El hombre con aspecto cadavérico, ojos verdes grandes y hundidos, con una calva, pero con cabello plateado que le llegaba a la nuca, hacía aparición. Estaba apoyado sobre una pequeña mesa, el micrófono estaba a la altura de su boca. Miraba a todos los presentes, un hombre calvo con lentes se le unió un poco después, quien se posicionó a su lado. Al cabo de unos segundos, los flashes cesaron y él empezó a hablar.
—Buenas tardes a todos los presentes, a toda la comunidad periodística que ha decidido acompañarnos en este momento importante, además, también, a todo miembro de la comunidad universitaria de Pedagogical, paradocentes, profesores, académicos, equipo directivo y, por supuesto, a nuestros estudiantes y futuros profesores en ejercicio. Mi nombre es Richard Silver y, a través de este discurso, asumo como el nuevo rector de la US Pedagogical University. Más que un discurso, en realidad, es dedicar unas palabras a todos por mi triunfo -rio un poco y tosió falsamente para ganar tiempo—. En mi labor como rector, prometo que la próxima vez que en la prensa se mencione a nuestra universidad será para elogiarnos por los logros académicos alcanzados por nuestros estudiantes como unos profesores ejemplares y comprometidos con la hermosa y dura labor que es la educación. No permitiré que nadie manche el nombre de “Pedagogical” con unas manifestaciones inútiles, dignas de aquellos que quieren que todo se lo den en bandeja de plata, sin hacer ni un mínimo de esfuerzo para llegar a este lugar emblemático. Las universidades no son lugares a los que todos pueden entrar, porque se necesitan a los mejores para cada área, y no, no se pueden dar oportunidades a cualquiera, la selección es importante, puesto que a partir de ella podemos ver quiénes están verdaderamente capacitados para la disciplina a la que apuntan. Ninguna institución superior, ni secundaria, debería perder el tiempo con aquellos que no tienen interés —se escucharon algunos murmullos, pero Silver enseñó su palma derecha, como si buscase calmar la situación que se estaba generando—. Sé que mis palabras son duras, pero no puedo disfrazar con eufemismos para atraer a la gente y darles falsas esperanzas. No pienso mentir, en mi período como rector no escucharán ninguna mentira, solo diré la verdad porque esa es la confianza que quiero que se respire en la universidad. Para finalizar esta conferencia, quiero hacer un anuncio que determinará, de manera directa, mis intenciones: pienso terminar con las sociedades terroristas que se disfrazan como organizaciones en pro del bienestar de los estudiantes de Pedagogical. Me refiero a “Underclass Hero”. Esa, dizque, organización de estudiantes no hace más que manchar el nombre de nuestra ilustre institución educativa. Ellos no son el emblema de los estudiantes de Pedagogical ni tampoco representan el pensar de todos los que forman parte de la comunidad. En mi gestión como rector, prometo, no, juro que daré con cada uno de los miembros y los expulsaré, no sin antes hacerles sentir todo el peso de la ley por los actos vandálicos que han provocado, y no hablo solo de colgar lienzos, también hablo al respecto de la otra sociedad que surgió en contra de ellos. Si Underclass Hero no existiera, Máscaras Blancas no habría tenido que aparecer. Yo, Richard Silver, encontraré a los estudiantes responsables, y con ello traeré la paz de vuelta a nuestra prestigiosa universidad. Buenas tardes. Muchas gracias por su atención.
No importaba si los periodistas querían hacer una pregunta, Silver salió de escena con Athens tras él. Sus palabras fueron tajantes, no iba a cambiar. Ya no había nada que hacer.
Solo quedaba esperar a que el próximo año académico iniciara.