Capítulo 16

8 meses después.

 Sandra se dio un relajante baño con agua tibia. Se sentía relajada. Salió de baño secándose su cuerpo. Se vistió y se maquilló.

  Hoy era un día importante para ella, era el día de su graduación. Oficialmente era una veterinaria. Todos esos años de esfuerzo dio sus frutos y se sentía orgullosa de sí misma. Ni su enfermedad pudo detener sus sueños y todavía le quedaban muchos otros sueños por cumplir.

 Tocaron la puerta y al abrir se encontró con el hombre más guapo del mundo para ella. Julián la abrazó y besó. Admiró a su hermosa novia que estaba radiante de felicidad.

—Con ese vestido todos los hombres se te quedarán viendo.

—¿Ya empezamos con los celos, señor Contreras? -pregunta Sandra fingiendo seriedad.

—Es culpa de mi novia por ser tan hermosa.

—Los otros hombres me podrán ver, pero tú eres el único que me puede comer -dice ella con una mirada pervertida.

—Eso me gusta -responde Julián con una gran sonrisa y le da un beso.

—¿Por qué tardan tanto? -dice Magnu en la puerta del apartamento. Se había quedado en su auto mientras Julián recogía a Sandra- No tenemos tiempo de estar cariñositos. Debemos salir rápido para no llegar tarde. Los demás ya van en camino.

Julián le abre la puerta del auto a Sandra.

—¡Que caballero!

  Llegaron a tiempo. La ceremonia se llevó a cabo. Su familia, sus amigos y por supuesto Julián estuvieron para apoyarla. 

  Todos esos meses no pudieron separarlos. Él viajaba más seguido a verla y se mantenían en contacto.

  Hicieron una gran fiesta para celebrar, entre todos los graduados alquilaron un local.

  Julián le entregó una carta a Sandra en las manos mientras la abrazaba felicitándola.

—¿Y esto? -pregunta ella sorprendida. 

—Leélo, mi amor.

  Sandra abrió el sobre y comenzó a leer.

"El amor...
Renace como el ave Fénix cuando se conoce a la persona correcta.
Florece como una rosa cuando cuando se despiertan sentimientos que estaban todavía dormidos. 
Aumenta como los años cuando se conocen más cada día. 
Se mantiene como el cielo cuando se
alimenta con pequeños detalles día a día. 
Perdura como el tiempo cuando el sentimiento es verdadero"

  A ella se le salieron las lágrimas de la emoción y lo besó.

 Julián se esforzó mucho para hacerle ese poema. Fueron días tratando de unir las palabras. Los poemas no eran su fuerte, pero pudo reunir todo lo que sentía por ella y lo logró. Él quería devolverle el sentimiento que tuvo por el poema que Sandra le regaló en navidad.

—Es hermoso, nos salió hasta poeta -dice ella demasiado emocionada. Nadie le había hecho un poema antes.

—Me freí el cerebro para escribirlo y no me quedó tan mal.

—Esas neuronas pérdidas valieron la pena. Me encantó. Fue el mejor regalo de graduación.

—Todavía no te he dado tu regalo -señala Julián sonriendo.

—¿No? ¿Y qué será?

—Sorpresa, mi amor, sorpresa -le responde él tocándole la nariz con su dedo.

—Ya terminó la ceremonia de graduación. Ya toca el regalo.

—Te lo diré cuando termine la fiesta.

—¿No me dirás nada? -pregunta Sandra con ojos tiernos intentado convencerlo.

—Esa carita no funcionará esta vez.

—Por lo menos lo intenté.

  La fiesta terminó y ella esperaba ansiosa su regalo. Esa era la razón por la que no le gustaba que le comentaran que le tenían una sorpresa. Julián la veía sonriéndole, él le contó a propósito para que ella lo esperara con ganas.

  Magnu los llevó al apartamento de Sandra. Ya era las 4 de la madrugada. Julián la abrazó y la besó con mucha ternura, acariciando su rostro con suavidad. Sacó un sobre y se lo entregó. Ello lo observaba dudando hasta que vio lo que traía dentro del sobre. 

—¿Un crucero? Jamás he estado en uno.

—Para todo hay una primera vez -le responde Julián observando la emoción de su novia.  Le encanta verla feliz y más cuando él era el causante de esa felicidad.

—No para todo, pero sí para algunas cosas.

***