Una Promesa A La Luna

Capítulo 49

Celine

 

Una semana más paso.

Durante toda esta semana, Raiden estuvo realmente ocupado, solía encender la televisión y su rostro aparecía en casi todos los canales. Hablaba de cómo se está arriesgando con el proyecto de los videojuegos, los cuales, si no llegan a ser de agrado, seria ataco por amantes de estos videojuegos. Lo cual ya comenzó en redes sociales.

Yo no consumo mucho las redes sociales, a lo mucho tengo cuenta de Facebook, pero los chicos se la pasan todo el día en esas aplicaciones y fueron ellos quienes me mostraron algunas publicaciones donde hablan mal de Raiden y Cassian. No podía ni imaginar lo mal que se sentirían si llegaran a ver lo que decían de ellos, pero a diferencia de lo que pensé, ambos lo ignoraron y siguieron trabajando arduamente en el proyecto.

Las cosas se volvieron un poco locas cuando al tercer día de entrevistas, hicieron publica la lista de persona que participaran en las pruebas para los videojuegos. No fueron muchos nombres, pero la gente ataco con mas fuerza al no ver los nombres de sus gamers favoritos y otros solo aprovecharon el momento para hacer memes.

Raiden y Cassian nos dijeron que nosotros iremos a principios de enero a jugar los videojuegos, y después contestaremos un test para saber donde tienen que mejorar o si hay algo que cambiar desde el principio. Los chicos están emocionados por que llegue enero, sobre todo Caín y Pheope.

Por otra parte, a pesar de lo muy ocupado que estuvo Raiden, lograba hacer algo de espacio para vernos por al menos una hora. Fue muy lindo y eso me hizo feliz, pero esta mañana partido a Madrid y ahora mismo estoy en el aeropuerto con Pheope y Caín, esperando la llegada de mi Tía y mi prima.

Desde que salí de casa, tengo un nudo en la garganta. Mi padre quería venir, pero debido a las quimioterapias, su cuerpo se ha debilitado y hay días en los que no puede moverse mucho. Y hoy es uno de esos días.

Lo ayude a bajar las escaleras, tardamos cinco minutos y otros tres en llegar a la sala, antes de salir, le deje cerca un vaso de agua, cubrí sus piernas con dos mantas y le encendí el televisor. Me asegure de preguntarle si quería algo más y, por último, le pedí que no intentara moverse hasta que regresara.

Mire la hora en mi celular, estoy ansiosa, solo quiero que lleguen e ir a casa. Estamos aquí desde hace diez minutos, su avión ya aterrizo y ahora mismo deben de estar recogiendo sus maletas.

Caín se dio cuenta y coloco una mano en mi hombro, mientras que Pheope me abrazo de un lado. Estas ultimas semanas, los chicos han sido un gran pilar para mi —además de Raiden—, no sé cuántas veces han sido que he llorado frente a ellos, pero cuando me cubren con sus brazos y limpian mis lágrimas, me dan fuerza para levantarme e ir con mi padre con una sonrisa en los labios.

También me han regañado, sobre todo porque deje de ir a terapia. Prefiero usar ese tiempo para estar con mi padre y el dinero para seguir pagando su medicamento. Ahora ellos son quienes me dan la mejor terapia, estando conmigo y sosteniendo mi espalda para no carme frente a mi padre.

—¡Celine! — levante la mirada encontrándome con unos brillantes ojos azules. —¡Ahhhh! ¡Celine!

Mi prima, Aylín, dejo su maleta atrás y corrió hacia mí. Me impresione de lo hermosa que se volvió en un año que no la he visto. Se ha puesto en forma, su cabello creció, y ahora usa vestido.

—¡Te extrañe! — salto a mi cuello y en efecto, es ligera. La ultima vez casi me lo rompe, pero en realidad ella nunca a sido gorda.

Coloque mis brazos debajo de su culo y ella se removió como gusano, aun teniendo prisionero a mi cuellito. Su cabello negro, el cual está atado en una coleta y tiene un moño azul claro encima, me dio picazón en la cara, así que la baje con cuidado.

—Mírate. — ella sonrió de oreja a oreja y le di una rápida mirada de arriba abajo. —Has cambiado, estás preciosa. — sus mejillas se sonrojaron y dio unos saltitos feliz.

—Tú también te has puesto mas hermosa. — miro a mis amigos y saludo primero a Pheope con un abrazo. —Cuanto tiempo, Caín. — mi amigo no contesto, así que le di una mirada.

Fruncí el ceño al ver su expresión en blanco, miraba a Aylín con sorpresa. Sacudí mi mano sobre su mirada, pero no reacciono, entonces mire a Pheope quien parece entendía algo y aguanto la risa.

—¡Caín! — dio un brinco, nos miró alternativamente y sacudió su cabeza.

Pheope rio y la sonrisa de Aylín se volvió una nerviosa, no sabia que pasaba, pero de todos modos volvió a llamar a Caín para saludarlo.

—Mucho tiempo, Caín. — repitió. Caín de nuevo se quedó unos segundos en blanco al volver a mirarla, le di un codazo para que reaccionara.

—Hol… ¡Enana! ¡Cuánto tiempo! — fruncí el ceño y Pheope se carcajeo con más fuerza.

—¡¿Enana?! — Aylín lo miro mal, y pude ver por unos segundos el arrepentimiento en los ojos de mi amigo. —No has cambiado nada, sigues siendo un idiota.

Aylín dejo a un lado a Caín y me abrazo de nuevo con mucho cariño. Ella en verdad es una muchacha preciosa, desde que nació, sus padres le han demostrado cuanto la aman y creció con mucho amor. Ella es un sol, y así es como le dicen mis tíos de cariño; Mi sol.

—¡Mi sol! ¡Tu maleta, cariño! — el grito de mi tía, le hizo volver al lugar donde dejo su maleta. —Celine, cariño. — mi tía llego a mi lado y la abrace con fuerza.

 En verdad necesitaba un abrazo de ella.

—¿Cómo estuvo el viaje? — pregunte mientras tomaba su maleta, para empujarla.

—Estuvo bien, todo el camino estuve dormida. — se rio. —Mi sol estaba realmente ansiosa por que aterrizáramos, en verdad quería verte. — miramos a Aylín quien se acerca, jalando su maleta con la mano, mientras que en su hombro cuelga una mochila. —¿Cómo estás?

Volví a mirarla y suspiré antes de contestar, pero ni siquiera pude hacerlo. Ella entendió y me abrazo.




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