Una manada para la diosa luna

CAPITULO 8:

 

Aurora

 

 

  • Te tengo – escucho hablar a alguien a mi espalda, retiro la mirada del celular rápidamente mientras detengo mis pasos, unos delgados dedos cubren mis ojos velozmente, mi frágil cuerpo tiembla y mi corazón papita más de lo normal en cuanto pronuncia más palabras al instante que me sumerjo en la oscuridad.

 

  • De donde saliste – es lo que bisbisea en mi oído, muy cerca de mi cuello, su respiración es lenta y calmada, pero puedo escuchar su alborotado corazón, su perfume me abraza completamente nublando mi mente. Por qué siento que nuestros corazones se turnan en latir imitando los ruidos cardiacos, o tal vez, son solo cosas mías.

 

Salgo de mis pensamientos cuando vuelvo a ver la luz, esta dificulta un poco mi visión, sé que fue falaz como una estrella fugaz, pero lo sentí como la eterna noche, mil horas en el reloj.

Me es imposible mover siquiera un músculo de mi cuerpo, Incluso siento que no respiro, lo único que percibo es el suave viento correr por el parque moviendo los grandes árboles suavemente.

 

Su sonrisa se disipa en cuanto me ve, me recorre rápidamente con la mirada y frunce el ceño ligeramente, esto me hace sentir tan rara que no puedo evitar colorear mi rostro de rojo, esto parece divertirle por que se esfuerza en esconder su sonrisa.

 

  • Lo siento, la confundí con alguien – responde para luego retirándose rápidamente, solo me limito a asentir y seguir mi camino pensando en lo que ocurrió.

* ♥ 

♥ *

* ♥ 

 

La voz de Demian me devuelve a la realidad.

  • Te encuentras bien – pronuncia tocando mi frente y examinándome, ¿cuando llegue a la universidad?
  • Si por qué
  • No lo sé, te ves pensativa, incluso ignoraste a Alejandra y a Blas cuando te saludaron.
  • Yo…
  • Te paso algo Aurora – pregunta poniéndose delante de mí mirándome con sus preciosos ojos marrones y regalándome una sonrisa, toma mis manos entre las suyas y las acaricia, levanta una de ellas y besa mis nudillos.
  • Algo extraño, pero no tiene importancia – respondo mientras acaricio su mejilla para calmarlo.

 

Que tienen tus labios, que tiene tu mirada

Son delegadas y de color rosa, son puras y limpias

Apetecibles como la dulce miel y encantadoras como las mismas estrellas.

Claman con impotencia que las silencie con un susurro y me deleite con ellas.

Mi corazón grita tu nombre con desespero, pero silencio por la razón

Que más quieres de mí, si lo tienes todo

Porque de rodillas ante ti ya estoy.

Que tienes que me encantas querida Aurora

 

Después de su dulce poema, siento mis mejillas tornarse rojas, si tuviéramos publico creo que estaría hecha un tomatito, con una sonrisa dirige su mano a mi rostro y coloca un mechón de mi cabello atrás de mi oreja, luego desliza sus dedos hacia mis labios y los recorre lentamente, después acerca su rostro al mío y ….

 

(sonido)

 

  • Lo siento, solo quería saber si Aurora estaba bien – habla Blas rompiendo el momento, volteo rápido y lo veo mirando el suelo mienta lleva su brazo a la cabeza, Ale esta del mismo modo.

 

  • No queríamos interrumpir, sigan con lo suyo, ya nos vamos a clases, nos vemos luego – habla Ale para luego alejarse. 

 

  • Sin más opción solo nos queda reír, ambos con el rostro rojo

 

  • Oh querida Aurora – habla Demian entre risas, yo solo escondo mi rostro en su pecho, que pena.

 

  • Vamos a nuestras clases mi pequeña luz.

 

 

 

 

 

 

❀❀ CELESTE ❀❀

 

Muerdo mi labio cuando el auto se estaciona, abro la puerta y salgo sin pensarlo mucho, mis pasos son lentos y a veces torpes, subo despacio los cinco escalones y camino, los hombres abren la puerta al verme, al ingresar rápidamente busco con la mirada a mi padre, no tardó mucho en encontrarlo, al verme una ligera sonrisa se forma en sus labios, suelto el aire que estaba reteniendo sin darme cuenta y no puedo evitar sonreír cuando mueve la cabeza ligeramente, seguidamente apresuro mis pasos para llegar donde él y me siento.

 

  • Me invitas a almorzar y me haces esperar, que modales son esa señorita – habla para luego llevar su copa a la boca.

 

  • Lo siento, las clases se alargaron más de lo que creía.

 

  • Espero no te moleste, pero acabo de ordenar

 

  • Esta perfecto.

 

  • Como vas en la universidad, es tu primer año, ya te adaptaste.

 

  • Sí, al principio me dificulte un poco, pero no paso mucho tiempo, me adapte muy pronto.

 

  •  tienes amigos, ¿Te tratan bien?

 

  • Si, la de hija de los Keller es mi mejor amiga.

 

  • Eso está muy bien, es bueno saber con quienes debes relacionarte.

 

  • Como está tu hermano

 

  • Dem…. Damian, él también está bien, sus resultados son excelentes, lleva las notas más altas de toda la universidad, a parte es muy popular, tengo que estar alejando a muchas trepadoras.

 

  • Pobre de tu hermano, tiene que lidiar contigo y tu carácter.

 

Silencio

 

  • Como te va a ti – hablo rompiendo el incómodo silencio, quisiera preguntar más sobre su vida, son muy pocas las veces que lo veo, quisiera hablarle más y contarle todos mis problemas, miedos y logros.




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