Una Melodía Para Dos

Capitulo 11

Levana (Ayla)

¡No lo puedo creer!

Elian me está besando.

Yo lo estoy besando.

¡Nos estamos besando!

-Wow- fue lo primero que dijo al separarnos- Ese ha sido el mejor beso que he tenido en mi puta vida.

Yo no sabía que decir, mi mente quedo prácticamente en blanco y parece que él lo malinterpreto, ya que la sonrisa que tenía en su cara poco a poco fue desapareciendo hasta quedar en un una línea recta.

-Creo que es mejor que bajemos- dijo mientras se acomodaba la camisa- Deben estar esperándonos.

Sin decir nada más salió de la habitación, dejándome con un vacío gigante y sin saber porque salí tras él.

-Elian, espera.- dije mientras lo alcanzaba.

-¿Qué quieres?- dijo mirándome con una mirada que daba mucho miedo- Debemos bajar nos están esperando.

-Primero quiero saber algo- dije deteniéndolo al ver que se iba- ¿Hice algo que te molestara?

-No- sin decir nada más se soltó de mi agarre y bajo dejándome con miles de preguntas.

Al ver que no podía hacer más nada fui a la habitación a buscar mi bolso y me dirigí donde estaban los demás y salimos hacia el restaurante.

Al llegar nos dirigen a una mesa donde nos tocaba sentarnos.

Nuestro orden fue así de izquierda a derecha en una mesa redonda; Mi madre, luego la madre de Elian, su padre, luego Mía, a su lado Elian y por ultimo yo, pero en el último momento Elian cambio con Mía haciendo que una extraña aura se sintiera entre nosotros.

-¿Está todo bien cariño?-pregunto mi madre luego de que estuviéramos tanto tiempo en silencio- He notado que Elian y tú no están muy amigables que digamos.

En eso llegan a tomar nuestros pedidos.

-Es algo complicado- dije con la mirada baja- Pero creo que he hecho algo que le molesto.

"O mejor dicho no he hecho ni dicho nada"

-Tranquila cariño, ya verás que eso se resolverá- dijo con una sonrisa- Por cierto Elian, no nos dijeron como les fue en la universidad con lo de Levana.

-Bien.

Y eso señores fue la una palabra que se escuchó por parte de el en toda la noche.

La noche paso de manera rápida y muy incómoda, al menos por parte de Elian y mía, por lo que al llegar a casa me dirigí a mi habitación luego de despedirme de todos, pero antes tenía que resolver algo con Elian.

-Elian, ¿Puedo hablar contigo?-dije mientras tocaba su puerta- Por favor abre.

-¿Qué quieres?- fue lo primero que dijo al abrir la puerta.

Y creo que no estoy preparada para lo que acabo de ver...

-Creo que mejor vengo más tarde- dije mientras daba la vuelta y me encerraba en mi habitación- ¿Qué demonios acabo de ver?

-Creo que acabas de ver a ese chico Elian solo en paños menores- dijo Alexandra que no sé cómo demonios entro a la habitación- Y antes de que preguntes, solo quería saber cómo estabas, a veces me siento demasiado sola.

Yo solo la vi con recelo, todavía no me daba mucha confianza aunque sea una diosa y todo ese lio.

-¿Cómo entraste a mi habitación?- dije mientras iba al baño y me quitaba todo el rollo que tenía encima- No creas que por ser una diosa puedes hacer todo lo que quieras.

-Tranquila princesita, no he hecho nada malo- la escuche caminar por la habitación- Sé que no tenemos buena fama, pero tampoco debes ser tan desconfiada, por cierto vine a advertirte de algo.

-¿Qué quieres decir?- dije saliendo del baño- ¿Qué ha pasado?

-He escuchado unos rumores y no son para nada buenos- parece que era algo muy malo, ya que se le veía angustiada- Parece que tu primo ha hecho unos aliados algo peligrosos, no solo en el agua sino también en la tierra y por lo que sé, no es para tomar el te ni nada por el estilo.

-¿Aliados? Pero ya él tiene lo que quería- dije frustrada- ¿Para qué quiere más aliados?

-De eso Levana- dijo tomándome de las manos- Todos saben que él no es el verdadero rey, además de que la verdadera heredera está viva y parte de tu pueblo se han revelado.

En ese momento en mi mente pasaron los peores pensamientos.

-¿Qué es lo que me quieres decir? – dije asustada.

-A todos aquellos que no lo aceptan o están contra su mandato, no tienen muchas oportunidades-en eso su mirada cae al suelo soltando un suspiro- A los hombres que no desean estar en su ejército son amenazados a enviarlos donde está el Krapken y sus mujeres eh hijos son separados, no dejan que se vuelvan a juntar o que tengan comunicación con ningún otro ser

Ya esto es demasiado, no puedo permitir que mi pueblo siga así, pero me siento tan inútil al no poder hacer nada.

-Levana, sé que esto es demasiado para ti, pero debes entender que es tu pueblo el que está en peligro y que solo te tienen a ti- dijo tomándome de las manos.

-¿Pero que puedo hacer yo?- dije soltándome de su agarre y empezaba a pasarme las manos por la cara por tanta frustración- Solo soy una estúpida princesa que no pudo hacer nada ni para salvar a su familia, ¿Crees acaso que tengo alguna oportunidad contra él? No sé ni siquiera defenderme bien, además no tengo un ejército con el cual pueda combatir el de el




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.