Había llegado hace 3 días a Seúl y no era como me había imaginado, no podía pasar tiempo con mi abuelo ya que él estaba encargándose de cambiar mi apellido, entre otras cosas que no logré preguntar. Varias veces me salí perdiendo en esta mansión que hasta ni ánimos me daban de ir a pasear por su "casa", muchos de los empleados eran muy amables conmigo que no se molestaban cada que les pedía ayuda para regresar a mi habitación.
Con respecto a mi mamá, ella también estaba ocupada ayudando a mi abuelo que solo la veía en las noches, lo único que hizo fue advertirme que no me acercara ni confiara en mi media hermana Yang Mi ni de su madre la señora Su-Ji. Aunque no fue problema ya que ni siquiera me hablaban cuando nos cruzábamos, ellas siempre salían y regresaban en la noche con muchas bolsas de compras.
Esperaba llevarme bien con mi media hermana ya que después de todo ella estuvo con mi papá más tiempo, pero ni siquiera habló conmigo y la única vez que lo hizo fue para decirme: "Ni creas que te quedaras con mi dinero". Hay muchas cosas que no entiendo de las personas, era obvio que iba a ser así ya que la única persona con la que hablé durante mi vida fue con mi madre y la señora amable de la biblioteca.
—Señorita Park — escuché que me llamaban desde la puerta.
—Mmmm... ¿si? — respondí semidormida.
—Su abuelo la llama para que desayunen juntos — al escuchar eso, me levanté de golpe y abrí la puerta sonriendo.
—¿En serio? — la chica solo asintió y me lancé a sus brazos para abrazarle — ¡Gracias!
—Ohh señorita Park — me alejó avergonzada —, no es correcto que haga eso.
La mayoría de las veces me decían que hacer y que no, técnicamente querían que cambiara todo de mí.
—Pero a mí me gusta mostrar mi cariño cuando estoy feliz — le guiñé y ella me señaló mi labio.
—Señorita Park, debe tener cuidado de que nadie la vea en ese estado — dijo ignorando mi comentario —. Su cabello esta todo un desastre y tiene rastros de... su... saliva...
—Recién me levanté — hice un puchero y ella negó sonriendo.
—Preparé la tina para que se dé un baño, llamaré a las demás para que la cambien...
—¿Qué? — me cubrí mi pecho — Ya les dije que no, tengo manos y no dejaré que me vean — me sonrojé al pensar eso. Le tomé de sus hombros y la saqué de mi habitación delicadamente para luego cerrar la puerta —. Me rehusooooo
—Señorita Park, no dejaré que haga de nuevo eso — me reprochó.
—Dile a mi abuelo que bajaré dentro de un rato. Bye — corrí hasta el baño y cerré la puerta para luego suspirar al encontrarme a salvo.
*
Al bajar me di con la sorpresa de que mi madre, mi abuelo y la sra. Su-Ji estaban en la mesa comiendo en silencio.
—Buenos días — salté y le abracé a mi abuelo rodeándolo por su cuello dándole un beso en su mejilla, de igual manera lo hice con mi madre, pero con la sra. Su-Ji solo hice una reverencia.
—Siempre eres tan escandalosa — dijo la sra. Su-Ji mirándome despectivamente.
—Hoy iremos a ver la universidad — sonrió mi abuelo ignorando a la Sra. Su-Ji.
—¿En serio? — mis ojos brillaron de emoción, era la primera vez que estaría en un lugar con muchos estudiantes.
—Hablare con el director, así que apresúrate en comer — señaló mi plato y me senté para comer lo más rápido posible.
—Te saldrás atorando si comes así — advirtió mi madre.
—Mamá, ¿irás con nosotros? — ella negó — ¿por qué?
—Tengo que ver algunas cosas, así que irás con tu abuelo será el tiempo que tanto pides.
—Tendremos tiempo de abuelo y nieta — arrugué mi nariz y seguí comiendo.
—Supongo que la llevarás a otra universidad o sino será vergüenza para mi Yang Mi — se puso de pie.
—Lástima que pienses así porque ella irá a la misma universidad y desde ahora cuida tus palabras si no te quieres largar de mi casa — le miró esperando su respuesta, pero ella solo sonrió de lado y se marchó.
*
—¿Y qué te parece? — dijo mi abuelo al bajar del auto.
—WOW — solo respondí eso porque estaba impresionada por la universidad, tan solo la entrada era muy grande no me imaginaba el tamaño de la universidad. Era hermoso, cada parte del lugar era hermoso tenía un jardín en la entrada que era más grande que mi antigua casa.
—¿Piensas quedarte ahí? — se rio mi abuelo al verme aun en mi lugar con la boca abierta. Al despertar de mis pensamientos, corrí hasta mi abuelo y sus guardaespaldas para seguir caminando —, ¿Qué te parece si vas a ver todo el lugar?