Utopía[completa]

Capítulo 50

El sol ya se ha escondido por el horizonte, me acabo de despertar, creo que he dormido más de cuatro horas, pero realmente lo necesitaba, he cogido fuerzas para seguir con todo esto. Me dirijo rápidamente a un pequeño túnel que ya se ha formado, todavía no hemos conseguido abrir el hueco pero se que estamos cerca. Los dedos de la mano los tengo llenos de sangre y aunque no quiero reconocerlo también se está cayendo alguna lágrima. También porque cada piedra que conseguimos quitar del medio es una piedra que dejamos atrás y en medio de George, Sheila y el resto…


—Eh… acabo de ver algo. ¡Venid! —dice gritando y haciendo gestos con la mano para que nos acerquemos al lado donde está sacando piedras, miro a través del hueco y veo un túnel grande con muchas luces y una luz aún más fuerte al final del todo, no se que habra alli pero definitivamente hemos encontrado la salida, las pocas personas que estaban durmiendo se han levantado para ayudar y festejar con nosotros que acabamos de encontrar al fin la salida.


Sacamos piedras en cadena para ir lo más rápido, nunca antes habíamos estado tan unidos para conseguir algo y aunque falte algo de fuerzas y haya hambre por todos los lados eso es lo que menos importa. Hector saca las últimas piedras y abre un hueco claro para que entremos por él, es una tontería seguir quitando piedras.

—Venga, tu primera —dice señalando a Fany, realmente hay pocas dudas sobre quién iba a ser la primera, todo el mundo calla porque vamos a pasar todos rápidamente.

—¡Alto! —la voz de Abraham irrumpe en el ambiente y hace que se me ponga los pelos de punta. Me doy la vuelta lentamente porque no sé porque no tengo la sensación de que esto vaya a acabar bien.

Y cuando me doy la vuelta del todo, todas mis sospechas se confirman. Abraham está apuntandonos con una escopeta, siento la presión dentro del pecho pero no es momento de hacerse el héroe, creo que es mejor escucharle.

—¿Qué quieres Abraham? —le pregunta Hector mientras se acerca un poco más a él y a su vez se separa de nuestro lado.

—¡No te acerques! —le amenaza.

Hector sigue manteniendo la mirada firme y las manos levantadas y con la palma hacia la escopeta.

—¿Por qué haces esto?

—¿Por que? porque si saleis sera el final, debéis de quedaros aqui, asi son las normas —dice con cara de loco, definitivamente lo de no comer no le está afectando bien a la cabeza. Pero lo peor de todo esto es de donde cojones habrá sacado la pistola.

—Abraham —doy un paso hacia delante.

—Alto…

—Vale, pero creo que lo mejor es que decidamos, quien quiera quedarse se quede y quien quedarse que lo haga contigo —le propongo.

—Creo que no lo habéis entendido bien, estoy diciendo que de aquí no sale ni dios, y que vuelvo a estar al cargo.

—Porfavor Abraham, no hagas esto más difícil de lo que ya es —le suplica Fanny que no le ha dado tiempo a salir, se ha quedado a escasos centímetros de salir.


Sigo andando, no se porque razón porque se que me estoy arriesgando en un momento de máxima tensión a que me dispare a mi directamente.

—Jacob estate quieto que te tengo muchas ganas y te tengo a tiro.

—Lo que me tienes a tiro es seguro, lo que me tienes muchas ganas se podría discutir —le debato para ver si entra en razón.


Sigo para delante, pero de repente un bala invade la sala, entra directamente el ruido en nuestro oído. Dicen que el ruido de una bala puede llegar a ser más rápido que la velocidad de la luz, no se si eso es cierto pero el ruido ensordecedor me deja casi sin aliento. El nudo en mi garganta apenas me deja respirar, tengo el pecho metido para dentro. Siento por un instante que la bala me ha golpeado directamente. Todo va a cámara lenta y por un instante se me pasa por delante de mí un resumen de toda mi vida. Por una milésima de segundo sale esa chica que me gustaba en el instituto y de la que no pude llegar a pedirle salir, también los tres días más importantes de mi vida, cuando me casé y cuando nacieron mis dos hijas, todo es rápido y muy breve pero me da tiempo de pensar en ellas. Enseguida cojo aire, y me doy cuenta de la realidad.



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En el texto hay: utopia, pruebas, ciudad abandonada

Editado: 10.12.2022

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