llevan años de amigos -contesta Lion.
—Si sigues esperando llegará otro hombre a la vida de ella -dice Magnu.
—Los dos están solteros ¿Cuál es el impedimento? -pregunta Óscar.
—Tengo miedo que me rechace -responde Julián.
—Tienes que hacerlo o no sabrás -dice Gus.
—¡Hazlo! Sin miedo al éxito -lo anima Lion.
—Lo dicen muy fácil, pero si algo sale mal podría perder la amistad de Sandra.
—Sandra no te abandonará, no importa lo que suceda -dice Magnu con seguridad.
—Tengo que pensarlo -le dice a ellos y en voz alta dice- Ya me tengo que ir. Tengo una reunión importante. Están en su casa
—No digas eso porque Lion se lo tomará muy enserio y lo tendrás viviendo aquí -comenta Sandra divertida.
—No me molestaría vivir aquí -contesta Lion acomodándose en el sillón.
  Julián se subió a su auto y arrancó directo al trabajo. Llegó a su oficina a buscar unos papeles antes de que comenzara la reunión.
—Hola querido ¿podemos hablar? -dice Silvana en la puerta de su oficina- Me enteré que vendrías hoy.
—Silvana ¿qué quieres ahora?
—Hablar, no me has dejado explicarte nada. Escuchame.
—Está bien. Prometéme que después de escucharte no me molestarás más -declara Julián muy serio.
—Pero... lo nuestro...
—Lo nuestro no existe.
—Cambiarás de opinión -afirma Silvana decidida. 
  Se sentaron y ella comenzó a relatar lo mucho que había sufrido por la ruptura, que nada de lo que escuchó era verdad, que era una broma con su amiga, que ella lo quería y lo amaba, que deseaba formar una familia con él.
  Julián escuchó todo en silencio, pero no le creyó nada. Ya la conocía demasiado bien. Era una mujer superficial aunque finge lo contrario.
—Ya sabes toda la verdad, querido. Necesitamos una nueva oportunidad juntos.
—Silvana, lo nuestro terminó. Yo no voy a volver nunca contigo -le responde Julián con firmeza. Nada lo haría cambiar de opinión.
—¿De verdad es por esa muchachita?
—Esa muchachita es la mujer que amo.
—Eso no es posible. Estás confundido, pronto te darás de cuenta que me necesitas -le suplica Silvana. No pensaba perder lo que era suyo y menos por alguien como Sandra.
—No te necesito. Ya no queda nada entre nosotros. Se terminó cuando tú me traicionaste.
—Si esa es tu última palabra me iré. Sé que vendrás a pedirme perdón cuando te aburras de esa muchachita.
—Es imposible que me aburra de ella -contesta Julián con honestidad.
—Tu felicidad está conmigo. Te darás de cuenta de eso.

***
  En la casa de Julián sus amigos pidieron pizza e hicieron una competencia de un videojuego. La pantalla era enorme y Julián tenía muchos juegos. El sueño de todo gamer.
  Se decidieron por un juego de peleas. Cada uno escogió su personaje.
—¿Por qué tu personaje es un ángel? Debería ser un demonio -le dice Lion a Margret.
—¿Y por qué debe ser un demonio?
  Empezaron una discusión entre ellos.
—¿Qué te sucede Johana? Estás algo desanimada -pregunta Magnu.
—Anda en sus días -contesta Gus.
—¿Por qué me tuvo que venir ahora? Me duele el vientre -se queja Johana.
—¿Te tomaste el calmante?
—Sí, me siento cansada.  Amor, quiero helado.
—Johana, tienes el período, no estás embarazada -comenta Margret que terminó de discutir con Lion.
—Mi período viene con antojos también.
—Si es así con el período, no quiero saber como será con el embarazo -contesta Óscar.
—Gus, ¡helado! -exige Johana.
  Gus fue a la cocina y le trajo su helado para que se callara y dejara de quejarse. Ella se ponía bastante molesta cuando le venía su menstruación.
—Sandra, una pregunta -dice Lion cambiando el tema.
—¿Que será? Me están viendo raro.
—¿Qué piensas de Julián?
—¿Qué pienso? -se sorprende Sandra por la pregunta.
—Han estado distanciados desde hace tiempo ¿No lo has extrañado? -también pregunta Gus.
—Claro que sí.  Es mi mejor amigo.
—¿Y sólo es un amigo? -pregunta Margret con intriga.
—Ya sé por donde va su conversación -dice Sandra. Ellos siempre han creído que Julián y ella tienen más que una relación de amistad.
—Pero honestamente ¿no crees que Julián sería un gran novio?  -pregunta Magnu. Todos estaban interesados en el tema.
—Julián es un excelente hombre, es muy detallista, caballero, tierno, romántico, simpático, buena persona, honesto, divertido y muchas otras cosas más.
—Sería un excelente novio ¿no crees? -dice Gus.
—¿Por qué insisten tanto? -pregunta Sandra. Todo eso lo veía algo sospechoso.
—Ustedes hacen buena pareja y están solteros -menciona Margret que los quería ver juntos.
—Nos conocemos desde hace mucho y somos amigos desde entonces.
—De la gran amistad puede surgir el amor -dice Óscar.
—Se meten mucho en los asuntos de los demás -comenta Sandra. Ellos son normalmente así.
—Ellos tienen razón. Deberías pensarlo. Julián te quiere mucho -dice Johana quien comía helado. 
—Querer y amor es diferente.
—¿Estás segura que no hay ni un poquito de amor? -pregunta Lion haciéndola pensar.
  Sandra se quedó en silencio. No sabía que responder. Sus amigos la hacían sentir incómoda con esas preguntas, pero no sabía que responder ¿hay algo de amor hacía Julián? Se preguntaba para sí misma. Sus amigos le pusieron a pensar algo que no había hecho.
—¿Y por qué preguntan tanto sobre eso? ¿Sucedió algo con Julián? -preguntó Sandra para cambiar el ritmo de la conversación.
 Los chicos no iban a delatar a Julián, él tendría que declararsele personalmente.
—Queríamos saber tu opinión sobre Julián -responde Lion.
—Teníamos curiosidad -dice Gus.
—Se ven tan lindos como pareja -comenta Margret.




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