Úrsula

Úrsula Como Docente

Pasaron varios años, y la estadía de Úrsula en casa de la familia Sotto representó para ella una ventaja en algunos aspectos de su vida. Logró crecer y fortalecer sus conocimientos. No supo más de su amiga Bethany ni de Adalet. Le tocó continuar una vida normal, pero, sin ningún familiar a su lado. Lejos de todo un entorno que la estaba consumiendo, Úrsula, logró la catarsis de su historia.  Ya es una mujer adulta. Comenzó un poco tarde la universidad, pero al final lo logró. «Ha conquistado el título de Docente en la especialidad de Ciencias Naturales». Una vez obtenido el título, decide ir a la ciudad en busca de empleo. La vida le ha cambiado y ahora es una mujer completamente realizada. Dura una semana en Caracas realizando los trasmites de registro de su título. Culminado todo ese proceso, retorna a Barlovento, al llegar, decide pasar por el barrio donde vivió durante muchos años. Llega a la Plaza Bolívar de Mamporal y se encuentra con Walter —Aquel joven que en tiempos de adolescentes se dedicaba a regalarle girasoles y pequeños detalles de la mano con el mar—. Úrsula se le acerca y él no la reconoce. Se le coloca al frente y le dice:

            —Walter, en serio, ¿no me recuerdas?

            —No, pero si me dices tú nombre, tal vez te recuerde.

            A Úrsula le ha causado desagrado esa expresión, sin embargo lo toma suave y lentamente le recuerda: “Los girasoles son un rayo de sol para nuestras almas”

            —¿Úrsula?

            —Sí. ¡Tiempo sin verte!

            —¿Dónde andabas? Te busqué un tiempo, pero no te encontré, hasta ahora, que tú me hallaste.

            Úrsula sentía algo de gozo al estar unos días en el pueblo. Visitó su antigua casa, la había dejado a cargo de unos vecinos. Dos horas de visita y se marchó a casa de la familia Sotto.

            —Blanca, ya llegué, —gritó Úrsula con emoción—. «¿Dónde están todos?»

            Resulta que Blanca había ido al hospital con Carlos. Él estaba algo descompensado. Había perdido unos kilos y, la piel, su piel ya era diferente. Úrsula esperó pacientemente. Trataba de ganar tiempo, ella preparaba de comer y arreglaba un poco la casa…

—Unos días, tan solo unos días… «¿Qué habrá pasado? ¿Por qué Blanca dejó que esto llegara a este extremo?» 

            Úrsula permanecía ajena a toda información. En el hospital la señora Blanca sufre una subida de presión arterial. El estrés hacia juego la salud de Blanca. Cuatro horas más tarde; Úrsula sintió llegar el carro de señor Miguel.

            —Deben de ser ellos, —pensó—. Me equivoqué, no son ellos. Es solo el señor Miguel.

            —Úrsula. ¿Hace cuanto llegaste?

            —Llevo no más de par de horas, al llegar me extrañe no encontrar nadie en casa. ¿Dónde están Blanca y Carlos?

            —Bueno, hace rato ya que lo dejé en el hospital con Blanca. Dentro de poco iré por ellos.

            La joven termina la cena. Ha preparado el plato favorito de Blanca, “Rizzotto a la Carbonara” con doble contorno. Miguel por estar tan estresado no lo nota. Ella viste la mesa del comedor con un mantel blanco, bordado con perlas doradas y de contorno una cenefa de lino color cobrizo. Miguel se apresura para ir por su hijo y su esposa. Úrsula se baña y acomoda pequeños detalles en la casa. Diez minutos y ya están de vuelta.

            Carlos llegó un poco agotado, sin embargo; al ver a Úrsula sus ojos brillaron y sus mejillas ruborizaron. Pasó velozmente de un estado deprimido y sin ganas, a un estado más alegre, más vivo. Blanca sumó todos aquellos síntomas a la ausencia de la joven adulta, la cual hacia vida en casa y compartía momentos con Carlos. Pocos días, y, pronto Carlos se recuperaría.

            Esa noche, durante la cena; Úrsula da la noticia de que le habían llamado de un colegio privado de la zona de Barlovento para asumir el cargo de docente en la especialidad obtenida. La familia Sotto lo celebra. Tan solo en una semana ya comenzaría la joven a ejercer su carrera. Ahora bien, había un detalle para esa noche, era más que material; era un detalle del que Úrsula no podía escapar, pues, al Concluir la cena, Blanca y Miguel se van a su habitación, quedando en la sala los dos jóvenes adultos. Carlos, que, al principio no toleraba la humildad de Úrsula; ahora había despertado emociones mucho más fuertes por ella. La razón de ello, es que Carlos había conocido ya la verdadera personalidad de la chica en cuestión, de manera que, él pretendía esa noche hacerle una declaración en cuanto a sus sentimientos, pero…

            Nada pudo ocurrir, Úrsula se despidió esa noche y se fue a su habitación, Carlos la miró alejarse; le era suficiente saber que la tenia de vuelta en casa. Pasaron varios días y Úrsula va camino al centro estudiantil ubicado en el centro de Higuerote en el cual impartirá clases. La directiva la recibe con agrado y le asignan cuatro secciones de séptimo año y las cuatro de octavo año de educación básica (en Venezuela, nuestro sistema educativo se divide en — Inicial o preescolar [abarca tres niveles], Básica [desde primer grado hasta noveno], Media Diversificada [cuarto y quinto año de educación] y Universitaria, siendo ésta la ultima del ciclo de formación—), Úrsula es una mujer que desde temprana edad asumió roles que la enseñaron a tener responsabilidad; por lo que cumplir no le sería tarea difícil.

            Durante esa primera semana las cosas eran manejables, no había ningún tipo de problema. Ella comenzaba a conocer poco a poco el manejo del pensum académico y a analizar a cada uno de sus alumnos. Dentro del aula había un alumno que fue despertando en ella un tanto de curiosidad. Solía quejarse por todo y en ocasiones, cuando ella explicaba algún tema, el alumno se distraía y no entendía nada del tema impartido.

            Cada mañana al llegar, Úrsula impartía sus temas, pero decidió dedicarle un poco más de atención al chico, inclusive en momentos libres del aula; ella iba y lo buscaba para comprender que pasaba en él. El día se le perdía en su atención al joven. Llegaba diariamente agotada y Blanca se convertía en una madre para ella. Tés, medicina, conversaciones amenas para aliviarle la sobrecarga laboral que se añadía por sí sola. Carlos, la observaba de lejos y buscaba de iniciar una conversación en el cual él pudiera expresarle sus sentimientos. Pero Úrsula de una manera u otra, siempre encontraba la forma de desviar el tema de conversación; bien sea para contarle un poco de su rutina o para leerle unos libros más que otros —cosa que Carlos amenamente disfrutaba—.



#2944 en Joven Adulto

En el texto hay: romance drama amor

Editado: 11.12.2022

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