Luego de ese beso ninguno de los dos dijimos nada, no habían palabras para describir lo que sentíamos en ese momento y creo que nuestras miradas decían todo lo que de nuestros labios no lograba salir.
De ahí me dirigí a casa y ya en ella me puse a estudiar, aunque no era posible concentrarme pues ese beso se repetía en mi cabeza miles de veces, hasta que un mensaje llamó mi atención...era de Matt:
-Lamento no haber escrito antes, pero no he podido sacarte de mi mente y talvez de mi corazón y tu me conoces yo no soy de relaciones serias ni de citas pero me encantaría que salieras conmigo en una cita ¿aceptas?.-Su mensaje me dejó con una sonrisa en el rostro y aunque sabía el tipo de chico que era y tenía miedo de salir lastimada decidí que a veces uno se debe arriesgar por lo que ama y por quienes ama.
-Claro, me encantaría Matt. Solo dime cuando y donde y ahí estaré.
-Mañana al terminar las clases, nos vemos en la entrada.
-Ok, nos vemos.
Luego de haber hablado con Matt me puse a indagar un poco en la biblioteca y encontré un álbum de fotos y que por su portada parecía ser de mi familia, lo cogí de la estantería en la que estaba y decidí ver su interior, al abrirlo me llevé una gran sorpresa ya que en todas las fotografías aparecía yo de pequeña con mis padres y un anciano, pero eso no era lo raro si no el hecho de que las fotos fueron tomadas en este lugar, eso era algo que yo no recordaba y al verlas unas cuantas lágrimas salieron de mis ojos ya que yo ya había olvidado como era el rostro de mi padre, lo feliz que me hacia estar con él y lo mucho que lo extrañaba al igual que a mi madre, en ese momento me sentí sola a través de tener personas a mi alrededor ya que en mi interior estaba vacia, pero sabía que ese vacío poco a poco se iría llenando de amor y miles de emociones más y todo eso empezaba con la cita que tendría con Matt, aunque yo sabía y tenía muy claro que tendría que dejar entrar a las personas en mi corazón porque o sino la soledad me consumiria, me carcomeria por dentro y aunque a veces es la mejor compañia yo no quería estar sola toda la vida.
Y con esos bellos recuerdos y pensamientos me quedé dormida.
Al día siguiente fui a la escuela y me puse mi mejor vestuario, peinado y maquillaje para poder así impresionar a Matt. Me la pase pensando en él todo el resto del día y esperando con ansias la salida.
Al terminar las clases salí casi corriendo del Salón para ir rápidamente al baño y retocar un poco mi maquillaje, de ahí me dirigí a la entrada donde un guapo chico llamado Matt ya me esperaba.
-Hola Matt-dije un poco nerviosa poniendo una parte de mi cabello detrás de mi oreja.
-Hola Cam ¿nos vamos?- con solo escuchar su voz se me forma una sonrisa en el rostro y le respondo con un asentamiento de cabeza.
Llegamos a un lugar muy lindo es un tipo de campo con mantas, cojines, comida y una increíble vista creo que haremos un picnic.
-Este lugar es hermoso Matt-digo totalmente sorprendida ante lo que veo ya que esta decorado con algunas luces que dan un toque romántico y de ensueño al lugar.
-Me alegra que te haya gustado, siéntate-me dice ofreciendome su mano la cual tomó gustosamente.
Nos sentamos y empezamos a comer y a hablar sobre todo y a la vez nada, es una conversación sincera, una que quizás nunca antes haya tenido con nadie, pero ocultandole el hecho de que soy huérfana, no quiero que Matt me rechace, eso sería lo peor que me podría pasar en este momento y se que se lo debo decir, no se lo puedo ocultar toda la vida, pero creo que aún no estoy preparada para decírselo. Al anochecer seguíamos teniendo una plática bastante interesante y luego miramos las estrellas y la luna, el cielo estaba iluminado y era hermoso, todo era perfecto, tenía al chico perfecto, la cita perfecta y la noche perfecta, pero esperaba ser yo la chica perfecta...