Me levante sobresaltada al escuchar la campana del desayuno, siempre me levantaba tarde y mi compañera de cuarto, Kasy, que era mi mejor y única amiga, no me despertó. Fuí hacia el aseo para cambiarme el pijama por mi ropa de siempre, aunque que no tenía nada más que ponerme salvo el uniforme del internado, me lavé la cara, me peiné, como siempre bastante lento ya que me costaba deshacer los enredos de mi pelo rubio y desarreglado además de tener que lidiar con mis sensibles orejas de gato que a pesar de ser bastante buena para escuchar resultaban molestas en zonas ruidosas, o al peinarse, cuando terminé bajé corriendo al comedor.
Yo vivía en un colegio interno, aunque algunos le llamaban orfanato, estaba en una pequeña ciudad llamada Balment que era donde nací.
Kasy era lo único que me quedaba después de que mis padres murieran cuando no era más que una niña, no era muy popular en el orfanato ya que los semihumanos no caemos demasiado bien al parecer.
Cuando llegué al comedor, una sala enorme llena de mesas y niños tanto humanos como semihumanos, gritando, luchando con espadas de madera, fingiendo ser grandes aventureros y demás, hoy en día es a lo que aspira mucha gente, sobretodo si te rechazan en cualquier trabajo solo por tener orejas y cola de animal. Al fondo ví que Kasy me llamaba con energía, la saludé y me fuí con ella para desayunar.
- Buenos dias Sasha, ¿ya te has despertado o sigues dormida? - dijo entre risas.
Kasy también era una semihumana, lucía un hermoso lazo rojo en su pelo liso y castaño, al igual que su cola y orejas, también de gato
- Si,si ya estoy despierta ,¿me pasas un bollo de pan por favor? -
Justo cuando Kasy me iba a dar el bollo de pan alguien me pisó la cola, no hay nada que odie más que el hecho de que me estén pisando la cola, al darme la vuelta vi a uno de los matones de clase, el imbécil de Reaper y su acompañante.
- Ups, ¿le he pisado la cola al gatito? - dijo en tono burlón, él siempre andaba con lo mismo.
- ¡Piérdete Reaper! - grité levantándome de la silla, él era más alto que yó ya que solo medía cerca de uno sesenta y cinco y el me sacaba casi una cabeza,aunque para mi consuelo era un poco más alta que Kasy.
- ¿Si?, y que me vas ha hacer gatita, ¿me vas a arañar con tus uñas, crees que con el nivel que tienes llegarás a tocarme siquiera? - dijo mientras se reía, pero era cierto yo tan solo era nivel uno y el ya había alcanzado el séptimo nivel, ya que era mayor de edad y estaba inscrito en un gremio, traía dinero a la escuela a cambio de comida y habitación y los profesores estaban encantados con el.
Por suerte me quedaban cinco días para cumplir los dieciocho años y largarme de este sitio, Kasy ya tenía los dieciocho, ella los cumplió la semana pasada aunque lo mantenemos en secreto para que no la expulsaran, ya que a excepción de Reaper y su amigo nadie podía quedarse después de dichas edad.
- ¡Ya basta Reaper! - dijo Kasy.
- Ja,ja,ja, ¿que pasa, la otra gatita también quiere pelear? - dijo Reaper acercándose a ella, yo me puse delante de él enseñando un poco los dientes para que se alejara de Kasy pero justo entonces una profesora llegó para disuadir el enfrentamiento pués ya se había formado un círculo de gente alrededor de nosotros.
- ¿Que pasa aquí? - dijo con una voz chillona, Reaper le dijo a la profesora que todo iba bién, la profesora sin embargo me vió a mi delante de Kasy con cara de pocos amigo y mandó a Reaper y su amigo al gremio para que fueran para buscar algo comida.
- Nos vemos luego gatita - murmuró.
El desayuno terminó y nos tocaba clase de alquimia, y pensar en que tendría que aguantar a ese loco cinco días más.
Al entrar en la clase Kasy y yo nos sentamos juntas al fondo como de costumbre, la clase no era muy grande pero los sitios libres estaban siempre presentes, la profesora entró con un saludo y empezó a explicar las propiedades de un nuevo tipo de hoja que estábamos dando, eso y las largas y aburridas propiedades de la hoja del Mandrake o algo parecido. La verdad nunca me interesó la alquimia, eso o el estudio en general, y menos ahora que me quedan cinco días en esta cárcel, lo de estudiar le iba más a Kasy la cual tomaba apuntes de cada cosa que decía la profesora, la única asignatura que me gustaba era la clase de deporte, había ocasiones en las que Kasy me daba clases en las horas libres las cuales se las pagaba con tareas, chocolatinas o cualquier cosa que le interesara, especialmente el chocolate del cual yo no era muy fan.
- Sasha…¿Sasha?...¡Sasha! - gritó la profesora.
- ¡Aaa!, ¿Que? - dije aturdida por el susto.
- Bien, como veo que estabas muy atenta,¿Porque no vienes aquí y me haces la poción que acabo de explicar? -
- Va-vale - me levanté del asiento y me dirigí a la mesa de la profesora en la cual había un caldero pequeño de prácticas, varias semipociones y algunas hojas de esa planta.
- ¿Y bién? - dijo la profesora impaciente, comencé a echar las hojas de Mandrake seguidas de varias semi pociones, al azar, que eran jugos de otras plantas que al mezclarlas entre sí se obtenían reacciones mágicas muchas las cuales tenían diversad aplicaciones, unas curaban los HP,( o puntos de vida) otros los MP, ( o puntos de maná, que era la resistencia que podíamos ofrecer al hacer un hechizo) , davan fuerza o simplemente eran venenos o los antídotos para estos, cuando terminé de mezclar las hojas de Mandrake con la esencia de filimorphis y pétalos de Gypsophila vi que Kasy se tapó la cara con su libro, el caldero tornó en un color rosa muy bonito que en un segundo pasó a ser rojo chillón, la profesora se asomó y una pequeña explosión detonó en su cara, luego me miró furiosa con la cara negra y los pelos medio quemados.