Todo comenzó por ese estúpido hombre y su estúpido género!
Mi odio hacia Gabriel Agreste era descomunal ya que si él no me hubiera rechazado con tal desagrado yo no hubiera tenido que verme forzada a tomar una pequeña venganza y hacerme pasar por hombre, tampoco me habría metido en ese instituto y mi vida seguiría siendo pacifica. Pero sobre todo, no hubiera conocido a ese torpe, terco y guapo chico...No me habría enamorado jamas de Adrien Agreste, su propia prole!
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—Esta no es tu idea mas inteligente, lo sabes verdad? —Preguntó Juleka mientras trataba de acomodar una peluca del mismo color de mi cabello —Creí que Nath te haría entrar en razón luego de tu reunión con el decano de esa escuela —Negó con la cabeza en señal de desaprobación.
Puse los ojos en blanco y solté un suspiro recordando al pelirrojo poniendo todo su empeño en detenerme cuando fui con el decano para mi entrevista. El hombre era un anciano adorable con los lentes mas grandes que vi en mi vida, con solo fingir una voz grave y una buena pose de macho logre convencerlo de que seria un buen estudiante modelo. Lo mas difícil fueron los papeles falsificados para realizar la inscripción pero gracias al perfecto y candente hermano de Juleka, los conseguí sin problemas.
—Ya no importa, solo quiero que ese hombre vea mi potencial...—Mi compañera de habitación me interrumpió.
—Marinette, lo que haces es ilegal —Dijo Rose sentándose sobre su edredón rosado —Estas haciéndote pasar por otra persona...
—No te preocupes, si las cosas se complican ella dirá que es trans —Las tres volteamos a la voz que provenía de la puerta —Tengo contactos en el ayuntamiento, siempre podemos mover algunos cables para que todo cuaje.
—Luka, no deberías estar en Estados Unidos —Preguntó su hermana volviéndose hacia mi para pegar dos tupidas cejas sobre las mías —O ya te aburriste de tu nueva banda?
El joven caminó por la habitación y se dejó caer en lo que había sido mi cama alguna vez. Por dentro sentía que me quedaba sin aire al verlo con su look tan relajado y sexy recostado sobre sus brazos mirándome de manera tan penetrante.
—Si un poco, pero no es la razón —Sonrió divertido y me guiñó un ojo de manera picarona —Prometí llevar a mi nuevo amigo a su primer dia como hombre, verdad Marin? —Asentí como idiota mientras dejaba escapar un "Aajaa".
—Mari, no te llevaría Nathaniel? —Preguntó Rose preocupada —No puedes meterte sola en ese lugar! Él puede guiarte, ademas no puedes dejarlo plantado —Se quejó cruzando sus brazos —Él se tomo las molestias de cambiar de habitación para que estes con él, sabes lo difícil que habría sido ocultarte si compartieras habitación con otro?
—Seguro que es un graan esfuerzo para él compartir una habitación con Marinette—Dijo Luka con un tono sarcástico —Después de todo ese tipo babea por...
—Ya Luka! —Advirtió su hermana —Por que no vas y guardas el equipaje de Marinette en tu maletero?
—Por que no soy un esclavo, hermanita —Respondió sentándose —Pero por Marinette...—Se encogió de hombros y salió de allí junto con mi maleta.
—Que no te engañe —Me advirtió Juleka al fin terminando de colocar las patillas —Es un idiota la mayor parte del tiempo.
—Pero es un idiota taan perfecto —Reí como una babosa mientras miraba en donde se había ido el joven —Ademas, gané muchos puntos con esta mentira! Ahora me ve como una chica ruda —Alcé mis brazos fingiendo una pose ruda mientras reía.
—Si, Marinette —Me dio unas palmadas en el hombro —Eres tan ruda, en especial cuando se te congela la lengua frente a él.
—No la culpes! —Intervino Rose —Fuimos a una escuela de mujeres únicamente —Ella tenia toda la razón.
Antes de ir a la universidad yo había coexistido en una escuela de puro género femenino junto con Rose y mi mejor amiga Alya, que se hallaba de vacaciones con su novio. A diferencia de las demás yo no sabia como tratar con un hombre que me gustara, con cualquier chico podía lograr entablar una conversación casi normal pero si ese chico era Luka Couffaine entonces mi cerebro se bloqueaba completamente.
—Nathaniel se va a molestar cuando se entere que te fuiste sin él —Dijo Rose cuando me puse de pie y tomé mi mochila.
—Lo veré allí, no tiene que venir por mi —Me paré frente a la puerta y miré una vez mas mi vieja habitación antes de que mi compañera de habitación, Rose, me ahogara en un abrazo.
—Ten cuidado y no dejes que te descubran —Murmuró entre mis brazos —No estoy para nada de acuerdo con esto pero aun así espero que consigas lograr tu objetivo.
—Lo logrará —Dijo Juleka sonriéndome —Después de todo hice un trabajo increíble con ella y Alix la guio en el bello arte del comportamiento masculino...supongo que con eso bastará.
—Eso espero —Respondí nerviosa.