Ella despertó en medio del bosque sin razón, no recordaba nada de lo que hacía antes de estar aquí, ella simplemente estaba atrapada, ella caminó y camino y una salida jamás encontró, no recordaba nada, solo su nombre: Leah, por alguna razón, eso sí lo recordaba claramente, pero lo que hacía antes de despertar aquí, no.
No sabe cuantos días han pasado, y hambre o sed no ha aguantado, el bosque tiene muchas casa que ofrecer para la supervivencia de las personas, también el extraño recuerdo de conocer ciertas plantas o frutas que le hacen bien.
Ella siguió y siguió hasta que una cabaña en lo profundo del bosque encontró, a la lejanía parecía estar habitada, pues varías siluetas de personas se visualizaban, todo parecía ir bien, pero entre más se acercaba, más diferente se miraba. El ambiente más pesado se volvía, cada vez que daba un paso el temor se apoderaba de ella, por alguna razón, antes de llegar, un pequeño río pudo visualizar, se acercó a él, y tomo de su agua, el agua ahí era tan pura que con un sorbo ya estaba refrescada, aprovecha para lavar su cara, y cuando abrió los ojos vio una libreta, parecía un pequeño diario, estaba muy gastado, pues no se abría fácilmente, camino hacia la cabaña, intentando abrirlo y a unos pasos de llegar lo logro, empezó a leer y su contenido la aterro:
si alguien lee esto, posiblemente también fuiste arrojado aquí, imagino que vistes la cabaña a lo lejos con varias personas, pero hagas lo que hagas, nunca debes entrar, si lo haces, jamás podrás salir de este bosque.
creo que parezco un loco, pero llevo más de 100 años atrapado aquí, la casa parece un laberinto, y olvida lo que dije, solo hay una forma de salir, tienes que hacer que ¨ vomité al estar lleno su interior, se deshace de varias personas, y les da tiempo de correr para luego desaparecerlas, tú, tienes que hacer lo posible, para tocas la primera piedra que está cerca, la más grande que veas, una vez lo hagas podrás salir.
creo que sabes por qué está este diario, después de 100 años, logre salir, el tiempo es diferente, ahí, así que no envejecí, y cuando se dio la oportunidad, lo logre, y escape de ahí, tenía una libreta conmigo, pero al salir, el tiempo que me quedaba se empezaba a notar, escribí esto con mis últimas horas de vida, por lo que si puedes salir antes de los 100 años, y continuar esto, sería perfecto.
Leah no se dio cuentas y ya estaba frente a las puertas de la casa y sin darse cuentas en un abrir y cerrar de ojos, ya estaba adentro, era exactamente como decía el diario, era un laberinto, pero nunca pensó que sería un tan grande, había muchas personas atrapadas ahí, y cada una esperaba el momento de salir. Por lo que me dijeron, el momento en el que expulsa a las personas, es cuando una más entra, por lo tanto, ya que ella había entrado, saldrían varias personas esta vez, por lo que me sugirieron estar preparada para ello.
—creo que piensas que solo han pasado unos minutos desde que entrantes, pero, en realidad, ya han pasado 10 años, si leíste el diario, sabrás que el tiempo es diferente aquí, de un segundo a otro, ya son años—