Una Promesa A La Luna

Capítulo 26

Raiden

 

Me encontraba a punto de salir del trabajo cuando una llamada de mi madre me entretuvo un poco.

“Hola mamá, ¿Qué ocurre?”

“Hola cariño, todo bien solo quería saludar.” — mire la hora y levante una ceja.

“Mamá son las 7 de la mañana, es muy temprano para saludar ¿no crees?” — una risilla obtuve como respuesta.

“Podrías bajar la guardia con tu madre Raiden. Bueno me atrapaste, en realidad estoy un poco ansiosa y curiosa, hasta el punto de no poder dormir bien” — rodé los ojos.

“¿Qué ocurre mamá?”

“Hum, Larissa me dijo que la muchacha de la que estas enamorado es muy guapa.” — suspire al predecir hacia dónde va la conversación. “He intentado imaginarla, pero no puedo, ¿podrías presentármela?” — pidió en un tono delicado.

“Mamá…” — dije lentamente para que notara mi desacuerdo.

“¡Se que es una solicitud difícil, pero en verdad no podre descansar en paz hasta verla!” — pronuncio tan rápido que apenas logre entenderla. “Te juro que me comportare.”

Larissa y mi madre son parecidas, pero mi hermana es mas extrema. Aun así, sé que mi madre no dejara de molestarme hasta que cumpla su capricho, por lo que pensé en la mejor solución y entonces recordé lo del evento en el orfanato.

“Mamá, hoy tendré una reunión con Celine y sus amigos ya que donare algunos peluches y juguetes para un orfanato donde irán a realizar un pequeño evento, como imaginaras no podre quedarme mucho tiempo, ¿Qué te parece si te quedas un rato mas representando a jugueterías Donovan?”

“Un evento de caridad en un orfanato?” — dijo sorprendida. “¡Dios, si no llamo nunca me lo mencionarías ¿cierto?!” — me regaño y tuve que alejar un poco el celular. “¡Por supuesto, asistiré, incluso llevare algunos cuentos para donar!”

“Excelente, cuando tenga el lugar y hora te lo diré.”

“Si” — estaba por colgar, pero volvió a hablar. “Ten un buen día hijo.”

“Si, mamá. Ahora que cumpliré tu pedido, duerme mejor. ¿okey?”

“Si.”

Colgué la llamada y me dirigí al trabajo. Hoy llegue mas temprano ya que saldré unas horas por la tarde. Hable con Cassian para que se haga cargo el tiempo que estaré fuera y a pesar de que no estaba muy feliz, no le queda de otra que obedecerme.

—Buenos días señor. — al llegar mi asistente me saludo y entro a mi oficina detrás de mi diciendo los pendientes para hoy.

—Necesito que llames a todas las jugueterías de la zona para que empaquen los peluches y juguetes que necesitan que salgan. Solo diles que serán donados. — dejo de escribir y me miro sorprendida.

—¿Donados?

—Así es. — levanto una ceja y pestaño varias veces.

Entiendo su reacción. A pesar de que mi familia a manejado esta empresa durante años y somos la juguetería mas reconocida en el mundo, cuando realizamos donaciones lo hacemos con dinero y muy pero muy pocas veces ha sido donando juguetes.

Eso se debe a que los antiguos directores incluyendo a mi padre eran demasiado tacaños. Dar dinero es más fácil y cuando lo hacían subían un poco los precios de los juguetes para recuperarlo rápido.

Mi padre también intento envenenarme con esos pensamientos, pero logre engañarlo para que me dejara en paz y se molesto cuando en la donación de año nuevo para orfanatos y asilos, no subí el precio de la nueva lista de juguetes que publicamos.

Me negué rotundamente a hacerlo y se molestó, pero de nuevo lo engañe diciéndole una semana después que la empresa ya recupero el dinero cuando en realidad fue mi dinero.

Suspire.

—Por favor, un café negro.

—Si señor. — salió de mi oficina para traer mi café el cual en menos de 5 minutos ya está en mi escritorio.

—Puaj. — siempre me pasa esto de quemarme la lengua, por esa razón tomo café cuando estoy solo.

Las horas pasaron, antes de mediodía di una vuelta por cada departamento poniendo un poco nerviosos a los empleados. Sinceramente cuando estoy aburrido lo hago, pero hoy si es por trabajo.

—Una de las cosas por las que amo ser jefe de todo este edificio, es poner a mis empleados en aprietos un poco.

Antes de las dos de la tarde regresé a mi oficina y aun tenia un poco de tiempo por lo que me puse a contestar correos y poco después le pedí a mi asistente entrar para agendar la próxima junta donde se presentaran nuevas propuestas para fabricación.

Cuando llego la hora de irme, pasé a la oficina de Cassian que esta un piso abajo y le pedí unos encargos. Dejándolo con una cara gruñona me despedí y subí a mi auto.

Llegue al parque que esta frente a la playa y baje de mi auto. Le envié un mensaje de Celine y ella me guio o al menos trato, pero por surte los visualicé poco después. Los cinco chicos están frente a un banco de madera, Pheope y Celine están sentadas bebiendo una bebida y Caín esta con Carlo y Lela quienes tienen dificultades.

—Oh, Raiden. — Celine me saludo agitando su mano apenas me vio y me acerque con una leve sonrisa a los chicos.

—¡Ángel! — la chica de cabello castaño me miro y las lagrimas se formaron en sus ojos, tomo un poco de empuje y sus patines se deslizaron a mi dirección, así que no tenía otra opción más que sostenerla para detenerla.

Cuando llego a mí, ella se lanzó a mi cuello y agradeció un sinfín de veces.

—Muchas gracias, de verdad no sabes el trabajo que me has ahorrado. — no entendía del todo, pero la sostuve colando mis brazos alrededor de su cintura o ella podría caer. —Eres en verdad un ángel.

Los chicos nos miraron con una sonrisa y entendí lo importante que es para ellos. Así que también sonreí.

—Sera un placer para mi ayudarlos para hacer felices a esos niños. — Lela se separo de mi y se tambaleo un poco, pero Caín llego ágilmente a nuestro lado y la ayudo. —Ah, por cierto, ¿hay algún problema con que lleve a mi madre?




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