- ¿Cómo puede ser tan egoísta? – solté en un suspiro.
Uff…¿cómo ha podido pasar algo así? Hasta hace nada tenía una vida completamente normal pero, en cuestión de segundos, todo cambió.
Terminar las clases como de costumbre.
Ver a mis amigos como siempre.
Volver por el camino por el que solía pasar cada día.
Así es como mi vida solía ser.
Así era.
La posibilidad de la muerte…Nunca había pensado en ello…
Me habría gustado comer cosas más deliciosas. Ni siquiera he tenido novio.
Mamá…
Papá…
Me pregunto si estarán llorando por mí…
- ¡Ah! Tengo que dejar de pensar en estas cosas – dije a todo pulmón sin importar que alguien me escuchara - ¡Iré a dar una vuelta!
La luna ya se había puesto y, realmente, no había nadie fuera.
- Que tranquilidad da este silencio – hablé mientras me estiraba. – estoy agotada de tantos problemas.
Anduve mientras mantenía mi mente libre de todo pensamiento. El camino de árboles era increíblemente precioso.
PLOF.
….
¿Pero qué…?
¿…qué ha sido eso?
Fue tan grande el susto que podía escuchar mi corazón latiendo con rapidez.
Será un gato, ¿no? ¿Qué otra cosa podría ser? Simplemente, no voy a acercarme, ¿vale? Siempre suele pasar algo en estas situaciones de película de terror. ¡No me acerco ni loca!
Fui a irme pero….dicen que la curiosidad mató al gato, ¿no? Y curiosidad era lo que más rebosaba mi cuerpo. No pasará nada si voy con cuidado.
Los árboles parecían crecer conforme más me acercaba a ellos.
Me adentré hasta donde escuché aquel golpe. ¿Será aquí?
Escondida tras un gran tronco, me asomé.
Un chico.
Moreno, alto. Su uniforme de pantalón, camisa y chaqueta combinaba con el mio.
Había otros dos chicos en el suelo y este, el moreno alto, sostenía de los pelos a otro más.
…
¿Pero qué…?
Vi la cara del rubio que se agarraba al pantalón del moreno.
¿¡Se está metiendo con él!?
- ¡No, por favor! – suplicó desesperado. – No quiero mori…
Lo siguiente que vi me dejó sin aliento. El chico moreno lanzó algo…algo que conseguí saber que era cuando lo escuché quebrarse en mil cristalitos al chocar con el suelo: un frasco.
Como si fuera humo, el chico rubio desapareció. Se desintegró en cuestión de un segundo y no había nada de él. Como si nunca hubiera existido.
De repente, y sin poder siquiera reaccionar, la mirada del moreno alto se clavó en mí.
- Oye, tú – dijo serio - ¿También has venido a desaparecer?
Mierda.
¡Hasta aquí el capítulo de hoy!
Muchas gracias por el apoyo.
Historia adaptada de manga a novela y personajes por mí :D
Original:
Life x 01, por Kabosu, Japón.
(España en 2012)
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¡Hasta pronto! <3
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Editado: 24.11.2020