Una vida contada desde una voz no escuchada

The mountain

Por muchos años, sentí que subí una montaña sin cima.

Sentía que nunca podría llegar a superar lo que estaba viviendo, que cada paso que daba lo retrocedía por cinco más, sentía que debía empujar la montaña de problemas que vivía, sentía que iba en un camino empinado y que con paso me iba a caer.

Por muchos años me privé de muchas cosas gracias a esa montaña, por muchos años tuve miedo.

Hasta que comencé a ver la cima de esa montaña que yo pensaba era infinita, llegué a un valle en el que podía ver la cima, pero también se podía ver todo lo que había pasado para llegar ahí.

No sabía que había subido tanto, no pensaba que todo el recorrido que hice valió la pena, pero tuve el privilegio de tener esa vista y ahí fue cuando me rompí, lloré como si no hubiera llorado en años y tal vez eso era verdad porque los sentimientos fueron una de las muchas cosas de las que me privé.

Lloré por haber llegado ahí, lloré por el camino que tuve que pasar, lloré por todo lo que no sabía que retenía y luego de eso me levanté, seguí con mi camino para llegar a la cima ahora sabiendo el esfuerzo que había hecho y estaba haciendo.

Al final entendí que no debía intentar mover la montaña de su lugar o ignorarla y fingir que nada pasa, entendí que, a pesar de todo el sufrimiento, todo siempre tenía una razón, un final, y que ahora que estaba sanando las heridas que me había hecho al esforzarme en intentar lo imposible, tenía una razón para seguir,

tenía una razón para seguir subiendo, tenía una razón para no rendirme, tenía una razón para vivir.

Tenía un reto superado y estaba dispuesta a superar todos los que fueran necesarios porque ya era consciente del poder que poseía y de lo fuerte que era peleando.

Era consciente de lo afortunada que era al estar subiendo esa montaña, y era consciente del orgullo que esto le provocaba.

Estaba orgullosa de seguir viva y de seguir luchando.

Estaba orgullosa de seguir escalando esa montaña aún con sus rodillas raspadas y sus pies dañados, estaba orgullosa de seguir escalando con sus manos sangrando y su pecho golpeado, estaba orgullosa de mantener su sonrisa aun estando herida.

Estaba orgullosa de su camino.



#5205 en Otros
#1498 en Relatos cortos
#455 en No ficción

En el texto hay: poesia, amorpropio, saludmental

Editado: 13.04.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.