Hoy es un día tranquilo, son las 6 de la mañana y voy camino a la escuela como de costumbre, pero no me sentía bien,de hecho no quería ir, pero tuve que hacerlo porque hoy, tengo un examen de matemática al que no puedo faltar, es el cuarenta por ciento de mi nota, y eso para mí es importante.
Yo soy Acinu Barrios, ¿soy una chica? Si, si lo soy. La típica chica que si asesina a un profesor, nadie sospecharía de ella, ya que prácticamente, es invisible.
Para muchos, solo soy la rara que se sienta sola en el descanso… Aunque si soy sincera, yo también creo que soy un poco rara, pero bueno, así soy.
Solo tengo una amiga, Keni Vertiz, es la única que realmente me conoce… nos conocemos desde que usábamos pañales, ya que desde siempre hemos estudiado en el mismo colegio y nuestra amistad ha sido la misma. Aunque ella no es como yo, no, ella es la típica chica que todos conocen y centran su atención cuando ella pasa, lo admito, mi amiga es una hermosura de mujer.
Llegue a la escuela y pude entrar al salón antes de que llegaran todos, por lo general me gusta llegar primero, para que nadie se me quede mirando cuando voy entrando, eso es muy incómodo.
Pasados quince o quizás veinte minutos, suena el timbre que indica que la jornada escolar, ha empezado.
Estoy en mi pupitre de siempre, el último de la primera fila, mi amiga todavía no llega y si dentro de los próximos quince minutos no pasa por esa puerta, no la dejaran entrar.
Mi amiga no llegó, y ya la primera clase se terminó…
Me siento en una banca un poco apartada de todos para comer, ya estábamos en descanso así que podía hacerlo, me moría de hambre, así que destape mi jugo de manzana y le di una gran mordida a mi cachito.
Ya es hora de volver a clases, lo sé por el reloj de pared de la cafetería, el timbre aun no suena, pero sé que pronto lo hará.
Llego a mi respectivo salón, y no ha llegado nadie aun, algo que de verdad agradezco.
Ya era la hora del examen y estaba lista para empezar a hacerlo cuando el profesor empieza a hablar:
-El examen se va a realizar la otra semana- dice, y sin mas añade- no es mi decisión que lo atrasemos una semana más, es por cuestiones de salud de mi persona, por lo que ya me tengo que retirar
-Profesor entonces ya nos podemos ir- pregunta un chico- es que esta es nuestra última clase de hoy
-Si, ya pueden retirarse
Con paso afanado, me dirijo hasta la salida, cuando recuerdo que tengo que devolver un libro a la biblioteca.
Me detengo para cambiar mi rumbo, ahora me dirijo hacia los adentros de la escuela.
La fila para firmar la entrega estaba un poco larga, pero lo tenía que entregar hoy, así que decidí hacerla. Pasados ya veinte minutos, pude firmar e irme rumbo a la salida. Esta era la hora de salida, así que no hubo diferencia.
Estaba por irme pero un grupo de chico se acercaron a mí para molestarme:
-Hola rarita como te va- dice uno de ellos con tono de burla
-Hola Dilan, muy bien gracias- le respondo sin ocultar mi desagrado.
-Bien, solo te quería hacer una pregunta
- ¿Que quieres?, dime rápido que me tengo que ir.
-Oh, que ocupada la niña- chisto Dilan- ¿me puedes hacer el examen de física mañana?
-Que descarado eres, ni me tratas y ¿pretendes que te haga el examen?
- Si- responde- es verdad, no te trato, pero sí sé que eres un cerebrito y sé que me lo Haras ¿no es así?
- No, yo no le hago exámenes a nadie, y pues tú no eres la excepción.
Dilan se ve que está molesto, pero no me importa ¿Quién se cree? Solo porque es popular, cree que puede tratar a las personas como se le dé la gana, muchas personas lo toleran, pero yo no.
Dilan le hace una seña rara a sus amigos, quienes sin titubear lanzan y destrozan mis cosas, todo pasó en cuestión de segundos. Los chicos se van, no sin antes regalarme una sonrisa de satisfacción.
Esto no va a quedar así, lo quiero acusar con el director, pero para eso necesito testigos, y pues cuando esto paso ya todos se habían ido, sería mi palabra contra la de él, y pues todos le van a creer a él.
Estaba recogiendo lo que quedaban de mis cosas, cuando escucho a alguien detrás de mí, ¿no se suponía que ya todos se habían ido? Creo que no, a menos que sean esos chicos que quieren terminar de destrozar mis cosas por completo, estoy paranoica lo sé…
No eran ellos, era un chico de ojos avellanas y cabello desordenado, que le sentaba muy bien por cierto,que traía consigo un balón de fútbol.
Nunca lo había visto, supongo que es nuevo o que tal vez no asiste mucho a clases. Extiende una de sus manos para entregarme algo que no alcanzo a visualizar, lo tomo con algo de desconfianza y me doy cuenta que es mi celular:
-Se te olvido recoger esto- dice
-Este… gracias- respondo
-¿Estas bien?- me dice trayendo una pregunta a mi mente, ¿el vio lo que pasó?
-Sí, he tenido mejores días, pero estoy bien- digo desplegando una amable sonrisa- tu viste lo que paso ¿verdad?
-Si, en parte
-¡Eso es genial!
-¿Por qué?- dice con un rostro de confusión
-Porque así podre acusar a Dilan, tengo un testigo, tu
-Dilan es el chico al que le dijiste que no le ibas a hacer el examen ¿verdad?
-Si, si sabes eso, quiere decir que viste todo, ¡por primera vez me alegra que hubiera un chismoso cerca!- digo sin pensar
-Oye no soy ningún chismoso- dice, haciendo que me de cuenta que lo he dicho en voz alta.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
#36566 en Novela romántica
#6050 en Chick lit
comedia y romance, grupo de amigos y colegio, chica invisible
Editado: 28.08.2020