Había pasado una semana desde la última vez que se habían visto.
Emily había recibido mensajes de Daniel durante esa semana, al parecer se había estado sintiendo mal y estaba un poco enfermo, Emily se había preocupado inmediatamente y le había dicho que lo visitaría lo más pronto posible, pero el había insistido en que no era necesario y que pronto estaría bien; la convenció y confiando en él, espero.
Siguió recibiendo sus mensajes durante los últimos días, pero extrañamente eran cada vez más cortos, hasta que ese día no había recibido ninguno, el día anterior solo le había llegado un "Te amo" y luego nada, esto la preocupó demasiado y no pudo estar tranquila durante todo el día, necesitaba que las clases acabarán pronto para ir hasta la casa de Daniel y asegurarse de que todo estaba bien, a pesar de lo que el había dicho.
Finalmente cayó la noche y el reloj marcó las ocho en punto, Emily terminó su última clase e inmediatamente recogió sus cosas y salió casi corriendo del aula, llegó hasta la salida de la facultad y vio a una persona de pie justo en el lugar donde Daniel la esperaba todas las noches, solo que esta vez, no era él.
—¿Sara?
Era la hermana de Daniel quién se encontraba en ese lugar. Inmediatamente lo supo, algo no estaba bien. Su corazón comenzó a latir fuerte.
—Hola Emily —dijo la chica rubia.
—¿Qué haces aquí?
—Necesitaba verte, hay algo que vine a decirte —respondió.
—Sara ¿Qué sucede?
—Emily, se trata de Daniel... —dijo con voz entrecortada.
—¿Qué pasa con él? ¿Dónde está?
—Emily, el...
—¡Sara, solo dímelo! —gritó Emily angustiada.
—El... Murió —dijo la rubia llorando.
En ese momento Emily sintió como todo a su alrededor se detenía, no podía creer lo que estaba escuchando. Daniel, el amor de su vida se había ido de nuevo y esta vez para siempre. Se encontraba confundida ¿qué estaba pasando?.
—Se que debes de estar muy confundida, por eso te lo voy a explicar todo.
Emily y Sara caminaron en silencio hasta la estación del autobus, ahí se sentaron en el frío asiento de metal. Sara miró a Emily, ella tenía la mirada pérdida, la rubia comenzó.
—Tres meses después de que Daniel se fue se puso muy mal de salud, mamá y yo tuvimos que viajar con urgencia mientras el fue ingresado al hospital, cuándo finalmente llegamos nos dijeron que estaba muy grave y que tenían que hacerle varios estudios. Cuando lo vi estaba muy débil y cansado, supe entonces que algo no estaba bien; pasamos una semana en el hospital y Daniel se sentía mejor cada vez, creímos que todo ese infierno acabaría y pronto volveríamos a nuestra vida normal, pero me equivoqué, cuando los resultados salieron los doctores nos dijeron que tendríamos que ser fuertes. A Daniel le detectaron Cancer, fue la noticias más difícil que pudieron darnos, sobre todo para él pero nunca se dio por vencido, nos dijeron que con quimioterapias podría lograrlo, lo hizo, comenzó su tratamiento, asistía a la escuela cuando podía o se sentía bien. Fue un tiempo muy difícil y doloroso, Daniel sufrió mucho.
Las lágrimas inundaron los ojos de Emily, no podía imaginarse como ese chico que tantas veces había visto sonreir, había sufrido tanto.
—Finalmente creímos qué se estaba recuperando y que todo el tratamiento había funcionado, que había ganado la batalla contra el cáncer, el decía que se sentía mejor, lo veíamos más contento y animado, todos estábamos emocionados por él —Sara sonrió entre lágrimas—. Pero unas semanas después recayó de nuevo y los dolores volvieron, pero esta vez más fuertes, Daniel se veía más enfermo qué la primera vez. Hicieron estudios de nuevo y fue cuando los doctores dijeron que el cáncer no se había ido, al contrario, había invadido totalmente su cuerpo y que las quimioterapias no habían sido suficiente. Lo diagnosticaron demasiado tarde y por eso nada había funcionado.
Sara se detuvo un momento para tomar aire, continuó.
—Dijeron que le quedaba poco tiempo no sabían con exactitud cuánto, le dieron la opción de volver con las quimio y así podría tener un poco más de tiempo, pero Daniel se negó, dijo que ya estaba muy cansado y adolorido, ya no quería sufrir más.
—Por eso volvió.
Emily finalmente había hablado después de haber escuchado todo, aunque sus palabras habían salido en un susurro y aún seguía con su mirada pérdida.
—Si, el dijo que quería resolver todo lo que había dejado pendiente aquí, dejar las cosas arregladas antes de que fuera demasiado tarde, fue por eso que volvió con nosotros —dijo Sara—. El necesitaba verte de nuevo, quería asegurarse de que estabas bien, por eso lo primero que hizo al volver fue buscarte.
Ahora las palabras dolían aún más para Emily.
—¿Por qué no me dijo nada? ¿Por qué me lo ocultó? —preguntó con voz entrecortada.
—Porque no quería verte sufrir y tampoco qué lidiaras con algo así, era importante para él qué siguieras con tu vida, tus estudios, no qué pasaras los días llorando y viviendo su enfermedad, se preocupo por tu bienestar, siempre pensó en ti Emily, hasta el último día de su vida.
Daniel se había preocupado por ella, aún cuando el estaba pasando por el momento más difícil de su vida, y le había ocultado todo solo para protegerla.