Una Reina Para El Principe

Capítulo 33

Cuando llegamos a una puerta, Nicholas soltó mi mano y toco la puerta.

—Adelante

Cuando escuchamos la voz del Rey ambos entramos. El rey estaba parado en la mitad de la oficina. Nosotros nos adentramos.

—¿Como les fue en el viaje?—Pregunto el Rey.

—Bien, la hermana de Tania está con Harry.

—¿Cuando comienza el tratamiento?

—Dentro de unas semanas, luego de que yo regrese de mi viaje, el problema es que el médico que la puede atender no está cerca del castillo.

Yo solo me dediqué a escuchar, estaba más nerviosa por el hecho de decir lo que hicimos que por el tratamiento de mi hermana, yo sé que ella estará bien, aunque no me guste que no quede cerca del castillo porque no podré verla muy seguido.

—Si, por eso Connor está aquí, Talia Jones, irá a pasar lo que dure su tratamiento en el castillo de Lennox

Mis ojos se abrieron, ¿Mi hermana se iría al hogar del Duque de Lennox?, Así no podré verla seguido sino muy rara vez.  

—¿Como que en Lennox?—Pregunte.

—Sí, es lo mejor para el transporte de ella al centro—Comento el Rey—, tranquila que tú podrías irla a visitar, cuando gustes querida.

—Gracias, Señor—Comente.

—Creo recordar que me llamaras Harry, querida, pero bueno no lo entretengo más, vayan a cenar.

—No, aún hay algo que tenemos que hablar, padre, sentémonos.

El rey nos miro bastante extrañado, yo estaba un poco nerviosa por lo que iba a pasar. El rey asintió y todos nos sentamos en el enorme sillón.

—Los escucho—Dijo el rey.

—Padre, queremos comunicarte que nosotros, rompimos la promesa que te hicimos—Manifestó Nicholas agarrando me la mano fuerte.
El rey nos miro de arriba para abajo, antes de soltar un suspiro y levantarse de la silla y caminar hasta su escritorio.

—Sabia que esto pasaría y ya estaba preparado—Menciono sacando un papel—, ambos me dieron su palabra y faltaron a ella, Así que deberán asumir las consecuencias de lo sucedido.

—Estamos dispuestos a enfrentar las consecuencias—Comente con firmeza.

El rey dejó caer unos documentos y un bolígrafo para cada uno.

—Me alegra escuchar esto, firmarán este documento sin reprochar ninguno de los dos—Comento serio—, Quiero que ambos me regalen una fecha, tengo que acomodar una fiesta.

—¿Fecha?—Pregunto Nicholas.

—Sí, es para una fiesta de caridad—Menciono—, quiero que ustedes vayan en mi representación, claro la fecha no tan encima porque hay mucho que organizar.

—En tres meses estaría bien—Respondió Nicholas—, la segunda semana de Julio.

—Está bien, entonces quiero que firmen ese documento, y coloquen la fecha que me acaban de indicar.

Seguía sin saber para qué quería que firmáramos ese documento, así que decidí agarrarlo para leerlo.

—Ese documento los obligará a cumplir mi castigo, vosotros se casará la segunda semana de Julio.

Quedé asombrada cuando escuche las palabras, ¿Quería que nos casáramos?, El rey nos estaba diciendo que su castigo era que nosotros contrajéramos nupcias.

Nicholas no dijo nada y leyó rápidamente antes de firmar, por mi parte yo firme y se lo pase al rey.

—Bueno, ya saben, ambos se encargarán de preparar todo para el matrimonio, tienen tres meses para hacerlo, Tania tus cosas serán enviadas a la habitación de mi hijo mañana temprano, ahora que se van a casar de verdad, dormirás a partir de hoy ahí, más encima podrán tener todo el sexo que quieran, no hay restricciones.

¿Mudarme?, Me acaban de dar la noticia de que dormiré en mi príncipe moja bragas, eso es demasiado emocionante para mí, ni me arrepiento de romper mi promesa si este iba a hacer mi regalo.

—¿Sin ninguna restricción?—Pregunto Nicholas a mi lado.

—Solo deben casarse, el resto es asunto de vosotros, ahora pueden retirarse a vuestros aposentos, le diré a John que les lleve la comida, para que comas algo antes de irte, Nicholas.

Ambos nos levantamos del sofá y el rey nos imitó.

—Nos veremos en una semana, padre.

—Espero y todo salga bien, Tania, tus lecciones se reinician mañana.

—Nos vemos mañana, rey

Nosotros salimos de la oficina, y solté un suspiro cuando la puerta fue cerrada.

—Perdón, no pensé que mi padre te obligaría a casarte conmigo por romper la promesa—Susurro Nicholas acariciándome el rostro.

—Ninguno lo pensó, pero... —Me acerque un poco a él—... Ya no existe ninguna restricción para que algo pase entre los dos.

Nicholas se acercó un poco a mí para pegar sus labios contra los míos, yo esperé ansiosa poder saborear su boca luego de saber que me casaré con él.

—Ahí están esos dos

La voz de Harry hizo que nos distanciáramos un poco. Mi príncipe hizo una mueca y yo giré en dirección de Harry y vi que venía con mi hermana.

—Pensé que se habían ido a dormir—Comente.

—Apenas se terminó la cena, ya me enteré de que me tengo que ir a un castillo para recibir mi tratamiento.

Hice una ligera mueca al recordarlo.

—Sí, vas a ir al hogar del Duque de Lennox, pero tranquila yo te visitaré todas las veces que pueda—Comente.

—¿Por qué?

—Hablan de eso mañana, Nicholas tiene un vuelo que tomar y me imagino que se van a querer despedir como es debido, ya que se veían tan acaramelados en el pasillo.

—¿Por qué no vas tú?—Pregunto Nicholas.

Porque no quiere ir, no quiere dejar a John solo en el castillo, así que usa a mi pobre príncipe para ocuparse de él.

—Me voy retirando—Manifestó Harry siguiendo su camino ignorando a Nicholas.

Vi como se llevaba a mi hermana con él, yo quería seguirlos y saber dónde dormiría mi hermana, también preguntarle a Harry porque no la soltaba para ningún lado, pero la mano de Nicholas agarró la mía llamando mi atención.

—Ven, debes tener hambre.

Solo asentí, antes de que el me guiara hasta su habitación, cuando llegamos había una bandeja con comida en medio de la habitación.



#873 en Otros
#284 en Humor
#596 en Novela contemporánea

En el texto hay: comedia, romance, plebeyos

Editado: 31.05.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.