Capítulo 29

Su mirada era de desconcertada, pero no me importaba, quería convencerla de que se la hiciera, ya que la quiero ver caminar otra vez, aparte de que me siento culpable por lo que le pasó.

—Quiero que te operes, estoy de acuerdo con mi esposo, te vienes con nosotros mañana—Mencione—, hazlo por mí, deja que Nicholas te ayude, por favor.

—Pero Tania...

—Por favor, te lo pido, hermana, me siento culpable por lo que te paso, yo...—Las lágrimas llegaron a mis ojos—... No puedo vivir tranquila sabiendo que fue mi culpa, por favor, acepta ayúdame a volver más ligera, a dejar en el olvido eso que pasó... Por favor.

Las lágrimas de mis ojos salieron sin control, intente calmarlas, pero no pude, sentí las manos de mi hermana agarrar el mi y me agache para poder abrazarla. Me sentía culpable, muy culpa por lo que había pasado y nada me quitaba la culpa. Sentí las manos de mi hermana abrazarme mientras yo lloraba encima de él.

—Está bien, acepto lo que tu príncipe quiere—Susurro.

—Gracias

«Si las cosas entre Nicholas no se dan para algo más, al menos quedaré muy agradecida con el por todo lo que está haciendo»

Me separé de ella y me limpie mis lágrimas, para luego hacer lo mismo con las suyas.

—Me alegra que aceptes, verás que todo saldrá bien—Comente.

—Eso espero. Pero, ¿Cómo son las personas allá?—Pregunto.

«¿Los instructores o la familia real?», porque claramente ambos eran muy diferentes, los instructores eran bastante rígidos con sus clases y la familia real bastante amable. Dos cosas completamente diferentes.

—Únicas, la familia real es amable y carismática—Respondí.

No había nada más que decir, no pensaba contarle mucho, iba a dejar que ella misma se diera cuenta de cómo era la familia real y del lo increíble que es el palacio de Buckingham.

Aunque no podía dejar atrás al supuesto primo de mi príncipe. Su actitud me había dejado un poco intrigada—Demasiado debería decir—, pero solo lo miré una vez en esa fiesta, solo una vez y se mostraba muy curioso al respecto de mi relación con el príncipe.

—¿Sabes que mi madre invito a nuestra prima a almorzar hoy?

Mis ojos se abrieron muy grandes al escuchar sus palabras, ¿Cuando hizo eso?, ¿Por qué no me preguntó?, Definitivamente no puede estar pasando esto, no entiendo por qué la invitó, yo no quiero verle la cara, ni menos que hable con mi príncipe, esto es una tragedia.

«Cálmate, Tania, tú le gustas al príncipe». Me repitió mi cabeza varias veces, pero mi celebró no podía creerlo.

—¿Cuándo lo hizo? —Pregunte atónita.

—Esta mañana luego de que su saliste con el príncipe—Comento sería.

—No lo puedo creer, la invito sin ni siguiera preguntarme, ¿Qué estará pensando? — Manifesté molesta.

Por eso me la había encontrado hace rato, venía de que mi madre la invitara a almorzar, ¿Ahora qué haría?, me tocara mirar como ella observa a mi príncipe e intenta arruinar toda la impresión que el tiene sobre mi, no sea y termine arrepintiéndose de todo lo que ha pasado, pero me encargaré de no dejar que ella me aleje de él.

—De seguro solo quiere presumir que su hija está comprometida con un príncipe y que la relación no es una mentira—Articulo mi hermana.

¿Existían personas que creían que mi compromiso era una mentira?, puede que si sea verdad. Pero, eso nadie lo debe saber, así que si mi prima no quiere creer que el príncipe y yo tenemos una relación, hoy me encargaré de restregarle en la cara que si teníamos algo y que así quiera decir y repicar que eso era farsa, hoy no le quedará ninguna duda.

—Bueno, pues sencillamente no le quedara duda en absoluto, ni menos de que nos viera juntos en la calle — Comente.

No iba a permitir absolutamente nada, pero tampoco le podía decir a Nicholas que pensaba “usarlo”, para que mi primera entendiera que entre nosotros si pasaba algo muy íntimo, claro que ese tipo de relación íntima está prohibida entre nosotros, pero ya hicimos una excepción en este viaje, aunque traiga consecuencias, encontraré la manera de matar dos pájaros de un solo tiro; le dejo claro a mi prima y mas encima, trabajo en la relación con el príncipe moja bragas.

—¿Se encontraron en la calle?

—Si, ella nos vio en la calle, así que con el almuerzo que se aproxima, tendrá todo muy claro, no habrá espacio para las dudas

—Pues, yo creo que lo mejor es que regresemos a la casa para ayudar con el almuerzo y no nos regañen más tarde por no ayudar —Menciono mi hermana.

Yo asentí y entramos otra vez en la casa. Todos estaban sentados en la sala, cuando llegamos nos miramos, mire en dirección de Nicholas y asentí con una sonrisa, el se levantó.

—Me disculpan un momento, tengo que hacer una llamada —Manifestó Nicholas.

—Claro, no hay problema—Respondió mi padre.

Nicholas me dedico una sonrisa antes de dirigirse a la habitación que estábamos compartiendo. Mi habitación, donde siempre me la pasaba sola o con mi hermana, ahora la compartía con él, aunque solo es temporal, cuando volvamos al castillo no volverá a pasar eso, el simplemente dormirá en su habitación y yo en la mía, cada uno seguirá con su itinerario apretado, él sabe irá de viaje y yo mirare que hacer, mi hermana estará ahí, ella me hará compañía mientras pueda y será bastante agradable.

—Qué sucedió, ¿Aceptaste? —Pregunto mi madre.

Yo no iba a decir nada, dejaría que mi hermana hablara y diera la noticia de que viajaría a Londres con nosotros para operarse y poder volver a caminar. Mantuve mi mirada lo más neutra posible, no quería darles señales a mis padres sobre la decisión de mi hermana, pero cada vez se me estaba haciendo más difícil y mi hermana nada que decía nada al respecto.

—¡Dinos hija, por favor! —Exclamo mi padre.

—¡Acepte! —Grito mi hermana con una sonrisa.

En ese momento mis padres se levantaron y corrieron a abrazarla llenos de emoción. Les había gustado la noticia y sé que no será fácil para ninguno que ella se vaya, ni menos para ella alejarse de nuestros padres. Pero solo era algo temporal, mientras toda la historia que había comenzado entre el príncipe y yo se acababa, aunque todo mi interior estaba deseando que no fuera así, que un nosotros si cede para un futuro y no quede en algo imposible.