Capítulo X [Parte 2]

Narra Ariana

Salgo del baño. Me pongo una pijama limpia y de nuevo me recuesto en la cama.

— volví —  se acerca a mi y deja la bandeja en la cama — ¿te disminuyo la fiebre? — niego con decepción — pronto se disminuirá — me anima — siéntate — obedezco y acerca la cuchara hacia mi vida.

— espera, puedo comer sola.

— pero quiero darte — ni loca dejare que lo haga.

— no — me cruzo de brazos —solo estoy enferma, no tengo un brazo roto.

— está bien — se rinde. Me entrega la sopa con la cucharada.

— esta muy rica — le sonrío — gracias.

— aparte de buen enfermero, también soy un buen chef — dice con ego.

— ya decía yo donde había quedado el Harry presumido y engreído — le digo y Harry se ríe — entonces, ¿si sabes cocinar?

— la verdad es lo único que se hacer — me dice.

— ¿aprendiste solo?— preguntó.

— mi abuela fue la que me enseñó y ¿tú sabes cocinar? — pregunta con curiosidad.

— solo se hacer pay de manzana.

— ¿quién te enseñó?

— mi madre — digo un poco triste.

— ¿y dónde está? Hasta lo que se vives con tu tía — continúa hablando al ver que no contesto — no tienes que decirme si no quieres — me mira y yo desvio mi mirada.

— ella murió hace dos años.

— lo lamentó, no debí preguntar — dice arrepentido.

— no te preocupes.

— ¿y tú papá también murió? — continúa haciéndome preguntas.

— no sé nada de él desde hace años.

— lo lamento — de nuevo se disculpa — no debí ser tan entrometido — dice apenado.

— no me mires con lastima — agacho mi cabeza — no me gustan que me miren así — le digo con brusquedad y Harry toma mis manos — no quiero volver a pasar por esto — siento que en cualquier momento romperé en llanto.

—  tranquila pequeña, todo estará bien — dice Harry abrazándome — me gustaría probar el pay de manzana  — se separa de mi. Me alegra que haya cambiado de tema.

— tal vez cuando estés enfermo podrás probar — bromeo. Coge la bandeja del plato y la deja en la mesita de noche.

— también serás mi enfermera, me gustas como piensas — me sonríe — aunque pensándolo bien serias muy mala enfermera porque me vas a dar pay y eso me hará enfermar más — pregunta preocupada.

— pero te puede alegrar la vida — le digo sonriendo.

— Ariana ¿sabes cantar? — pregunta de repente y niego con la cabeza.

— y ¿tú?

— si. Canto como los ángeles — dice y pongo los ojos en blanco.

— parece que nunca dejaras tu lado engreído.

— pero si te encanta — me guiña un ojo.

— no — le saco la lengua — Harry — lo llamo — ¿puedes cantar algo? 

— ¿qué quieres que cante? — me pregunta.

— lo que sea — me arreglo mejor en la cama para que el pueda sentarse cómodamente. Comienza a cantar una canción de Ed Sheeran y con aquella voz entro en un largo sueño.

Me despierto. Trato de moverme, pero no puedo porque Harry me está abrazando por la cintura. Intentó escabullirme pero es imposible porque sus brazos son pesado.

— despierta — le digo mientras lo muevo — Harry — le grito y cae al suelo.

— estás loca casi me dejas sordo — se levanta y de nuevo se sienta en la cama.

— eres una niñita — me burlo.

— ¿así? — Me coge mis dos manos y me comienza hacer cosquillas.

— para... — digo casi sin respirar.

— solo porque estas enfermas — se aparta — aunque parece que ya estas mejor — me dice y yo asiento con la cabeza — ¿dónde vas? — me pregunta al ver que me levanto.

— al baño, acaso ¿hoy tampoco me dejaras levantarme?
 

*****

—¿Harry ya te vas? — le pregunto.

— ¿me estas echando?— dice con exageración.

— no pero como no has ido a tu casa. Tus padres han de estar preocupados.

— les dije que estaba en casa de un amigo y no me iré hasta en la noche

— me mira — seguiré cuidando de ti.

— pero me siento mejor — le digo.

— puedes sentirte mejor pero aun tienes fiebres — me informa y arrugo mi nariz.

— ¿quieres ver una película? — le pregunto.

— claro.

— ¿una película de terror? — propongo y el asiente con la cabeza

Me dirijo a la cocina a poner ruflles en un tazón.

— ¿veremos la película en la sala? — me pregunta.

— si — le digo sonriendo.